Sorprende en términos de provocarnos la mayor rabia e indignación, los altísimos precios de venta en el mercado informal de las baterías para los vehículos, en el entendido de que estamos perfectamente persuadidos de que igual ocurre con otros muchísimos bienes esenciales para el desenvolvimiento normal de la vida a que aspiramos todos los venezolanos.
Mientras en los locales de los fabricantes que, entendemos, son apenas seis establecimientos ubicados en la Gran Caracas (según vemos en su página digital), venden una batería para un automóvil tipo en un poco más de Bs. 6.000,00 y en ese mercado informal que, de paso, se publicita y mantiene docenas de páginas en la red, sin temor alguno a que los organismos reguladores oficiales decidan identificarlos y sancionarlos conforme lo dispone el ordenamiento legal del país, por estar incurriendo abierta y descaradamente en el delito de la especulación, la ofrecen por cifras que están por encima de los Bs. 30/40.000,00 y más...
Le hemos dado vueltas a la cabeza, tratado y conversado este caso de las baterías con muchas otras personas (familiares, amigos u otros) y llegado a la conclusión de que nada anda bien en el proceso de su mercadeo, pues sus fabricantes han estado recibiendo los insumos necesarios para producirlas y las colas enormes que se forman noche tras noche para adquirir una unidad, en un poco menos de dos años (casi dos desde la intervención estatal de nov/2013), no han dejado de formarse, por lo que en absoluto dudamos de que sus fabricantes tengan su propia red de bachaqueros, para obtener así mayores ganancias.
No tenemos prueba alguna de que ello esté sucediendo, sólo intentamos explicarnos dónde puede estar el origen de tan grosera estafa y, obviamente, buscando el objetivo de que las autoridades competentes del Estado, como son, la SUNDECOP, CENCOEX y el SENIAT, de forma conjunta, tomen cartas en el asunto e investiguen a ese fabricante y a sus empresas de distribución, pues resulta sumamente sospechoso que después de tanto tiempo que el gobierno las investigó y las sancionó por las irregularidades que venían cometiendo, aún persistan esas enormes colas para comprar una batería e igualmente que cada día se incorporan a ese mercado informal que produce tan escandaloso rendimiento que supera con creces el 600%, más y más bachaqueros…
Por supuesto, esa investigación debe extenderse y con todo rigor, a esas mafias de bachaqueros informáticos...
Como lo hemos señalado, esta gran especulación ya se generalizó, incluye cientos de otros bienes básicos, de donde inferimos que la misma responde a una planificada maniobra desestabilizadora, cuyos lineamientos y rectoría es casi imposible dudar que no esté en manos de las organizaciones que agrupan a los comerciantes y fabricantes del país, las mismas que en abril/02, adoptaron otra estrategia muy diferente, como fue la de ordenar a sus afiliados que cerraran sus puertas para tumbar el gobierno de Hugo Chávez, lo que les resultó todo un fiasco…
Nos preguntamos, ¿habrá otro país en el mundo donde los comerciantes obtengan tan alta rentabilidad?