7 de mayo de 2014.- Llegó la trágica noticia del fallecimiento de Miriam Romero Martínez, hija del Cacique Yukpa Sabino Romero y su fiel compañera Lucía Martínez. Miriam falleció víctima de paludismo y meningitis, mientras permanecía en Ciudad Bolívar por invitación de la Universidad Indígena de Venezuela, donde sus hermanos se forman actualmente.
Hace tres semanas murió su tía materna al parir bajando de las montañas de la apartada comunidad Wasama en las cabeceras del río Yaza, hace dos semanas murió su sobrino en el Hospital Universitario de Maracaibo, al nacer prematuro, y en la cuenca alta del río Tukuko murió la señora Ishishu de la comunidad Ipica de 30 años de edad de tuberculosis y hepatitis B. Todos los fallecidos presentaban desnutrición y anemia producto del hambre.
La Sociedad Homo et Natura ha venido denunciando el profundo abandono en el que se encuentran cientos de comunidades indígenas en el país por improvisados planes de atención y la mora en la restitución de las tierras que ancestral y tradicionalmente ocuparon, como lo ordena la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas.
Estas enfermedades coloniales, señala una nota de prensa de la organización, "son el legado de las viejas y nuevas prácticas de exclusión hacia los pueblos originarios en Venezuela, ante la negación gubernamental de diseñar y ejecutar un Plan Integral por la Paz del Pueblo Indígena Yukpa acorde a las premisas socio-culturales de esta etnia, ignoradas a pesar de las continuas denuncias ejercidas por organizaciones de derechos humanos y las y los voceros de las comunidades indígenas de la Sierra de Perijá a nivel local, nacional e internacional".
Recalcaron que el Gobierno Nacional y la Gobernación del Estado Zulia nada han hecho para comenzar a cumplir con el Plan de Indemnización presentado por las familias de los líderes asesinados Sabino Romero Izarra y Alexander Fernández el 3 de marzo de 2014 en el despacho del Secretario de Gobierno del Estado Zulia.
Finalmente señalaron que el Estado debe responder por la continua y sistemática política de improvisación hacia nuestros pueblos originarios.
Amor y Solidaridad con el pueblo Yukpa en su dolor y resistencia.