Nos complace habernos enterado a través del diario Correo del Orinoco, en su edición del pasado día martes 21 de abril en curso (Descargar PDF -página 17), que el Contralor General de la República, Dr. Manuel Galindo Ballesteros, en el marco de la conmemoración de los 45 años del Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal y Auditoría del Estado (Cofae), ente adscrito al Organismo Contralor, le anunció al país no solamente “el lanzamiento del proyecto de anticorrupción” que se encuentra diseñando el organismo bajo su responsabilidad, el cual persigue como plausible meta reducir y erradicar los ilícitos administrativos en los organismos de la administración pública, sino que tiene en su agenda de trabajo la reforma de la Ley Orgánica de la Contraloría para volver a restablecer el control previo...
Sobre ese proyecto anticorrupción, el Dr. Galindo le dijo a los medios que, “Después de varios meses de estudio creemos ciegamente que a través de la prevención podemos disminuir y evitar el flagelo de la corrupción”. Agregó que para la implementación de ese proyecto, una vez culminado su diseño y sea aprobado por su Despacho, se harán los mayores esfuerzos para articular un trabajo conjunto entre la Contraloría y el Poder Popular, de manera de garantizar por esa vía que las metas de ese proyecto sea posible lograrlas de manera efectiva y eficiente. Indicó -además- el Contralor, que su Despacho ha iniciado conversaciones con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para enfrentar conjuntamente a “ese flagelo” de la corrupción.
Manifestamos nuestro mayor contento con esa importante noticia que le ha dado al país el Contralor General, pues durante más dos décadas y sobre todo durante este nuestro Gobierno Chavista, hemos venido reiterando la necesidad de que el máximo órgano del control público del país rescate como mecanismos imprescindibles para luchar de manera eficaz y eficiente contra los ilícitos administrativos, el control previo al gasto y al pago, los cuales fueron abolidos el año 1996, durante el gobierno de Caldera II.
Sobre esa absurda decisión del último gobierno cuarto republicano, hemos sostenido la tesis y así lo hemos escrito multitud de veces, que la eliminación del Control Previo llegó a nuestro Patria de la mano del Consenso de Washington, del neoliberalismo más rancio y más extremo que se le impuso a los países del patio trasero del imperio yanqui en esa década atroz para apoderarse de sus riquezas y direccionar el destino de nuestros pueblos en función no de lograr su mayor bienestar y felicidad, sino de garantizarle al gran capital criollo y sobre todo transnacional, las mayores ganancias, pues ello les permitió privatizar casi todo lo público y, por supuesto, cercenar de nuestras leyes la totalidad de los controles prescritos en nuestras leyes, de manera que el empresariado nacional y extranjero dispusiera libremente y sin trabas del destino de nuestra Patria y ya sabemos lo que sucedió: el país se llenó de la mayor pobreza (a la llegada del Chávez a Miraflores, la pobreza estaba en niveles que sobrepasaban el 80%)*, nuestras riquezas petroleras y mineras fueron entregada al capital transnacional, el cual nos pagaba por ello miserias, las reservas internacionales se fueron a pique, el gobierno de entonces (Caldera (II) en su última fase, ya no tenía ni para pagar los sueldos de su burocracia, la corrupción se potenció a términos inimaginables, el país, en dos palabras, había quedado en la ruina total, pues no debemos olvidar que el propio Presidente Chávez nos recordaba que en sus primeros meses en el Gobierno no había dinero para pagar a los empleados del gobierno sueldos y salarios y debió hacer de tripas corazón para honrar tan sagrado compromiso, al punto de que tuvo que enviar de urgencia emisarios al exterior a pedir prestado para ello.
Es importante decirle al Contralor Galindo que la retoma de los controles previos (al gasto y al pago) por parte de la Contraloría General impone a lo interno de su Despacho una rígida e implacable supervisión, de manera que se evite al máximo que el gusanillo de la corrupción penetre las instancias donde se deberán manejarán esos controles, pues nuestra experiencia en el tema nos indica que hay que estar muy alertas para evitar que eso suceda. Dos de esas experiencias que recordamos: 1) Plazos muy cortos para obtener los resultados de esos controles preventivos, modificables sólo bajo una precisa reglamentación. Con la tecnología digital de estos tiempos, por ejemplo, la revisión minuciosa de una orden de pago no debe durar más de 48 horas, quizás la revisión de una orden de compra durará más, pues será necesario verificar en un mercado amplio la razonabilidad de precios y eso, por supuesto demanda de tiempo, pero, en todo caso, la experiencia en corto lapso dirá cuánto será el mínimo requerido para la mayoría de los compromisos presupuestarios posibles y, 2) Rotar al personal que asuma esa responsabilidad, ¡ojo!, sin aviso y sin protesto…!!!
Y terminamos con esto, si la Contraloría General tuviera la competencia de ejercer el Control Previo, me atrevo a asegurarlo, que el exministro de Espacios Acuáticos, Hebert García Plaza, no hubiera podido perfeccionar su gran estafa al Estado comprando como nuevos tres ferrys muy viejosm a precios de oro…!!!
(*) Fragmento del discurso de Hugo Chávez en la ONU en 2003: “…el pecado que hemos cometido en Venezuela es atrevernos, como nos hemos atrevido y nos seguiremos atreviendo, a ser coherentes en el discurso con la acción de todos los días; el pecado que hemos cometido en Venezuela es atrevernos, por primera vez en 100 años, a enfrentar los groseros privilegios de una oligarquía insensata e insensible, que llevó en 100 años a un pueblo que vive sobre oro y sobre petróleo, a un grado de pobreza que sobrepasa el 80 por ciento de nuestra población…” Hugo Chávez. 16 de enero de 2003. Discurso en el Acto de entrega de la presidencia del grupo de los 77, Naciones Unidas, Nueva York.