08 de febrero 2010.-Un grupo de estudiantes bolivarianos de la UCV
fueron agredidos este lunes frente al acceso de Plaza Venezuela de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), mientras protestaban por la
instalación de portones eléctricos para el control de acceso en la
entrada de esa casa de estudios.
El presidente del centro de
estudiantes de la Escuela de Historia, Douglas Altuve, calificó el
hecho como un abuso por considerarla una acción autoritaria, inconsulta
y arbitraria, que va encaminada a la privatización de la universidad.
Los
estudiantes habían anunciado el viernes pasado a las autoridades de
esas casa de estudio que si intentaban colocar los portones ellos
harían acto de presencia pacífica, con una posición de debate ante un
acción que está de espalda a la realidad de Venezuela.
Mientras
los estudiantes bolivarianos manifestaban solicitando un referendum, ya
que consideran que hay problemas más urgentes en que ocuparse como el
comedor, la piscina, los estadios y las becas, fueron agredidos por
profesores y otras autoridades.
El presidente del centro de
estudiantes la Escuela de Trabajo Social, Kevin Ávila señaló algunas de
las contradicciones en el discurso de las autoridades universitarias
cuando argumentan que el portón que pretenden colocar en la entrada del
Clínico Universitario jamás cerrará, entonces ¿para qué colocarlo?,
preguntó el estudiante.
Responsabilizó a las autoridades en su
pretensión de privatizar la UCV convirtiendo las direcciones en
fundaciones que mantienen secuestrados los espacios universitarios y
entregaron en comodato los terrenos de la zona rental, usando como
bandera el discurso de la inseguridad intentan impedir la entrada del
pueblo a esa casa de estudios, afirmó.
Por su parte, el
consejero estudiantil William Morillo calificó de lamentable la
respuesta agresiva de las autoridades, considera que solo buscan una
confrontación violenta que les de la excusa de levantar expedientes a
los estudiantes.
La comunidad estudiantil han propuesto realizar
debates o foros desde hace más de tres meses para solucionar el
problema de los portones y la inseguridad, ya que consideran su deber
proponer y buscar salidas acertadas.