Luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, se comenzó a denunciar un problema de Estado que nadie quizo escuchar. Eleazar López Contreras, por ejemplo, lo llamó "Crisis de Hombres". Mario Briceño Iragorry, en su "Mensaje sin Destino" (1952) afirmó que "como lo que se ha tratado es de dar “colocación” a los amigos, se ha mirado el lucro del destino, sin ver lo que gane el Estado. De allí la falta de selección y del descaro con que se hace, pongamos por caso, de un modesto talabartero un empinado funcionario consular. Por ello carece la república de un elenco de funcionarios que se hayan preparado por medio de la fecunda continuidad del servicio..."
Hugo Chávez, en el libro "Mi primera Vida" escrito por Ignacio Ramonet (2013) explicó que los nombramientos inmerecidos tenían desmoralizada a la Fuerza Armada, durante la IV República. "La carrera militar llegaba hasta Teniente Coronel" y el cambió en la Fuerza Armada se logró, en parte, por reconocer los méritos de las personas ascendidas durante el gobierno de Chávez.
El nepotismo, el incondicionalismo, la adulación, la traición, la incompentencia, y otros males encubiertos por sus consecuencias (corrupción), forman una constelación de mucho peso en el juego político del país. Esto debe cambiarse.
En este video se afirma que con una pequeña acción se puede cambiar el juego político en el país, para fortalecer al Estado y tener mejores condiciones para afrontar las crisis. Esa acción consiste en la eliminación de la práctica del libre nombramiento y remoción en cargos de dirección de la administración pública, lo que tambien incluye a las empresas del Estado. Aunque se enfoca en el caso de Venezuela, es aplicable a otros países de América Latina y el Caribe.
