En estos días irreflexivos de goles, entre victorias esperadas y derrotas insólitas, vino a mi cabeza una idea repentina, después de darle vueltas, antes habiéndome distraído del partido que ocupaba mi atención, la idea se expresó en la pregunta ¿qué tal si lo de la entrega de $20.000 millones de dólares a empresas de maletín fuera una conspiración de la derecha?, o sea un cuento.
Ya olvidándome por completo de la actividad que antes me ocupaba comenzaron a venirme argumentos que refutaban la tesis: no imposible, no habría Giordani declarado lo que declaró hace más de un año; tampoco habrían sacado a Edmeé Betancourt de la Presidencia del BCV apenas ratificó las declaraciones anteriores de Giordani; además tampoco el propio Presidente Maduro habría admitido que en CADIVI hubo corrupción, ni habría anunciado que se publicaría la lista de las empresas de maletín que recibieron los dólares.
También aparecieron como argumentos contrarios a la conspiración de la derecha el hecho de que algunos diputados de la revolución como Bernal, más recientemente Sanguino y Jesús Farías hayan ratificado en declaraciones públicas el desfalco con los dólares ocurrido en CADIVI. Así mismo recordé que también Wladimir Acosta, Luis Britto García y hasta el propio Roberto Malaver en una entrevista, entre joda y joda, se habían referido al hecho. Incluso, Rodríguez Torres también llegó a hablar de las empresas de maletín y de la investigación que desde el Ministerio de Interior se les seguía.
No podía ser una conspiración de la derecha, a pesar de que era muy extraño que la derecha que todo lo denuncia en este país, no denunciara con vehemencia el otorgamiento de un monto equivalente al 95% de nuestras actuales reservas internacionales a empresas de maletín; o sea, uno de los hechos de corrupción que podría considerarse de mayor magnitud en estos últimos 15 años de revolución, no tenía sentido. La derecha no urdiría una conspiración como esta para mantenerla oculta de la opinión pública, porque carecía de sentido. Tenía más sentido que el hecho fuera cierto y que la derecha resultara tan enlodada en el asunto que prefería hacer mutis.
Al desechar totalmente la tesis de la conspiración de la derecha, reaparecieron las preguntas que desde aquellas primeras declaraciones de Jorge Giordani en torno al asunto, revolotean en mi cabeza: ¿Por qué no se presenta la lista de corruptos (empresarios y funcionarios) que participaron en este desfalco?, ¿Cómo evitaremos que en el futuro haya asociación para delinquir entre empresarios y funcionarios?, ¿Logrará la revolución hacer justicia a quienes se apropiaron indebidamente de parte del patrimonio que era de todos los venezolanos?, ¿ podrán repetirse experiencias como la del otorgamiento de 20.000 millones de dólares a empresas de maletín?
Conclusión, sí ese desfalco fue parte de la conspiración para dar al traste con el legado de Hugo Chávez. Deben los que no son parte de esta conspiración develarla y aplicarle la justicia a quienes en ella participaron, la memoria de Hugo Chávez lo reclama.