Hace ocho años, el 10 de abril de 2002, en el marco de los ataques de la burguesía venezolana que desembocaron en el golpe de estado del 11 de abril, nació un espacio de articulación popular-revolucionaria denominado Asamblea Popular Revolucionaria.
La Asamblea Popular Revolucionaria se formó, para la defensa de las conquistas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de la voluntad del pueblo, atacada por la burguesía venezolana opuesta al presidente democráticamente electo, comandante Hugo Chávez.
La Asamblea Popular Revolucionaria (APR) discutió análisis y propuestas políticas respecto a la situación venezolana y a las perspectivas del proceso de transformación que transcurre en el país, promoviendo la organización popular barrial e interbarrial y entre organizaciones sociales de luchadores del movimiento popular, principalmente caraqueño. Apuntó hacia la unidad política, la coordinación de acciones y esfuerzos con otras instancias del movimiento popular que tienen similares propósitos.
Se comenzó a reunir, fundamentalmente para enfrentar la ofensiva de la conspiración golpista, con participación de integrantes de los grupos populares, culturales y de trabajo comunitario de los barrios caraqueños, comunicadores alternativos de las radios comunitarias, activistas sindicales, miembros de las organizaciones locales de vecinos y de los Círculos Bolivarianos, gente de las redes sociales populares y progresistas que hacen vida en la capital venezolana.
EL 10 y 11 de Abril, con el golpe en marcha, la APR se esforzó por convocar a la movilización popular para la defensa del palacio presidencial de Miraflores frente a la manifiesta intención de los golpistas de tomarlo con una gran marcha de los sectores sociales acomodados, de la burguesía y la clase media alta, impulsada mediante la manipulación de la conciencia política de estos sectores, labrada perversamente por los medios de comunicación privados (con la tesis de que hay en el país una dictadura fidelista y de que había que recuperar la democracia).
El gobierno y los dirigentes políticos del oficialismo no tenían la orientación de llamar a movilizar, porque pensaban que la situación estaba "controlada" y había que evitar confrontaciones. No percibían lo que se veía venir.
La APR distribuyó cerca de 100 mil volantes en los barrios en la madrugada del 11 de abril y llamó por todos los medios a su alcance para que el pueblo se concentrara en Miraflores, a fin de disuadir la desviación de la marcha opositora premeditadamente vinculada a la operación golpista. Esa marcha era promovida por el bloque de empresarios, gerentes de la industria petrolera, partidos de la burguesía, ONGs elitescas que se autocalifican y pretenden monopolizar la denominación de "sociedad civil", los burócratas sindicales corrompidos y fraudulentos de la CTV, la rancia cúpula eclesiástica y los militares anti-constitucionalistas; todo ello con el auspicio y monitoreo del Departamento de Estado de USA y la CIA.
El colchón popular interpuesto en Miraflores contribuyó a que el objetivo del golpismo de asaltar la sede del gobierno y echar a Chávez (con respaldo en sombra de una parte de la Fuerza Armada) no pudiese consumarse, y la oposición anti-bolivariana no logró meter el contrabando de que a Chávez lo tumbaba el "pueblo". Al no poder hacerlo, actuaron al desnudo con la intervención militar golpista, usando la coartada de la "masacre" que fraguaron ellos mismos con francotiradores y que dejó la mayoría de los muertos en el bando bolivariano. El golpe triunfó, pero los que resistieron en Miraflores hasta altas horas de la noche conservaron su comunicación y coordinación, la cual les permitió empalmar y ayudar a catalizar las acciones del día 13: La insurrección popular que derribó a la dictadura fascistoide del golpismo y restituyó a Chávez en el poder, restableciendo también la vigencia de la Constitución Bolivariana y de las libertades democráticas conquistadas luego de la llegada de Chávez a la presidencia.
Después del 13 de abril, la tarea principal de la APR fue la de ayudar a la organización del poder popular, promover asambleas locales y generales y consensuar un programa de lucha para aplastar definitivamente a la conspiración oligárquica de la derecha. Por eso insistió en el juicio y castigo a los golpistas, presionó por el control social sobre los medios de comunicación que continúan auspiciando al golpismo y la expansión de las comunicaciones alternativas comunitarias, el reconocimiento del movimiento popular como actor protagónico a tomar en cuenta en las decisiones políticas del gobierno, la profundización del proceso de cambios sociopolíticos y económicos en favor de los trabajadores y de las grandes mayorías populares.
Su principal tarea era contribuir a que la gran fuerza de la insurrección popular se mantenga, con la disposición permanente a la movilización como clave del proceso, con objetivos políticos que permitan consolidar el poder del pueblo y terminar con el peligro fascista, abriendo camino a la liberación y a la revolución transformadora que nos devuelva la independencia frente a la avasallante "globalización" capitalista y una verdadera justicia social.
Nace www.Aporrea.org
Al tiempo que fue creada la APR, se comenzó a trabajar en el software y la logística de un sitio web que permitiera a la APR hacer públicos sus comunicados tanto en Venezuela como en el exterior. Así nació www.Aporrea.org.
Cinco meses después de su fundación, la APR dejó de reunirse y las organizaciones y activistas que la integraban, comenzaron a actuar por su cuenta. Sin embargo, el sitio web continuó con vida propia y fue evolucionando hasta incluir noticias y artículos de opinión de terceros, para dar un canal de expresión a quienes están excluidos de los medios de comunicación comerciales.
En mayo, Aporrea.org cumplirá cinco años en el ciberespacio.
La propuesta programática inicial de la Asamblea Popular Revolucionaria, documento histórico de las luchas populares de Venezuela, el cual fue redactado y votado en asamblea, puede leerse en http://www.aporrea.org/poderpopular/a7.html
¡Si vienen con otro 11, le saldrémos con un 13!