Quedamos gratamente impresionados con la entrevista que le hizo el pasado día 3 de mayo en curso en su programa Contragolpe, la excelente periodista Vanessa Davies, a la nueva titular del Ministerio del Poder Popular para la Salud, la Dra. Isabel Iturria, Directora fundadora del Cardiológico Infantil Latinoamericano “Gilberto Rodríguez Ochoa”.
Ante las preguntas siempre agudas y pertinentes sobre la realidad que vive un país en permanente zozobra por parte de una oposición absolutamente irracional que no tiene otra meta que la de acabar con la revolución, sus palabras francas y bien optimistas sobre la realidad del sistema público de salud del país, no son más que píldoras muy positivas sobre lo que será su gestión hacia el proyecto de hacerlo eficiente y de altísima calidad.
Reconoció la ministra Iturria los terribles problemas que encontró en el Hospital Victorino Santaella de los Teques, caso que ha concitado inmensa inquietud en la colectividad de la capital mirandina, cuya remodelación no sólo estaba paralizada desde hace varios años por la irresponsabilidad de dos empresas contratistas que habían sido seleccionadas por el Ministerio para la ejecución de las mismas y que no obstante que ambas compañías ya habían cobrado los respectivos anticipos, optaron por abandonar las obras y dejarlas en el limbo, lo cual, aseguró la ministra, ya fue subsanado, pues de inmediato se reunió con los responsables de las mismas, a quienes les dio una semana de plazo máximo para que las reiniciaran.
Ante una repregunta de la entrevistadora de que tenía entendido de que no era sólo ese centro hospitalario el que se encontraba en esa situación, entre los cuales nosotros podemos mencionar que algo similar ocurrió a fines del año pasado con el Periférico de Coche, la Dra. Iturria le aseguró a Vanessa que, afectivamente, había otros muchos casos, pero que ya el ministerio estaba montado sobre cada uno de ellos para que la situación sea normalizada. Fue sumamente clara en calificar esa situación como vergonzosa y que, efectivamente lo que está sucediendo en el Santaella “está multiplicado en diversos hospitales del país” y eso, por supuesto no puede ser tolerado.
Aseguró la ministra Iturria “que este es el momento de atender el llamado que ha hecho el presidente Nicolás Maduro durante sus jornadas de Gobierno de calle, a combatir unidos en bloque para defender el derecho del pueblo (..) Es inconcebible que una contratista incumpla sus acuerdos formales, mucho menos si es con el Estado venezolano y mucho menos (también) si es en (un) establecimientos de salud (…) hay una falta de ética de lo humano y de compromiso con su propio trabajo”.
Se extendió en otros temas la nueva ministra, tales como el invalorable aporte que nos ha brindado Cuba en el desarrollo eficaz de un sistema de salud preventiva que el país nunca tuvo, de cuya calidad es un grosero atrevimiento ponerla tela de juicio, cuando sabemos que a pesar de haber estado bloqueado el país caribeño por más de 50 años por el imperio yanqui, hoy por hoy no solamente ocupa los primeros lugares en el Continente en cifras que tienen que ver con el éxito que ha logrado en diversas áreas de la salud, sino que dichas cifras superan con creces los indicadores de muchos países del llamado primer mundo, de donde se infiere que su medicina es de altísima calidad, con lo cual le respondió a Vanessa que es total y absolutamente falsa la matriz que han querido imponer los medios opositores del país, de que los médicos de la hermana República de Cuba, son deficientes. Agregó que esa medicina exitosa cubana la reconocen instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud, entre otras muchas, las que, agregó, no descansan sus dirigentes desde hace bastantes años, al menos desde 1973, de promocionarla en los foros y encuentros internacionales de sus afiliados.
Abordó otros muchos aspectos de la salud, como la deplorable condición en que funcionan cientos de espacios que los llaman clínicas privadas, donde se hacen intervenciones quirúrgicas por personal no sólo incapacitado para hacerlas, sino en condiciones de higiene deplorables. Lo cual, vale la pena que lo recordemos, trajo consigo el pasado año resultados gravísimos, como vimos que sucedió con varias compatriotas que murieron por inyectarse biopolímeros y otras sustancias nocivas dizque para conseguir por esa vía el sueño que les venden por la televisión de convertirse así en hermosas divas.
Con el mayor interés tocó el tema de los medicamentos, insistiendo en la necesidad urgente de que la Revolución los excluya de la lista de las mercaderías y los declare bienes sociales, como paso esencial para impedir que sigan siendo opciones para obtener ganancias abusivas por parte de las empresas farmacéuticas, así como acelerar la publicación de la Resolución que obligue a los galenos en sus récipes a indicar el medicamento que le recomiendan a sus pacientes para curar sus dolencias por la denominación de sus principios activos y no por vía de indicar una determinada marca. Dijo de modo enfático que los medicamentos genéricos son exactamente iguales a los de marca en el 99% de los casos y retó a quiera discutir sobre esa verdad en los espacios científicos que fuesen necesarios.
Esto es en síntesis lo que intentamos recordar de esa importante entrevista que vale la pena que sea repetida en cadena nacional, porque allí se abordan asuntos que son del mayor interés de los venezolanos, pues están íntimamente vinculados con la salud y su preservación.
No queremos concluir sin antes aprovechar esta maravillosa oportunidad para pedirla a la Dra. Iturria, quien ha asumido las riendas de un ministerio que tiene inmensos retos por delante, que por ello debe, no sólo mantener los ojos y oídos muy bien afinados, pues allí también, no nos cabe la menor duda, funcionan mafias adiestradas que manejan sujetos que se hacen pasar por revolucionarios y que son hábiles para engañar a incautos, sino rodearse de gente de su más absoluta confianza que la dote de instrumentos y mecanismos idóneos para el control de los gastos presupuestarios, conforme lo ordena la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal en sus artículos 35, 36 y 38, y para hacerle seguimiento y fiscalización a esas compras de bienes y servicios, de manera que el ministerio a su cargo esté en perfecta sintonía con el propio despacho de la Secretaría de la Presidencia, a la cual el presidente Chávez, en octubre del año pasado, le amplió sus competencias en materia de seguimiento, fiscalización y control de la obra gubernamental y que nuestro actual primer mandatario, Nicolás Maduro, no ha dejado un instante desde que asumió como Encargado de la Presidencia, de abordar ese tema, diciendo en términos sumamente claros que no bajará la guardia en ese esfuerzo, como única opción que existe para lograr que su gobierno sea eficiente y eficaz.
Fíjese ministra que lo sucedido con esas empresas contratistas no debe repetirse y le agrego, además, que no tiene nada de raro que sean parte de las llamadas firmas de maletín...!!!
oliverr@cantv.net