Desde las calles huracanadas de la Venezuela posterior a la jornada insurreccional del 3 y 4 de febrero de 1992, fecha memorable que desató por toda la geografía venezolana el flamear incontenible del pabellón nacional, símbolo patrio cuyo destino parecía ya estar limitado a los actos oficiales y a los domingos marcial en bases áereas, bases navales y cuarteles.
Quizás una de las causas del flamear y el estremecimiento del tricolor, haya sido el brazalete usado por las tropas del Movimiento Revolucionario 200, durante el desarrollo de la operación ¨Ezequiel Zamora¨ que salió del letargo y combatió durante más de 12 horas en miles de brazos palpitantes de esa juventud que se atrevió, a dar un paso al frente, en busca de la patria perdida.
Los tres colores mirandinos , iluminaron la oscuridad con un rayo de iris, para amanecer desafiando a quienes traicionaron las esperanzas de todo un pueblo heroico y libertario.
Las armas fueron rendidas POR AHORA. Pero los brazaletes tricolores, cogieron vuelo con el viento cálido de febrero y se dispersaron por las calles, los caminos y campos de Venezuela.
Y ahora ondean en las manos de hombres, mujeres y niños venezolanos !PARA SIEMPRE!.
El brazalete bolivariano, robinsoniano y zamorano , surgió como toda la inspiración del MBR 200, viene de lejos, producto de toda una vivencia de años forjadores de sueños en ebullición expansiva.
En una recopilación de documentos que hace la editorial Manuel Vadell de un trabajo realizado por el entonces Teniente Coronel del ejercito, Hugo Chávez Fías desde la cárcel de Yare, donde se refiere al tema en cuestion (Un brazalete Tricolor) y que logra extraer para su públicación. Es lanzada al público en forma semi-clandestina en el mismo año 92.
La recopilacion que allí se presenta , es apenas una muestra de la siembra de tantos hombres durante tantos días de la vida.
Desde los tiempos del uniforme azul, del penacho blanco y el paso redoblado en el alma mater, fue siempre la bandera motivo de inspiración para la marcha larga.
Dice Chávez, muchos compañeros, vivos y muertos, están presente entre las líneas de este modesto trabajo. A todos ellos soldados de la patria que ya se levanta, dedico este saludo tricolor.
¨Volver al reencuentro con nosotros mismos, y con tantos sueños inconclusos que galopan hacia el horizonte ¡vamos a su encuentro con la fuerza de mil centauros, en carga tumultuosa, tremenda y victoriosa!¨. Hugo Chávez Frías Teniente Coronel del Ejercito.
