19 de diciembre de 2011.- Rajoy anuncia las líneas generales de un durísimo plan de ajuste que tendrá tres ejes: una reforma laboral que pretende cargarse la negociación colectiva y recortar los salarios, una masiva inyección de dinero público para los bancos y recortes sociales generalizados. Mariano Rajoy ha iniciado su discurso en la sesión de investidura con un recuerdo "a las víctimas del terrorismo" y mostrando su "sincera voluntad de diálogo y cooperación con las distintas fuerzas políticas que por voluntad de los españoles están aquí representadas".
La crisis económica y la batería de medidas que propone su Ejecutivo para afrontarla han ocupado todo el discurso del futuro presidente, quien no se ha referido en ningún momento a la nueva situación política abierta en Euskal Herria. Rajoy se ha fijado como prioridad la lucha contra el desempleo y el estímulo del crecimiento. Ha augurado que el panorama económico "no puede ser más sombrío", ya que el pasado trimestre la economía no creció, en el actual "todas las previsiones apuntan al decrecimiento" y en los dos próximos años "las previsiones no son nada halagüeñas". Ha recordado que el déficit público rozará los 65.000 millones al final de este año, el 6% del PIB, según las previsiones del anterior Gobierno, y se ha comprometido a reducirlo en 16.500 millones en 2012, de forma que se alcance el 4,4% del PIB. Ha señalado que en enero se presentará la Ley de Estabilidad Presupuestaria, en la que se incorporan los límites de gasto y endeudamiento vinculantes para las administraciones públicas, y que llevará a cabo una profunda reforma bajo la premisa de "una Administración, una competencia", con el fin de primar la austeridad y evitar duplicidades.
Reforma del sector público
También ha anunciado que la reforma del sector público será una de las primeras que abordará su Ejecutivo. Así, ha señalado que no aumentará el personal público y que se mantendrá en cero la tasa de reposición, excepto en las FSE y en los servicios públicos básicos.
El líder del PP ha propuesto un "redimensionamiento" del sector público y del personal a su servicio, mediante la "reestructuración y supresión de organismos públicos, agencias y otras entidades públicas", así como la congelación de la oferta pública de empleo. Junto a ello, ha anunciado que acometerá una reforma "inmediata" del modelo de televisiones públicas que permita ahorrar gastos. Reformas laborales
En materia laboral también ha anunciado diversas reformas. Así, ha avanzado su intención de suprimir las prejubilaciones "salvo en circunstancias muy excepcionales", con el fin de "poner freno a la práctica abusiva". Además, ha dicho que se propone elevar la edad real de jubilación a la edad legal. También ha abogado por "reordenar" el tratamiento fiscal de las pensiones e impulsar los sistemas "complementarios" a la Seguridad Social.
Durante su intervención ha confirmado que actualizará las pensiones a partir del 1 de enero de 2012, después de que hayan estado congeladas en 2011. Según ha dicho, "será el único compromiso que me van a escuchar en el día de hoy de aumento de gasto". Asimismo, ha desvelado que habrá incentivos para la contratación de jóvenes y que el calendario laboral se modificará para reducir los puentes, de forma que los días festivos se trasladen a los lunes para que el rendimiento económico sea mayor, como reclamaba la patronal. Afectará a todos los festivos excepto a "aquellas fechas de mayor arraigo social".
Fiscalidad
En materia fiscal, ha anticipado que su Gobierno mantendrá el IVA "superreducido" del 4% en la compraventa de viviendas habituales y que recuperará la deducción fiscal en el IRPF para la adquisición de vivienda habitual. Junto a ello, mejorará la tributación de las prestaciones de los planes privados de pensiones.