Litigio legal de Julián Conrado es su libertad, asilo y/o refugio

Credito: Coordinadora "Que no calle el cantor" / FUNDALATIN

13 de agosto de 2011.-Tras su captura en el estado Barinas, el 31 de mayo, el cantor colombiano Julián Conrado permaneció 21 días desaparecido hasta que se conoció, por vías de la solidaridad de un soldado bolivariano, que estaba en la sede de la DIM en Boleíta, Caracas, desde donde comenzó a enviar cartas al Comandante Chávez, su petición pública de asilo clandestina en una biografía de Bolívar y mensajes de agradecimiento a los pueblos del mundo que habíamos comenzado un movimiento airado de protesta, expresado un gran grito de solidaridad y a levantar indignadas voces de rechazo, ante la violación de sus más elementales Derechos Fundamentales, por su Derecho a la Defensa y al Debido Proceso. Apenas el día viernes pasado, sin que se informara a sus abogados, en la oscuridad de la indefensión, Conrado fue presentado a la orden de un Tribunal. Se pudo conocer que, gracias también a una llamada solidaria a su abogado, éste pudo llegar hasta donde se iniciaba el proceso judicial encubierto de su defendido, por primera vez después de 67 días de su secuestro-detención-incomunicación, de los cuales los primeros 9 días permaneció amarrado y con los ojos vendados en el SEBIN, trasladándolo luego a la Dirección de Inteligencia Militar (DIM).

Al ser interpelado sobre los autores que influenciaban ideológicamente su lucha, Conrado fue tajante: Alí Primera y Simón Bolívar, señaló en este primerísimo acto jurídico.

Ahora, a 70 años del nacimiento de Alí Primera, su mentor y de su líder ideológico-musical, y al cabo de 70 días de su injusta e ilegal detención, lo ÚNICO QUE ESTÁ EN DISCUSIÓN LEGAL, son las causas de su detención, las responsabilidades legales y administrativas de los funcionarios arbitrarios que lo mantuvieron y dieron las ordenes de tan deplorable situación ilegal e inhumana, y su inmediata libertad en acatamiento al Habeas Corpus que debe decidir el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con las sanciones pertinentes a los que violaron las leyes y normas del debido proceso. Bajo ningún concepto puede estar en discusión legal la extradición, repatriación o expulsión, primero por su condición de perseguido político del criminal Estado colombiano, el de los “falsos positivos”, los cientos de bombardeos y masacres de pueblos y caseríos enteros, de las fosas comunes de 2.000 “desaparecidos”, con hornos crematorios incluidos. En segundo lugar no existe solicitud formal alguna del Estado Requirente, supuestamente el colombiano, solo aparece en el expediente conocido, una requisitoria de Interpol que no justifica, ni es recaudo valido suficiente, para semejante decisión del Estado supuesto Requerido, el venezolano; por tanto, son falsas las declaraciones sobre una ilusoria revisión legal de su caso para una extradición, que tanto celebra Radio Caracol, el periódico del presidente colombiano El Tiempo -y que seguro calmarán la sed de venganza y saña con la que persiguen el canto de Conrado, el narco-para Uribe y demás santanderistas-, ya que de proceder de esta forma amoral e ilegal el gobierno bolivariano del Comandante Chávez, consagraría además de un absurdo jurídico, una violación a la Constitución Nacional y a toda la normativa del Derecho Internacional Humanitario (DIH) como le dijo Julián en su primera carta hecha pública a a su Comandante Chávez, devolviendo así el Estado venezolano al camino, hasta ahora insólitamente transitado, de la violación de los Derechos Humanos Fundamentales del cantor enfermo y en busca de refugio y sanación en una zona de paz , y que recientemente el gobierno venezolano intenta comenzar a respetar, para enderezar el entuerto para-jurídico, reconociéndole desde el pasado viernes el derecho a la defensa, poniendo en conocimiento el caso de la jueza 26 de Control para iniciar un debido proceso y con participación de un fiscal del Ministerio Público, que Julián Conrado también desconocía hasta entonces que existiese realmente en Venezuela.

Las autoridades venezolanas no deberían necesitar calmar las ansias criminales de los guerreristas criminales colombianos -hacia Julián para consolidar con su extradición llevándolo a “…la tortura y la muerte…”-, Uribe y Santos y sus posibles contradicciones o similitudes, dando declaraciones infelices, falsas y temerarias, deberían el gobierno bolivariano más bien preocuparse de la salud, integridad e ilegalidad de un detenido bolivariano, suyo, de garantizar que no sea entregado por vericuetos legales o compañas mediáticas de criminalización de un patriota insurgente, cantante y compositor, al fascismo colombiano y a EEUU, para que perros de “presa” caza-recompensas cobren 2.5 millones de dólares de los gringos, sumado a otro tanto en pesos que ofrecen los militares colombianos por su cabeza.

Cerrémosle la puerta bolivariana al Plan Colombia, desterremos y enterremos el Plan Cóndor en la Patria de Bolívar.

¡Amando venceremos!

Pulse aquí para ver síntesis del caso Julián Conrado para el Comandante Chávez


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