Moscú no esperaba nada así de la prensa estadounidense. La publicación USA today dio a conocer una entrevista con el general Hal Hornburg, quien confirmó que los aviones caza multifunciones SU-30MKI (Sukhoi de fabricación rusa), utilizados por India y Venezuela, habían superado por completo a los F-15C/D Eagle en 90% de los simulacros de combate aéreo.
Homburg, que dirige el Comando de Combate Aéreo de la Fuerza Aérea norteamericana, dijo que los EE.UU. podrían ya no estar tan por delante del resto del mundo como originalmente se pensaba. Siendo el F-15 el avión de combate de mayor superioridad aérea de ese país, las impresionantes victorias de los cazas indios pueden considerarse una llamada de atención para ciertas figuras importantes dentro de las Fuerzas Aéreas, añadió el general Hornburg.
Esta solo era una primera revelación increíble. La publicación oficial, de carácter interno, de la Fuerza Aérea también analizó la llamada «victoria rusa», ofreciendo detalles más reveladores aun. Se supo que los F-15 se enfrentaron a los Su-30MKI Flanker, así como a los Mikoyan-Gurevich Mi-27 o Flogger, a los MiG-29 Fulcrum e incluso a los antiguos Mig-21 Bisontes. Todos cumplieron su cometido derrotando a los Eagles y a los cazas Mirrage-2000 de Francia. El acontecimiento fue una sorpresa total para los pilotos norteamericanos, según el sito Web del Washington ProFile.
Sukhoi disparando un mísil aire-tierra.
Los simulacros de combate aéreo
Ni los expertos militares rusos, ni los diseñadores de aviones de combate expresaron sorpresa alguna por estos acontecimientos. El diseñador jefe de Sukhoi, Mikhail Simonov en repetidas ocasiones ha dicho a la Revista Militar Rusa y a otras publicaciones que el Su-27 Flanker y el Su-30MKI, en su versión avanzada y actualmente en servicios en la fuerza aérea de la India y Venezuela, habían sido construidos como contraparte del F-15 Eagle.
Además, los diseñadores soviéticos advirtieron de antemano las características muy superiores de esos aviones. En consecuencia, los especialistas no se muestran particularmente sorprendidos al ver que en las operaciones de esas naves se pongan de manifiesto las advertidas características. Por otra parte, los expertos rusos se han sorprendido al ver que el alto mando norteamericano ha admitido esta realidad de forma oficial cuatro meses después de haber ocurrido.
Los cazas de la India, Su-30MKI, y los F-15C/D Eagles se enfrentaron exitosamente en los cielos sobre la base de la fuerza aérea de Elmendorf, Alaska, en febrero del 2004 con tres de las cuatro victorias. Sin embargo, nadie mencionó tales triunfos u otros aspectos relacionados con los mismos en ese momento.
Sukhoi 35 Supercaza de 5ta Generación
Los cazas rusos obtuvieron su primera victoria sobre los norteamericanos en Corea y Vietnam. Por otra parte, nuestros aviones se anotaron sus primeros triunfos en simulacros de combates a principios de los años 1990, es decir, cuando los aviones Sukhoi y los Mig acababan de hacer su entrada en estos topes aéreos internacionales. En esos momentos varios de los famosos cazas Su-27 volaron hacia Canadá bajo el mando del mayor general Alexander Kharchevsky, que dirige el Centro Lipetsk de Entrenamiento para Pilotos de la Fuerza Aérea Rusa, para dar allí una muestra de su impresionante potencial. (Un Su-27 biplaza de entrenamiento al mando de Kharchevsky llevó al Presidente Ruso Vladimir Putin a Chechenia.)
En lugar de misiles y bombas, los cazas rusos y norteamericanos usaban cámaras aéreas para grabar o filmara a sus adversarios durante los simulacros de combate. Los pilotos norteamericanos se decepcionaron al conocer los resultados de sus operaciones ya que sus cámaras no mostraron imágenes de ningún Su-27. Mientras que los rusos habían filmado a sus rivales desde casi todos los ángulos, mostrando todos los componentes vulnerables de sus aviones.
Los cazas Sukhoi solo pueden ser superados en número
El impresionante éxito de los pilotos rusos se debió más al espectacular desempeño de los Sukhoi con su decisiva proporcionalidad de ofensiva y peso, más que la utilización de buenas cámaras aéreas.
El insuperable desempeño de estos aviones se ha reconocido en el mundo, ya que ninguno otro (excepto los cazas Mig) pueden ejecutar maniobras tan escalofriantes, como los Cobra de Pugachev y algunos otros.
