08/05/12.-La situación de inestabilidad en el mundo árabe sería usada como un pretexto por las grandes compañías petroleras de EE. UU. para subir los precios de la gasolina. Como resultado, muchos norteamericanos que ya están en el umbral de la pobreza ven cómo se deteriora aún más su calidad de vida.
Los coches de Rigoberto y Carmen Carrigan se encuentran estacionados desde hace algún tiempo. El matrimonio va de compras en bicicleta. No es porque hayan optado por un estilo de vida más saludable. Simplemente se han visto obligados a cambiar el tipo de transporte debido al alza sustancial del precio de la gasolina.
“Esto es un efecto dóminó. Usted va al supermercado y ve que todo está más caro. Nuestros cheques se están poniendo más pequeños, nos está quedando menos dinero en nuestro hogares y nuestras familias se van deteriorando”, dice Rigoberto. “Mucha gente está viviendo en los carros porque está perdiendo sus casas; el bolsillo no les alcanza porque no hay trabajo”, añade Carmen.
En el Estado de Florida el precio de un galón regular de gasolina (casi cuatro litros) ha sobrepasado los cuatro dólares. En otros estados como California, Nevada y Nueva York, el combustible cuesta aún más. “Yo personalmente quiero que el mundo entero sepa que esto hay que detenerlo; que reaccionen y hagan protestas, ya que es imprescindible porque no podemos seguir aceptándolo. Vamos a estar aquí protestando todo el tiempo que sea necesario”, insiste Rigoberto quien decidió dejar una clara constancia de su indignación frente a una estación de combustible en Miami.
“Tengo que andar en bicicleta, en especial por lo de la gasolina porque es un descaro de los grandes consorcios”, explica Rolando Lezcano, otro participante de la protesta por los precios del combustible. “Si nos quedamos callados, si tenemos miedo, entonces seguirá aumentando”, enfatiza Pablo Martínez, otro de los manifestantes.
No son pocos en Estados Unidos los que comparten la opinión de que esta subida de precios no se debe a los altibajos del mercado, sino más bien a la estrategia de las empresas que disparan los precios deliberadamente. Según su punto de vista, las grandes compañías usan la coyuntura en algunos países petroleros, como Irán, Libia o Siria, en calidad de pretexto para multiplicar sus ganancias.
“La situación en Medio Oriente le está añadiendo 10, 15 y posiblemente hasta 20 dólares más al precio del petróleo, hecho que podemos sentir cada vez que vamos a la bomba bencinera. Irán está amenazado con cerrar el Estrecho de Ormuz y eso ha causado una prima en la vulnerabilidad de los mercados, los especuladores están viendo una disfunción”, detalla Jorge Arroche, experto en venta de crudo. Es más, es de esperar que que su costo crezca sustancialmente durante la tradicional alza de precios de la temporada veraniega. Algo que hará que las cifras de los carteles de venta en las estaciones batan verdaderos récords.