Definitivamente las medidas para evitar el contrabando de gasolina en las zonas fronterizas son necesarias. Las ventas de combustible tienen que ser controladas. Pero paralelamente deben tomar medidas para evitar el surgimiento de organizaciones delictivas que actúan al amparo de la complicidad o la irresponsabilidad de los concesionarios y de las autoridades encargadas de ejecutar las medidas ordenadas por el ejecutivo nacional. Estas organizaciones roban descaradamente a los usuarios y especialmente los turistas, tal como ocurre en el sur del Estado Bolìvar, en la ruta a la Gran Sabana, donde ha surgido la mafia de “Los Pimpineros”, que no son otra cosa que extorsionadores que actúan impunemente ante la mirada complaciente de los uniformados destacados en las estaciones gasolineras.
Lo que aquí narramos,no fue que alguien nos contó, fue que lo vivimos en carne propia, al tener que pagar 250 mil bolívares por 15 litros de gasolina, el día 23 de diciembre. en la zona conocida como el Kilometro 88, de la vía Gran Sabana y que al regreso evitamos caer en la misma trampa en Tumeremo, pernoctando en un hotel, que significó una desembolso que no estaba previsto en nuestro presupuesto, pero burlamos la estafa.
El caso es que aprovechando el disfrute de vacaciones decidimos ir La Gran Sabana, que hacía algún tiempo no visitábamos y nos encontramos con la novedad que las gasolineras que antes trabajaban hasta las diez o más horas de la noche ahora cierran a las seis de la tarde y el servicio lo asumen los pimpineros que cobran hasta 20 bolívares por un litro de gasolina y su puesto de operaciones lo tienen al frente o al lado de la Estación de Servicio, como en el caso del kilómetros 88, donde los pimpineros tienen un puesto de venta de CD (quemados) frente a la dispensadora de combustible y allí captan a las víctimas que van confiados en el servicio, que ofrece nuestra empresa PDVSA, pero que los contrarrevolucionarios agazapados se encargan de boicotear, con el paro petrolero lifh, que han decretado en todas las esatcions gasolinera, a partir de Guasipati donde comienza el “control” pero de las mafias.
Como periodistas indagamos que está pasando, y precisamente un agente de los pimpineros nos dio la respuesta a nuestra inquietud al comentar mientras nos ofrecía la ganga de 18 mil bolívares por litro: “Mire aquí lo que pasa es que la gente de la bomba, tiene un negociòn, con la gasolina, imagínese que la gandola surtió a las 12 del dìa, abrieron y fìjese no son las tres y ya no hay gasolina. Aqui todo el mundo acapara la gasolina pa’ venderla bien cara. Esta pimpina qu le estoy vendiendo, en 250, en las minas pagana, medio millón y más, por eso es que apenas abrieron la bomba llegaron los camiones y cargaron todo el combustible para revenderlo màs adelante. Esa gente (Los de la estación de Servicio) gana mucho real, con la venta a los acaparadores.
En Tumeremo preguntamos a un despachador, porque cierran tan temprano y la respuesta sin mucha convicción fue: Cerramos a las 6, porque hay muchos atracadores. La pregunta para nuestro interior es: ¿Qué hacen entonces los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en esos establecimientos?
El Ministro Rafael Ramìrez, tiene el balòn en su área, porque no es posible que si hasta hace poco nos desplazábamos por la ruta Gran Sabana, sin contratiempos, en el campo del combustible, ahora estemos sometidos a la voluntad de los pimpineros que presuntamente están en connivencia, con quienes manejan el negocio.
Evidentemente que la supensiòn del servicio a plena luz del día, no tiene otra finalidad que proteger la actividad de los pimpineros que es otra modalidad delictiva, en el Estado Bolívar.
Periodista*
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