28 de febrero 2011.-Rubén González, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera del Orinoco, fue condenado este lunes a siete años y dos meses de prisión tras su comparecencia ante el Tribunal Sexto de Juicio, donde brindó su testimonio final y recibió sentencia.
El sindicalista fue acusado de cargos derivados de su participación en una huelga en la empresa estatal Ferrominera del Orinoco en 2009, a través de la cual los trabajadores buscaban el cumplimiento del contrato colectivo por parte de la empresa.
Al dirigente sindical se le acusaba de instigación a delinquir, violación de perímetros de seguridad, agavillamiento, coacción a la libertad de trabajo y bloqueo de vías de circulación pública, ente otros cargos. Fue detenido el 24 septiembre de 2009, luego se le otorgó el beneficio de ser juzgado en libertad, pero en enero de 2010 fue encarcelado de nuevo y ha permanecido preso en Patrulleros del Caroní.
El abogado de González, Italo Atencio, criticó que la decisión sólo se basara en el testimonio de 5 testigos del Ministerio Público cuando la defensa presentó 70.
"Es un hombre inocente y como inocente lo vamos a tratar, utilizando todos los recursos necesarios. Rubén González no se va a sostener como un culpable cuando es inocente", agregó.
Dijo que las pruebas presentadas por la defensa fueron contundentes para demostrar que los trabajadores se pararon por una deuda que Ferrominera mantiene con ellos, que incluso está firmada por el presidente de la empresa que reconoce la deuda.
"Los trabajadores admitieron que eran responsables de la huelga porque a cada uno de le deben 100.000 bolívares fuertes. El único delito de Rubén González fue mediar con el presidente de la empresa", añadió.
El abogado de González apelará la sentencia.
Su caso ha sido señalado por organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales como muestra de violaciones a la libertad sindical por parte del Gobierno revolucionario y socialista venezolano contra líderes laborales.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su Comité de Libertad Sindical, recientemente solicitó al estado venezolano la liberación del dirigente sindical.
El gobierno revolucionario venezolano se ha auto-declarado como "obrerista" de manera oficial por el Presidente Hugo Chávez.
Mientras tanto, continúa reinando en Venezuela un clima de impunidad con decenas de dirigentes campesinos y dirigentes sindicales revolucionarios asesinados por sicarios contratados por terratenientes y poderosos capitalistas, sin que hayan sido procesado o apresados los responsables.