En el día de ayer, sábado 30 de mayo, tal y como me había comprometido, asistí al Colegio de Ingenieros al lanzamiento de la Plataforma de Auditoría Pública y Ciudadana. Particularmente este articulista le cambiaría la denominación de ciudadana a popular, ya que si bien todos somos ciudadanas y ciudadanos, me viene a la mente la concepción de sociedad civil que tiene la derecha, y por eso me acojo más al término popular, por el impulso y el ejercicio del Poder Popular, que no es un ejercicio de eruditos ni sabihondos, sino de todas y todos los que sentimos y amamos el legado de Hugo Chávez. Es un modesto aporte para someterlo a la consideración de los promotores de la iniciativa.
Me pareció una actividad y un ejercicio loable, interesante y muy importante. El problema de la actual coyuntura política e histórica en nuestro país no sólo pasa por los ataques de la derecha abiertamente identificada contra nuestro proceso revolucionario. Viejas taras como el burocratismo, la corrupción, la indolencia, la ineficiencia, la ineficacia y la inefectividad de muchos funcionarios y funcionarias públicos y públicas, son pesados lastres que también pueden contribuir a aniquilar un hermoso proceso revolucionario que ha costado sangre, sudor y muchas lágrimas.
Hay que resaltar también, que más allá de las diferentes organizaciones, colectivos e individualidades que han impulsado y motorizado esta iniciativa, hay que resaltar el carácter constitucional de la propuesta. El pueblo, en ejercicio de la necesaria corresponsabilidad, debe asumir también sus derechos y hacer viva la letra de nuestra Constitución y del resto de las disposiciones de nuestra arquitectura jurídico política que consagra nuestro derecho a la participación. Pero este derecho no puede ejercerse de manera anárquica sino de manera organizada.
Sin embargo, el esfuerzo es loable y no es desmeritado por estas consideraciones de forma de quien esto opina. Sin duda además del problema del acaparamiento, de la especulación, del boicot, de la criminalidad desbordada, y en muchos casos inducida por elementos ajenos a nuestro país, hay que enfrentar también problemas y situaciones como los intentos de algunos funcionarios dentro del Estado para desempoderar al pueblo del ejercicio de su soberanía. De que se generen algunas situaciones que contribuyan al fomento de la anomia social, lo cual sería muy peligrosa en estos difíciles momentos por los cuales atravesamos hoy en día.
Por ello, que para ayudar al Presidente Maduro en la preservación del legado ético revolucionario y moral del proceso que hoy vivimos. Para que el burocratismo indolente y corruptor no secuestre el Poder que tiene el pueblo al ejercicio de su soberanía, es que reitero no solo el respaldo a esta iniciativa de una plataforma para una auditoría pública y popular, sino que me adhiero a la misma.
Si creo importante, y más allá de la emotividad que nos caracteriza como revolucionarios y revolucionarias, que todas nuestras denuncias que hagamos sobre hechos de corrupción y de los funcionarios públicos que puedan estar implicados, hacerlo debidamente sustanciados y con sus respectivas pruebas, para no caer en irresponsabilidades o de hacerle el juego a los sectores de la derecha, eso hay que tenerlo suficientemente claro.
Pero también, desde las altas instancias gubernamentales, no se puede tomar toda crítica u observación como un ataque, una ofensa, o quien la formula es un "agente de la CIA", que es una de las formas más típicas de estigmatizar a los movimientos revolucionarios, irreverentes y críticos que tenemos dentro de nuestra Revolución. Puede ser que haya maneras y formas que no nos gusten, pero, como decimos los abogados, atendamos más al fondo del asunto que a las formas, creo que eso es lo verdaderamente importante de todo esto.
No hay que ser Oscar Schemel ni ser parte de Hinterlaces para darnos cuenta de cómo esta la situación del país. Esto lo señalo a propósito del Confidencial al cierre que hizo José Vicente Hoy sobre unos últimos números de dicha agencia de inteligencia. He señalado que no me como todas las tesis de Hinterlaces, pero, en este último reporte, señalo que mucho de los indicadores negativos en contra de la gestión gubernamental han aumentado (aunque aún el respaldo a la Revolución sigue siendo importante) lo que significa que la campaña de neurotización y caotización de nuestro pueblo ha ido calando en sectores de nuestra población. Los niveles de preocupación y descontento se han incrementado de manera importante, aún cuando la esperanza sigue siendo alta.
Pero es que a eso hay que sumarle también a la lucha contra la corrupción y el burocratismo. Podemos tener buenos teóricos dentro de las estructuras de la toma de decisiones en el Estado Revolucionario, pero hay que incrementar las acciones en todos estos órdenes, ya que los ataques contra nuestro proceso, y fundamentalmente en lo referido a la economía y seguridad ciudadana van a recrudecer.
También caminando en alguna calle de Caracas, pude observar como en una camionetica, lo que en ciudades del interior de Venezuela, como por ejemplo Puerto Ordaz se conoce como microbús, en una de sus ventanas estaba pintado: "Hora O porque no hay repuestos ni cauchos". Es decir, hay nuevos códigos, nuevas formas de cómo nuestro pueblo está expresando su molestia. No debemos subestimar esto, no sea que la ola nos sobrepase y no estemos a la altura de la coyuntura histórica que hoy vivimos.
Por ello, y por estas y otras razones, que no quiero hacer tan extensas, es que me parece muy importante la conformación y constitución de esta incipiente plataforma sobre la auditoría pública y popular, para coadyuvar al Estado y junto a las diferentes expresiones del Poder Popular al combate a dos taras inmensas que conspiran desde dentro contra la Revolución Bolivariana, la socavan y son amenaza terrible que puede poner en jaque el legado de Hugo Chávez: La corrupción y el burocratismo.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
