La transnacional minera Shandongold, que desde hace más de un mes mantiene paralizada la explotación de la mina Jin Yan por su negativa a firmar un contrato colectivo con los trabajadores –derecho básico elemental para el colectivo laboral-, ésta siendo denunciada por reducir a condiciones de esclavos a 37 trabajadores extranjeros (por cierto, un número de extranjeros superior al permitido por contrato de consignación de CVG Minirven).
Estos 37 compañeros trabajadores de nacionalidad china son obligados por los patronos a mantenerse dentro de la mina, expuestos a jornadas extenuantes, se les niega el derecho a hablar con las autoridades de la empresa, y con sus compañeros de trabajo, así como a la sindicalización; por otra parte, les suministran alimento y “ron” para que se no movilicen de las instalaciones de la empresa.
Actualmente, y como consecuencia del paro de actividades que los compatriotas organizados en SINTRAJINYAN están llevando adelante por el derecho a contrato colectivo y salario digno, estos trabajadores están padeciendo una superexplotación sin precedentes, porque se pretende con ellos reemplazar el trabajo de los compañeros en conflicto.
Las autoridades no pueden seguir ciegas, sordas y mudas a esta realidad. Hasta más de 40 días de conflicto no han encontrado respuesta de ninguna institución gubernamental, todas informadas a través de sus propios trabajadores que se han movilizado hasta Caracas y Pto. Ordaz, a pesar de las dificultades para presentar sus denuncias, así como su reclamo de conformar una mesa tripartita (empresa-gobierno y trabajadores), mientras tanto, la Inspectoría, la Asamblea Nacional y la Presidencia de la Nación, aun no ofrecen solución. Mientras que los heroicos mineros, que no cesan en su reclamo, siguen expuestos a las golpizas, y encarcelamiento con el que los hostiga la Guardia Nacional, que como en la IV República, sigue colocándose del lado de los patronos y las transnacionales.
Los reiterados incumplimientos contractuales de la transnacional, la negativa a respetar nuestra legislación laboral, el embuste montado contra el Estado respecto de la calidad del material que están sustrayendo (dicen que es de 5 gramos por tonelada y en realidad es de 18 ) y las condiciones de esclavitud que practican con los trabajadores chinos, y que pretenden trasladar a los compatriotas venezolanos, son suficientes razones para anular el contrato de explotación minera con CVG Minerven.
Hay otro camino para sustraer las riquezas de esas tierras: Que se vaya la transnacional esclavista, y que el Estado y los propios trabajadores gerencien la empresa..
Pero ¡Mosca a todos los compatriotas! porque Nicolás Maduro junto con representantes del gobierno y la Asamblea Nacional, no hace más de 20 días viajó a China a buscar nuevas inversiones.¡No vamos a construir el socialismo del siglo XXI con estos esclavistas! Crecen en el mundo las denuncias acerca de las condiciones infrahumanas con que estas transnacionales están explotando a los trabajadores chinos desde la apertura económica que impulsan las autoridades de ese país. Salarios de 50 dólares mensuales, jornadas de más de 10 hs. de trabajo. Prohibición de sindicatos, cárcel y represión a los que luchan. Esto es el pan de cada día que las empresas chinas, en connivencia con la burocracia gobernante, aplican a los trabajadores en ese país.
Salarios y contratación colectiva dignas, iguales derechos para trabajadores compatriotas y extranjeros, anulación del contrato con Shandangold y nacionalización de la mina con gerenciamiento obrero parecen ser las únicas soluciones contra estos patronos exclavistas.