En estos días, un viejo amigo me planteaba el sentimiento de frustración que sintió al no pudo atender adecuadamente, el reto que le presentó una joven opositora para discutir sobre expropiación. Evité la discusión y me sentí frustrado (me dijo), porque frente al momento de discutir sobre el tema; no vi ventaja. Creí que era un tema sobre el cual carecía de sustento para debatir.
Me preguntó: ¿Qué hubiese hecho frente a esta situación?
Sin pensarlo, le cuestioné su parecer y le reproché su incapacidad e incompetencia. Le dije seguidamente; que si me hubiese planteado este asunto en la década de los setenta, fácilmente te correspondería un calificativo de “pequeño burgués”. Creo este amigo, tiene escondido muy adentro de su ser, un burguesito que lo alimenta al no poder (y querer) discutir un asunto como este de las expropiaciones.
Fallaste le remarqué y él me respondió como un pequeño burgués y con otra pregunta: ¿Por qué?
Lo que paso a exponer, fue resumidamente mi visión o balance sobre quién ha expropiado más entre la IV y V Republica y cómo desde una óptica social, se juzga negativa o positivamente ese proceso.
Vamos al punto le dije. Si algo fue visible y muy concreto en todo el trayecto de gobierno de la IV República, fue una insistente política de expropiación.
Vamos por lo más reciente. Debemos saber que a partir de los años ochenta; la derecha con sus partidos al frente comenzaron una política de expropiación de las universidades públicas nacionales y dentro de ellas; la expropiación fue más intensa en las denominadas universidades autónomas. Esa expropiación fue fuertemente combatida por los tradicionales comités pro cupos pero no pudo ganarse nada. Hoy observamos que esa expropiación se hizo y no hubo, como según creo estaba en la constitución de 1961, ninguna indemnización. Simplemente dejaron a un “montón” de jóvenes en la calle. Tú eres un soberano bolsa porque eres un ejemplo de esa política de expropiación.
Asistimos luego a la expropiación de los Centros de Salud. La expropiación vino lenta pero segura y su objetivo era desmantelar el servicio de salud pública para darle paso a la privatización y lo que es peor; el Estado sustentaba esa expropiación, que se hizo concreta con el deterioro intencional del servicio de salud pública y su posterior privatización. Se nos “educó” para que observáramos el desmantelamiento y sintiéramos la necesidad de la privatización. No fuimos capaces de entender que era una expropiación sin derecho a la indemnización.
Expropiar es privarnos de un derecho consagrado en la constitución y no fue, como suele “entenderse” a este proceso, para una atender una política de utilidad pública. La expropiación vino para favorecer un fin de utilidad privada. Esa forma de concebir o manejar el concepto expropiación, sólo al ámbito de “utilidad pública”, es una trampa conceptual.
Antes de esta expropiación, hubo antes otras grandes expropiaciones. En nuestra historia de siglos; la expropiación sin indemnización es un lugar común. No hagamos el recuento muy lejos en el tiempo y concentrémonos en una de las grandes expropiación de que fuimos objeto. Expropiación del petróleo y su renta. Dos expropiaciones en una. Esta expropiación fue un movimiento antinacional de la derecha y lo pagamos muy caro.
Nos expropiaron del petróleo y cómo se fuera poco; lo que recibía el Estado como renta, era objeto de otra expropiación y esa renta expropiada se distribuía muy desproporcionalmente y trajo como consecuencia la pobreza y toda la justificación para la expropiaciones en educación y en salud. En estas dos expropiaciones no hubo igualmente indemnización.
En la V República hemos tenido expropiaciones y miran que hay sus situaciones contradictorias, pero el gobierno ha indemnizado a los particulares y ha tenido la voluntad política para indemnizar a los ahorristas de muchos bancos privados, cuyos dueños, habiendo expropiados a los ahorristas, se fueron del país a disfrutar el “fruto” de sus expropiaciones.
Se dió el caso de expropiación, cuyos afectados no la conocieron o "decidieron" ignorarla y fue también muy reciente en el tiempo de la IV. Acodémonos de las expropiaciones que se hicieron con la técnica de la cuota balón. Esa fue reciente y los perjudicados se la sacaron de la cabeza o en verdad no tienen cabeza.