Ministro del poder popular para interior, justicia y paz Miguel Rodríguez Torres, mire, hágale un gran favor a la ciudad de Mérida, venga e intervenga de manera inmediata esa porquería llena de abusos que lleva los escudos de la patria y que es llamada la Policía Municipal del municipio Libertador del estado Mérida.
Esta Policía es manejada al antojo del alcalde copeyano Lester Rodríguez quien ha pautado con un grupito de unas seis grúas de remolcar vehículos las cuales están al mando de un grupito de estos mal llamados funcionarios con los que están haciendo el negoción del siglo.
Los policías a bordo de estas unidades deben remolcar diariamente no menos de seis vehículos. El descaro ha llegado a tanto que esperan en determinados sitios hasta que llegan sus víctimas, estacionan sus vehículos y se bajan hacer diligencias.
Entonces allí se inicia la actuación de estos ladrones, quienes velozmente enganchan el vehículo y se lo llevan arrastrando por toda la ciudad. Los carros pasan quemando el freno de sus bandas y discos hasta un mugriento estacionamiento donde los esperan otros funcionarios que esconden lo sucedido y de paso se roban lo que pueden sustraerle al vehículo.
Pero es justo allí cuando comienza de manera más descarada el abuso en contra del dueño del vehículo. Estos policías secuestran el automóvil. Mientras en su sede central ha quedado reducida solo para elaborar boletas y pedir lo que se les antoje a los desesperados propietario a quienes les exigen cantidad de documentos los cuales las mayorías de las veces están guardados en el interior del vehículo el cual está secuestrado y no te dan acceso, entonces comienza la fase de ablandamiento, hay que mojarle la mano con buen dinero a los policías corruptos del estacionamiento.
Y todo esto sucede mientras la ciudad se congestiona convirtiéndose en un verdadero caos mientras los policías pagados por la nómina del Estado desaparecieron, entre ellos se pelean por un día de remolques, pues la comisión es alta. Incluso existen funcionarios que compran el cupo de un día a otro de su compañero. Imagínense el guiso que sostienen.
Pero la alcaldía que aparte de recibir situado constitucional, incluso de tener un organismo de tributos e impuestos interno, uno de los que más dejan recaudación, ejemplo a nivel nacional más otras ventajas de los tantos ingresos, ahora roban aún más con los diarios remolques.
Seis grúas, cada una remolca no menos de quince vehículos diariamente, cada remolque tiene un exagerado costo de 690 bolívares, cada una produce 10.350 bolívares diariamente.
Si sumamos 10.350 que produce cada grúa por seis que posee la alcaldía del municipio Libertador del estado Mérida, esto da la exorbitante suma de 62.110 bolívares por día.
Y si multiplicamos 62.110 bolívares por cinco días de la semana llegamos a la descarada suma de 310.500 bolívares que fluyen semanalmente y los cuales son manejados por un grupito de funcionarios corruptos junto a su alcalde.
Pero si creen que 310.500 bolívares es mucho ahora multipliquémoslo por 22 días hábiles que tiene un mes de 31 días. Esto da nada más y nada menos que la estruendosa cifra de 6.831.000 bolívares mensuales.
Pero si 6.831.00 bolívares mensuales los multiplicamos por doce meses que tiene el año esto da 81.972.000 bolívares anualmente. Vean lo que esto significa. Porque no le preguntan al alcalde cuantos apartamentos tiene en el recién construido desarrollo habitacional El Rosario ubicado en la avenida Las Américas, sector Humboldt.
Apartamentos de lujo, costosísimos como todo en Mérida. Mérida la ciudad donde no existe Indepabis, mucho menos Seniat, donde se dan las cosas más insólitas, un perro calientero de la calle anda en lujosas camionetas.
El estado de las mafias de vehículos y del blanqueo de capitales. Panamá se quedó pendeja.
La factura que te dan de la grúa tiene RIF falso y el de la alcaldía es inexistente, es decir no se toman la molestia ni de declarar al Seniat, todo muy bien cuadradito.
Con esta inmensa cantidad de recursos y a alcaldía ni recoge la basura, menos se plantean edificar o ampliar los estacionamientos existentes ante el caos vehicular propio de una urbe en crecimiento.
Ministro Miguel Rodríguez Torres haga algo, investigue y vengase a sancionar el mayor hecho de corrupción de la oposición merideña.