Caracas, julio 25 - Una “muerte natural”. Así describió el ministro del Interior, Octavio Lepage, el brutal asesinato del maestro y militante socialista, Jorge Rodríguez, el 25 julio de 1976, en la sede de la Disip, policía política de la época.
Posiblemente tenía razón: eso, es decir, los atropellos, la tortura y la muerte era lo natural, lo que probablemente le ocurriría a todo revolucionario que cayera en manos de los órganos de seguridad. Transcurría el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Así pasó durante las 4 décadas de la llamada IV República, que bajo la máscara de la democracia representativa castigó con violencia total cualquier acción de disidencia o de algún tipo de resistencia de los sectores populares.
“Me encontraba anoche en mi despacho preparando esta rueda de prensa cuando recibí, en de la eh en la la (sic) la noticia, la horrible noticia, de que estaba muerto en su calabozo de la Disip, Jorge Rodríguez, aparentemente de muerte repentina. De muerte natural o muerte repentina”, dijo Lepage como lo registran los medios de aquella época. (Se recuerda que se fumó como ochocientos cigarrillos durante la comparecencia televisiva)
Rodríguez, de sólo 34 años de edad, era el fundador y secretario general de la Liga Socialista, una organización pequeña pero combativa de militantes revolucionarios, que luego de la derrota de la “lucha armada” buscaban mecanismos para impulsar la transformación radical y anticapitalista en Venezuela.
MUERTE A LOS REVOLUCIONARIOS
Su captura y secuestro por parte de la policía política se pretendía justificar con la acusación de participación en el secuestro del estadounidense William Frank Niehous, presidente de la empresa fabricante de vidrio Owen Illinois, ocurrido en Caracas el 27 de febrero de 1976.
Sin embargo, su detención ilegal pudo ser parte de las acciones represivas para frenar los avances revolucionarios.
Durante 1975 y 1976, en la Liga Socialista se comenzó a ver el crecimiento y su expansión a escala nacional.
Esta organización realizó manifestaciones públicas importantes como la marcha antiimperialista que cruzó el país de Oriente a Occidente y de Norte a Sur y culminó con una gran concentración popular en la ciudad de Cabimas; también a ganar elecciones sindicales y de centros de estudiantes.
Luego de su detención, en la avenida Sucre, frente al liceo Miguel Antonio Caro, al dirigente Jorge Rodríguez lo llevan a un paraje solitario de la carretera Panamericana, vía a los Altos Mirandinos.
Los agentes Braudio Gudiño La Cruz, Guillermo Zambrano Salazar, Itamar Ramírez y Juan Álvarez Díaz fueron los que trasladaron. Fue torturado a fin de que revelara la ubicación del secuestrado. Por no delatar y acusar a sus compañeros de hechos en los que además no estaban involucrados, Jorge Rodríguez recibió una golpiza extrema. Fue regresado a la Disip donde agonizó por horas en una celda conocida como “tigrito”.
Hasta allí le llegó repentina pero “natural” e inevitable la muerte. Su cuerpo mostró derrames internos y desprendimiento de órganos así como numerosas fracturas. (La tenaz denuncia de JoséVicente Rangel permitió establecer la verdad).
Actos
Para conmemorar los 36 años del asesinato de Jorge Rodríguez, sus familiares, compañeros de lucha y sus amigos realizarán un conjunto de actos.
La jornada comenzará a las 9 am en la Tierra de Nadie de la UCV, donde se encuentra la placa conmemorativa del líder revolucionario.
Posteriormente, a las 11 am, se realizará el tradicional homenaje que se efectúa anualmente ante su tumba en el Cementerio General del Sur.
Mientras que a las 2 pm está previsto un foro sobre su pensamiento, en el salón Andrés Eloy Blanco del Palacio Municipal
Por su parte, la Asamblea Nacional aprobó la semana pasada un acuerdo conmemorativo del crimen contra Jorge Rodríguez.
Un recuerdo sobre un revolucionario integral
FERNANDO SOTO ROJAS
ESPECIAL CIUDAD CCS
Jorge Rodríguez 1942-1976. 36 años de lucha intensa por la vida y ante la vida. Caroreño del estado Lara, de origen pobre y humilde en la relación con la gente. Su madre-padre Eloína Rodríguez lo ayudó hasta donde pudo en manutención y educación durante primaria y bachillerato.
A temprana edad adquirió conciencia política y asumió la causa popular en el tiempo final del perejimenismo y el inicio del puntofijismo (las dos caras del capitalismo venezolano) asumiendo la militancia revolucionaria en la juventud rebelde de AD, del MIR y luego ya con más experiencia y madurez en otras trincheras. Es uno de los fundadores del proyecto Organización de Revolucionarios (OR) Liga Socialista con Carmelo Laborit, David Nieves, Julio Escalona, Pedro Losada, Elias Eljuri, Marcos Gómez y Fernando Soto Rojas en la década de los 70 del siglo pasado.
En un libro póstumo El Pensamiento Revolucionario de Jorge Rodríguez se puede conocer parte de la personalidad de Jorge y de su formación.
Un líder popular, estudiantil, con formación política, antiimperialista y socialista que dejó huella en el Consejo Universitario de la UCV en la Federación de Centros Universitarios y en las trincheras del movimiento popular de entonces.
Caracterizó en lo fundamental el primer gobierno de CAP-Fedecámaras al servicio del imperialismo y la oligarquía, y señaló las carencias del movimiento popular influenciados por la reacción, el reformismo y el foquismo-anarquismo que limitaba el desarrollo autónomo del movimiento.
Jorge Rodríguez y el Proyecto OR señalaban que había un vacío político en el país, que no había vanguardia partidista y que la tarea estratégica del primer orden era la lucha por la construcción del Partido Revolucionario del Proletariado y que la contradicción principal del movimiento revolucionario era entre teoría y práctica, que el aspecto principal de esa contradicción era la teoría en tanto no existía la teoría de la Revolución venezolana, la cual era necesario ir construyendo partiendo de una caracterización del país, de una revisión de la historia contemporánea a medida que se participaba en las luchas concretas de las masas.
En el plano político, la OR planteaba la necesidad de la combinación de las formas de lucha y organización, además, de la necesidad de construir una organización estructurada dialécticamente o conformada de una vertiente clandestina, una vertiente guerrillera y una vertiente legal abierta en la cual la tarea de agitación y propaganda eran tareas principales.
La Liga Socialista surge de la política del voto nulo como saldo organizado de las elecciones presidenciales de 1973.
Jorge Rodríguez desarrolló una práctica consecuente siempre con los principios de lucha por la liberación nacional y el socialismo, pero creadoramente con la participación del pueblo y sin dogmatismo.
Las circunstancias de hoy son distintas aunque el enemigo sigue siendo el mismo. En Venezuela está la Revolución Bolivariana con el liderazgo del Comandante Chávez y el pensamiento de Jorge Rodríguez sigue vigente en muchos aspectos, sobre todo respecto a la línea organizativa, de masa, la concepción del partido, los métodos de dirección y de trabajo colectivo.
Está planteado escribir la biografía sobre Jorge Rodríguez, un revolucionario integral, de convicciones firmes y sólidos principios éticos y morales, de una práctica ejemplar y de una claridad frente a las exigencias de su tiempo histórico.
Por eso lo asesinaron; el fascismo es así, pero no pudieron apagar la luz del lucero y de allí la poesía y el canto de Gloria Martí sobre el compañero.