Hay en nuestro País dos clases de atracadores, los que utilizan la violencia con armas para despojar a la victimas de sus pertenencias y si hacen resistencia lo asesinan, no importa el dolor de las familias de las victimas con tal de apropiarse de sus pertenencias.
Hay otros atracadores, que no asesinan a sus victimas, solo se aprovechan de sus necesidades, ofreciéndoles el producto acaparado para luego vendérselo al precio que sea mas rentable a su bolsillo.
Este es el atracador que no asesina, pero especula con el hambre del pueblo. Así convertirse de la noche en la mañana en un "comerciante" más prospero y por ende más rico.
Para estos atracadores no hay gobierno, no hay fiscales de protección al consumidor, y eso se debe que en Guayana, la especulación no tiene límites, cada quien vende al precio que le viene en gana.
Todos estos atracos lo cometen diariamente los dueños de abastos, supermercados, panaderías, charcuterías, ventas de repuestos, ferreterías, ventas de pinturas y materiales de carpintería y venta de utensilio para el hogar.
Días después de las medidas anunciadas por el Gobierno con relación al aumento del dólar, los dueños de establecimientos comerciales, no abrieron las puertas de sus negocios y así aprovecharon remarcar y alterar los precios de sus mercancías.
Es bueno que el país sepa, que estos especuladores (atracadores) son los mismos que se quejaban del gobierno porque no les suministraban dólares a Bs.4.30 y por ese motivo especulan con mayor saciedad. Ahora nos vienen con el cuento que si no alzan los precios se descapitalizan.
Esa fue la "obra" de Pedro Tinoco, Ministro de Hacienda de Carlos Andrés Pérez que devaluó el Bolívar, para aumentar los productos de primera necesidad.
Bueno seria que este Gobierno Revolucionario que ha demostrado con hecho y no con palabras, darle apoyo irrestricto a los empresarios honestos de nuestro país, entregándoles dólares preferencia para la importación de materia prima para su industria y quienes han cumplido con su compromisos.
Es menester que se debe ordenar una exhaustiva investigación a esos seudo empresarios. Revisando las facturas del País de origen, donde compran el producto, hasta que el mismo ingrese a nuestro país y llegue al distribuidor con los precios fijados con su margen de ganancia autorizada por el estado Venezolano.
Esta seria una forma para acabar con la especulación desmedida, y a la vez con la venta del dólar paralelo, porque no habría necesidad de comprar en el mercado negro, y así los atracadores no tendrían argumentos para justificar su especulación.
¡Patria Socialista!
¡Viviremos y Veneremos!
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