El Gobierno de Francia presentó este lunes nuevos ajustes presupuestarios y medidas de rigor con las que el Estado espera ahorrar 100 millones de euros (cerca de 137 millones de dólares). Entre las disposiciones destacan el aumento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y adelantar un año la entrada de vigor de la reforma de las jubilaciones.

El primer ministro francés, Francois Fillon, aseguró tras una reunión del Consejo de Ministros que “varios años de esfuerzos nos aguardan” y consideró que el vocablo “quiebra ya no es una palabra abstracta”.
Fillon, destacó que el presupuesto para el próximo año será el más “riguroso” que ha tenido la nación desde 1945 y resaltó la necesidad de conservar la credibilidad financiera.
“Para conseguir el déficit cero para 2016, lo que es nuestro objetivo, habrá que ahorrar un poco más de 100 millones de euros (cerca de 137 millones de dólares)”, afirmó el Primer Ministro.
La reforma de las jubilaciones, uno de los proyectos más importantes del Gobierno de Nicolas Sarkozy, que aumenta en dos años la edad mínima para pensionarse, a los 62 años, entrará en vigor en 2017, un año antes de lo previsto.

Al respecto, Francois Fillon destacó con la medida se podrá ahorrar cuatro mil 400 millones de euros (seis mil 52 millones de dólares) el déficit de las cajas de jubilación entre 2012 y 2015.
El IVA pasará del 5,5 al 7 por ciento a “todos los productos y servicios con excepción de los productos de primera necesidad en particular la alimentación”, que la equipara a la alemana, en una perspectiva de “convergencia”.
Fillon también anunció la congelación de los salarios tanto del presidente de la República como de los ministros hasta “el equilibrio estricto” de las finanzas públicas.

En la reunión que mantuvieron los ministros del Ejecutivo en la sede de la Presidencia de la República Francés, ubicada en la capital, también acordaron una nueva contribución de las grandes empresas, cuya cifra de negocios supere los 250 millones de euros ( 343 millones de dólares), subirá un cinco por ciento en 2012 y en 2013, hasta que el déficit público quede por debajo del tres por ciento.

Para 2012, el Gobierno de Nicolas Sarkzy estima ahorrar 500 millones de euros (687 millones de dólares) adicionales en los gastos del Estado, que se suman a los proyectos anunciados inicialmente para el próximo año.
Alain Juppé, titular francés de Asuntos Exteriores, indicó que el nuevo programa anunciado se llevará a cabo en vista de que no van a poder cumplir con el crecimiento económico previsto inicialmente para 2012.
El pasado 27 de octubre el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, adelantó una reducción de la previsión del crecimiento del 1,75 por ciento al 1 por ciento en 2012 y señaló que iba a ser necesario obtener ingresos o ahorros suplementarios.

El titular de Asuntos Exteriores, insistió este lunes en que Francia ha logrado un nivel de endeudamiento “que no puede aumentar más”, pero destacó que los esfuerzos adicionales que se pidan a los ciudadanos con el nuevo programa serán “compartidos y justos”.

Por su parte, el ministro francés de Economía, Francois Baroin, señaló que las medidas tienen como objetivo la reforma estructural y el equilibrio entre los gastos y los ingresos.

Asimismo, Baroin destacó que busca que el esfuerzo recaiga “lo más posible en aquellos que tienen más medios” y no en los que cuentan con menos recursos.

La presión para dar a conocer un nuevo plan de ajuste aumentó el pasado octubre, después de que la agencia Moody’s anunciara que en los siguientes tres meses iban a evaluar una posible rebaja de la calificación crediticia de Francia, que por ahora conserva la nota máxima.