Les cuento un hecho real de un acto de corrupción que refleja el estado de descomposición social de nuestro país en tiempos Cuartorepúblicanos.
Un hijo sorprendido por las noticias de prensa que informan sobre su padre incurso en hechos de corrupción, le pregunta: “Papá. ¿Qué es eso tan feo que dice la prensa de ti? ¿Es decir qué tu eres un corrupto?
Y aquel desalmado le responde: “Y de dónde creías ti qué salían los viajes para Miami. Las cenas en los mejores restaurantes de Puerto La Cruz, Lechería, Caracas; viajes a París, a Roma; la ropa de marca, el cambio de carro todos los años? Ya tú eres grandecito y entiendes las cosas. No creo qué seas tan pendejo para no entenderlo”.
Ese mismo personaje hoy es enemigo del combate a la corrupción emprendida por el Presidente Maduro. Claro. Lo lleva en la sangre. Es un corrupto congénito.