Que no se preocupe la presidenta del Instituto para la defensa de las personas en el acceso a los bienes y servicios (Indepabis) Consuelo Cerrada, porque si en algún momento pensó que era una desconocida, déjeme decirle que sobre ella hay muchas cosas que se pueden escribir.
En este gobierno hay funcionarios inauditos. Los más graves fueron quienes lograron la devaluación del dólar y del inesperado aumento del 20% sobre la carne, pollo y el queso, y lo lograron, todo aumentó.
A muchos no les importa precisar sobre la subida de estos precios, pues de todas maneras los que venden comida ya aumentaron y cuando digo todo, es todo.
El gobierno aumentó un 48% el sueldo mínimo y a estas alturas el mismo ya se perdió. El pueblo reflexiona, pues para que alegrarnos con el extensión de salarios si es peor el remedio que la enfermedad.
Lamento escribirlo, pero el primero que incentiva y maneja la especulación es el gobierno y todo, para que se siga estimulando en todas las cadenas de comercialización, desde los pequeñitos hasta los más grandes la incontrolable desbandada de precios.
Aquí naufragamos en el cinismo de la usura y el abuso, las mismas va desde las cadenas mínimas, individuales, buhoneros, ni que se diga de los Mendoza, intocables amos del valle, no tardarán en salir algunos ciegos mentales del alto gobierno a defenderlos.
Pero mientras todo sucede, millones preguntamos ¿alguien ha visto o conoce a la presidenta del Indepabis Consuelo Cerrada? Ella es como un fantasma, nadie la ve, pero debe de existir en algún lado del cosmos.
Que nadie se extrañe, pero Consuelo Cerrada debe ser la protegida de algunos de nuestro incandescentes ministros. Muchos de ellos y ellas son especialistas en colocar y mantener a varios presidentes de organismos que aparte de hacerse más desconocidos en el cargo que ocupan, están encargados de pasar silentes para que nadie los ocupe.
Ese es el caso de Consuelo Cerrada, actual presidenta del Indepabis. Nadie la conoce, pero que nadie piense que se ha ido, muy al contrario, acaba de anunciarnos que la fiscalización de los productos comenzará por el estado Miranda, como si el resto del país se mide únicamente por esta región. Cerrada, el país es grande, tiene 335 municipios y una veintena de estados. Al menos intente controlar a las fieras de la especulación.