Los F-15, los F-16 y los F-18 tienen un amplio radio de maniobra; los cazas rusos, que pueden ejecutar vueltas muy cerradas, son capaces de girar casi naríz con cola facilitando así la persecución de cualquier otro avión y dar su golpe de gracia una y otra vez.
Un Sukhoi biplaza
Los cazas MiG-29 de superioridad aérea se enfrentaron también con los Mirage-2002 de Sudáfrica a mediados de los años 1990 e igualmente los vencieron.
Arkady Slobodskoi, supervisor jefe del programa MiG-29 asegura que todo MiG-29 asegura al 100% la derrota de su contrincante una vez que el piloto visualiza a su enemigo; sólo hacen falta cinco o seis disparos de ametralladora para derribar un avión enemigo.
Los Estados Unidos, que conocen todo sobre el deslumbrante potencial de combate de los cazas rusos, compraron un escuadrón de MiG-29K a Moldavia después de la desintegración de la Unión Soviética. (Ese escuadrón fue desplegado en una base aérea cerca de Chisinau.) Alemania, que había adquirido un cierto número de MiG-29 después de la reunificación del país, ofreció asistencia técnica para reparar los cazas de Moldavia.
Ambos, Alemania y Los Estados Unidos actualmente utilizan esos aviones para entrenar a sus pilotos de manera que puedan enfrentar los 7,000 «cazas rusos» que existen en todo el mundo. La revista británica Military Balance estima que la India solamente posee más de 500 cazas rusos. No resultaría sorprendente que los pilotos indios pudieran derribar a sus rivales norteamericanos en escaso tiempo ya que los pilotos experimentados y los aviones de condiciones únicas son la clave del éxito, a pesar del los programas de entrenamiento intensivo que lleva a cabo la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Por otra parte, los expertos coinciden en que desde hace un tiempo, los pilotos norteamericanos no se enfrentan a adversarios potentes. La Fuerza Aérea Norteamericana controló los cielos de Yugoslavia en 1999, sin tener en cuenta el profesionalismo en esa ocasión. Lo mismo puede decirse de las campañas en Irak en 1991 y en el 2003, porque la fuerza aérea iraquí no despegó en ninguna de las dos ocasiones. Es por ello que los simulacros aéreos son la única forma de acumular experiencia.
¿Hacia donde van los rusos?
La vieja mentalidad de la Fuerza Aérea Norteamericana evita la «confrontación» de sus pilotos con sus rivales rusos porque cualquier posible revés podría ir en detrimento de su moral; todo piloto de la Fuerza Aérea Norteamericana tiene que estar convencido de que puede y debe vencer al que fue su «enemigo en teoría».
Un Sukhoi armado.
Al mismo tiempo, tales inconvenientes no existen durante los simulacros aéreos que incluyen a pilotos indios ya que sus victorias pueden justificarse sobre la base de un entrenamiento inadecuado. La próxima vez nos desquitaremos, dicen los pilotos norteamericanos.
Pero, ¿por qué los Estados Unidos no informan a todo el mundo sobre sus reveces? Ni a los generales rusos ni a los norteamericanos les agrada hacerlo. La explicación está a flor de piel: el Congreso analiza las asignaciones del presupuesto para la defensa, del el año fiscal entrante cada mes de Junio, es por eso que el alto mando norteamericano ahora empieza a hablar de los acontecimientos de febrero del 2004.
El presupuesto total de defensa propuesto alcanza la fabulosa cifra de $450 mil millones, diez veces por encima de las asignaciones del presupuesto ruso para la defensa. Sin embargo, el Pentágono piensa que esa cifra no es suficiente y persigue obtener un pedazo mayor del pastel. En consecuencia, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos hace todo cuanto puede para conseguir el apoyo de contribuyentes comunes, de manera que el Congreso disponga de dinero adicional.
Teniendo en cuenta todo esto, el Pentágono revela a todo el mundo el impresionante éxito de los cazas rusos y la derrota de sus propias máquinas bélicas. El Pentágono conoce demasiado bien que el establishment político norteamericano siempre ha reaccionado de manera exasperada ante la siguiente alarma: «vienen los rusos».
Esta es una buena lección de Relaciones Públicas, que todos debiéramos aprender, también. Los que invocan el desarrollo de un programa de rearme de las Fuerzas Armadas Rusas deben aprender esta lección primeramente. En estos momentos no les agrada admitir que el arsenal de combate ruso es ligeramente inferior a sus equivalentes en otras partes del mundo. No están confundidos por la lógica elemental, que indica que la falta de conflictos no sugiere necesariamente la modernización del armamento, ni tampoco esa lógica estipula el desarrollo o creación de nuevos y caros sistemas bélicos.