Comenzamos la semana, repotenciados. Que Nicolás Maduro haya citado a Lorenzo Mendoza a su despacho, nos llena de coraje. Bien vale gritar a todo pulmón ASÍ, ASÍ, ASÍ ES QUE SE GOBIERNA.
Repotenciado también regresó de la gira a Mercosur el propio Maduro. Su disposición –horas después de su visita a Uruguay, Argentina y Brasil- de sentar de nalgas al magnate que en 2002 atentó contra las hallacas y la navidad de todo un pueblo nos reafirma que la Revolución es algo muy serio, tan serio como la obligación de garantizar al pueblo su derecho humano a la alimentación.
“Tenemos muchos indicios de que la Polar ha estado reduciendo la producción para el mercado nacional” dijo Maduro el sábado en entrevista concedida a Telesur para añadir de inmediato que la empresa del pedante Mendoza “está escondiendo productos como la harina precocida para desabastecer”.
¡Es cierto Presidente, sí lo hace! Esconde no sólo la harina: también la pasta, la margarina, el arroz y la leche. Ni se hable del papel tualé encaletado por sus secuaces que también apuestan al golpe económico, incrementando su precio cuando se medio deja ver en los mercados. Cosa grave eh, porque uno puede dejar de comer arepas, pero es imposible dejar de usar las toallitas esas cuadraditas que vienen en rollo. Así sean puyúas.
El encuentro entre el Presidente obrero y el dueño de más de cuatro mil millones de dólares, según la revista Forbes, está previsto para este martes 14 de mayo. Obvio que pueblo, medios de comunicación –nacionales e internacionales- Fuerza Armada, factores oposicionistas y el imperio mismo que da las órdenes para el derrocamiento de nuestra democracia revolucionaria, estarán atentos sobre el saldo que deje la rendición de cuentas.
Es histórico, sin duda alguna, el paso dado por el Presidente. Nos recuerda a aquel del 18 de junio de 2004 cuando nuestro glorioso Hugo Chávez, en Fuerte Tiuna, puso en su sitio al también ponzoñoso Gustavo Cisneros, obligándolo a aceptar su condición de Jefe de Estado.
Celebremos, con cocuy, este primer round sobre la Polar.
¡Chávez vive…la lucha sigue!
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