La Paz, 5 de julio. El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció hoy una “intromisión abierta”de Estados Unidos en sus asuntos internos que, entre sus argumentos para retirarle los beneficios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andina y de Erradicación de Drogas (ATPDEA), “cuestiona políticas que vamos implementando acá”, como la nueva Constitución, de corte nacionalista.
“Lo más sorprendente es que en este nuevo gobierno de Estados Unidos –del presidente Barack Obama– ya no solamente cuestionan sobre la coca o el narcotráfico, sino políticas que vamos implementando acá en Bolivia”, subrayó el mandatario en un acto ante sindicalistas cocaleros del Chapare, en el centro del país.
Citó un documento del Departamento de Estado sobre el desempeño de su gobierno, que comenzó en 2006, y que según Morales sirvió de base para retirarle a Bolivia el beneficio de la ATPDEA desde el 30 de junio, cuando Obama ratificó la decisión de su antecesor George W. Bush de marginar a Bolivia desde el año 2009 de la norma arancelaria.
Washington aplica su norma como una compensación a los esfuerzos de los países andinos –Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú– a su lucha contra el narcotráfico, y que según Estados Unidos no fue cumplida por Bolivia durante 2008.
Morales subrayó que en ese informe se cuestiona la nacionalización de los hidrocarburos efectuada por su gobierno en 2006, y critica un artículo de la nueva Constitución boliviana que autoriza la expropiación para bien público de las tierras que no cumplan una función social. "“De verdad no puedo creer que el presidente Obama tenga que observar (nuestra) Constitución; eso es decisión soberana de cualquier país”", precisó.
Se asienta en el informe estadunidense que los cultivos de coca en Bolivia subieron 6 por ciento durante 2008 al llegar a 32 mil hectáreas, superando en 20 mil las permitidas por la ley antidrogas, que autoriza 12 mil hectáreas en las llamadas zonas tradicionales como los Yungas de La Paz.
Al respecto, Morales dijo que a su gobierno se le acusa de estar incentivando que haya más coca. “Yo sólo pido un c’ato –360 metros cuadrados– de coca por productor. Admito que cuesta evitar esto sólo con el control social. Pero mantengamos el c’ato de coca”, añadió el presidente al promulgar una ley de creación del municipio Shinahota, en una región productora de coca.
No obstante, acotó que la dignidad de los bolivianos no vale unos 25 millones de dólares, que es la cantidad en que su gobierno cuantifica el monto de las pérdidas del beneficio arancelario. Más aún, rechazó otras acusaciones del informe estadunidense como aquella en que se dice que su gobierno puede disolver a los sindicatos con decretos administrativos, lo que calificó como "“de risa”".
Evo Morales ratificó otras medidas criticadas en el mencionado informe, como la expulsión en 2008 de los representantes de la oficina antidrogas (DEA) y el embajador Philip Goldberg, a quien acusó de conspirar contra su gobierno.
Asimismo, la decisión de Bolivia de retirarse del Centro Internacional de Arbitraje, una medida que "“asumimos con orgullo y dignidad”". Señaló que no era posible que desde afuera, desde el Banco Mundial, se puedan dilucidar litigios con empresas que operan en el país e ignorar las leyes nacionales sobre estos temas.