Beatriz Pantin
En horas del mediodía del pasado domingo 29 de enero familias y comunidades yukpa del medio y alto Toromo se congregaron en las montañas de la Sierra de Perijá que bordean el río Atapsi o río Negro para juramentar a Jesús Peñaranda como cacique mayor del centro piloto Kamarachón. La ceremonia comenzó con una ofrenda de chicha de yuca, cánticos y danza. Los 14 caciques de cada comunidad fueron presentados, así como los 16 voceros de los consejos comunales y las mujeres representantes de la cultura. El cacique mayor pronunció un discurso ante la comunidad, siendo investido por las mujeres y los caciques con marcas de ceniza y la indumentaria propia del guerrero yukpa, para invocar, en palabras de la maestra de la Escuela Bolivariana del sector, Sandra Peñaranda, un verdadero guerrero que en verdad gestione y sea fructífero, tenga conocimiento, pida y hable por el pueblo yukpa.
Reivindicación de los derechos originarios
Peñaranda es elegido Cacique Mayor del Centro Piloto Kamarachón, antiguo Toromo, con este nombre hoy llaman la parte baja, es decir las tierras ocupadas de la antigua hacienda Medellín. Kamarachón significa hoy la parte media y alta de este sector. A propósito de su nombramiento, tanto el Cacique Mayor como miembros de la comunidad manifestaron que a diferencia de lo que sucede con las comunidades ubicadas en la parte baja hoy asignadas con el nombre Toromo, representadas por el yukpa José Luis Romero quien viene siendo apoyado por watías (criollos) de Machiques y el partido Acción Democrática, ellos celebraron dos elecciones en las que los yukpa fueron los responsables directos de su elección como Cacique Mayor.
Por eso destacó en su mensaje a las otras comunidades yukpa, que es importante que las otras comunidades reconozcan que allí en esa parte de Toromo, hoy Kamarachón, el que decidió fue el pueblo yukpa, haciendo un llamado de alerta a líderes de otros Centros Pilotos para que no permitan que llegue un watía que no conoce la cultura yukpa y elija un cacique externo a su comunidad. “Nosotros tenemos una cultura”, destacó Peñaranda, por lo tanto el caciquismo es el compromiso de lucha con el pueblo en la exigencia de los derechos que les corresponden a las comunidades yukpa como pueblos originarios del país. Los Caciques Mayores deben conocer bien tanto los problemas internos de cada comunidad como los derechos originarios de los pueblos indígenas, hoy reconocido por la Constitución, la ONU, la OEA como la OIT.
De esta manera, señala, al ser elegido un Cacique Mayor que defienda los derechos originarios los yukpa gozarían equitativamente de los beneficios que actualmente ofrece el Estado, así como de las tierras que “fueron y van a ser de nuevo de los pueblos yukpa”, –refiriéndose a la lucha por la recuperación del territorio ancestral indígena que ocupa la hacienda El Rincón y otras haciendas vecinas.
Como aspecto central de su discurso, Peñaranda expresó la necesidad de trabajar directamente con las instituciones del Estado sin perder su autonomía y a la libre determinación como nación yukpa. Su compromiso con el pueblo como Cacique Mayor, dijo, es lograr que los beneficios sean equitativos para cada comunidad, que haya cultura y seguridad dentro del espacio comunal, exigiéndole a cada institución del Estado, el respeto a nuestros derechos como pueblos originarios: “El gobierno está a disposición si nos organizamos”. Antes, dijo, teníamos un Cacique Mayor que no veía. Ahora habrá un Cacique Mayor que trabajará con las instituciones sin perder o hipotecar su autonomía.
El cacique habló también de su preparación profesional de ocho años en Cuba en el área de bioanálisis. En este momento, realiza estudios de derecho del cuarto semestre. Su visión como Cacique Mayor es servirse de los estudios para trabajar en las comunidades llamando al pueblo yukpa a crear una organización propia, una figura jurídica, que les permita elaborar proyectos teniendo en cuenta su autonomía para ser presentados en embajadas –China, Canadá, Alemania– y, al mismo tiempo, dando los pasos necesarios como dolientes indígenas, tal y como sucedió con la recuperación del territorio indígena en la lucha por los derechos ancestrales con la hacienda El Rincón, “espacio de nosotros los indígenas”.
La elección de los caciques
En la tradición yukpa, señaló la maestra Sandra Peñaranda, los nuevos caciques son elegidos por los antiguos caciques. De común para la cultura yukpa, han existido caciques y segundos caciques en cada una de las comunidades. Cada cacique cumple una función dentro de la comunidad. Hoy se suman los voceros de los consejos comunales. En este caso además, el cacique mayor fue elegido por votación para un centro piloto. Hoy, dice, toda la comunidad se encuentra reunida aquí.
Los denominados Centros Piloto son repotenciados de un plan de control fronterizo presentado por el Ministerio del Poder Popular de Relaciones Interiores y Justicia en el año 2008. Los Centros Piloto constituidos son Aroy, Shirapta, Toromo, Neremü, Kasmera y Tukuko.
Debido a la situación actual en Toromo, anunció el nuevo cacique mayor, que podría ser cambiado el nombre de Toromo a su nombre originario dado que el sello del centro piloto lo tiene el cacique. Ese nombre será Kamarachón
Falta de agua potable y viviendas inestables
El vocero Argenis Romero expresó como las necesidades más urgentes de las 31 familias que integran estas comunidades: la falta de agua potable y el deterioro de las viviendas que se están cayendo. Las representantes de cultura expresaron que no cuentan con materiales para trabajar los tejidos y artesanías, que no tienen dónde venderlas.
La maestra se refirió también a la actual división política en Kamarachón antiguo Toromo, aclarando que todos los niños tanto de Karamachón (parte media) como de Toromo (parte baja) seguirán asistiendo a clases en la Escuela Bolivariana, que además todos niños yukpa deberán gozar de cada uno de los beneficios que ofrece el Estado, y que es deber de los consejos comunales trabajar en conjunto con la comunidad.