Fue célebre la frase de uno de los asesores de Clinton en campaña electoral. Clinton se empeñaba en tratar temas diversos y se dice, que el asesor, no aguantó aquello y le saco un cartelito en una oportunidad, que decía: “Es la economía estúpido”.
Algo de eso viene sucediendo entre nosotros. No es secreto para nadie. Los EEUU cabeza visible de esos que llamamos Imperialismo, ha hecho y realizara todos los esfuerzos (y ello incluye mucho financiamiento) para acabar con este proceso que se inició en Venezuela antes de 1998, pero que a partir de ese año, tuvo un nivel de cierta concreción. Esto de la injerencia de los EEUU no tiene mayor discusión. Es real, ¿pero es el responsable de todas las cosas que confrontamos?
Si colocamos en uno de los platos de la balanza, todo ese esfuerzo de los golpes de Estado y guarimbas intentado por instrucciones de los EEUU y en el otro plato de la balanza, colocamos los errores y la falta de fidelidad que hemos tenido con las situaciones planteadas como ideas del proyecto, veremos que el plato donde colocamos estos errores, seguramente bajará un poco de ese lado. Sabemos que EEUU tiene planes y los impulsa, pero nuestros errores pesan.
A diferencia de Cuba y hasta donde es posible conocer; los EEUU se han empatado simple y sencillamente en pretender crear las condiciones para un golpe de Estado. Hasta donde es posible concluir; el imperialismo no ha invadido el campo con virus, plaga, alimañas de todo tipo para que se engullera la producción que hemos debido estar produciendo, pero que no estamos produciendo y por ahí, sin el concurso del imperialismo, hemos tenido un gran boquete para mantener enterito el viejo Estado que se vienen cuestionado desde inicio de la república: dependiente y vulnerable económicamente.
Hasta donde sabemos, y después de expropiar cientos de miles de hectáreas de tierra que estaban improductivas, no conocemos cuántas están productivas, ni hemos oído o conocido tampoco de un plan pensado por el imperialismo para volver improductivas esas tierras y hacer de ellas una especie de clon de los médanos de Falcón.
Hasta donde sabemos, y sería cuestión bien importante para concretar en algo, eso de la contraloría social, realizar un estudio que nos permita conocer a los venezolanos y venezolanas, cuánto se ha destinado para impulsar la soberanía alimentaria y en cuanto efectivamente hemos podido hacer con esa aspiración.
Es posible que el imperialismo esté metido en las empresas básicas de Guayana. Eso es posible, pero no sabemos si están metidos a través de las gerencias que se han colocado en algunas de ellas o por el contrario; los trabajadores y trabajadoras son parte de ese esfuerzo que hace el imperialismo en ese sector. No hay detalle concreto, pero lo que debería ser una joya de este proceso porque ahí si hay clase obrera, parece y está efectivamente patas arribas.
Así que entendiendo las intenciones del imperialismo y sus peones en Venezuela, creo que pesan más los errores de dirección política que los planes de imperialismo para estar exactamente donde estamos. En esos de producción agrícola y otras cosas similares; lo que pasa en los puertos, mata cualquiera ilusión.
Así que tomando esa conseja que un asesor de Clinton le ofreció, nos toca que alguien no coloque el cartelito, bien visible que nos diga: Son ustedes estúpidos.
