La conducta de los hombres siempre ha estado signada por virtud y defecto, virtudes que a veces pesan y defectos que siempre matan.
Los errores en la sociedad podrían catalogarse de igual manera.
Un error de forma muy común es la capacidad que tenemos para ostentar poder sin importar la deformación que pueda tener el ostentoso, aceptamos su prepotencia sin medir intelecto o preparación para el cargo que fue asignado, posiblemente por error o para no ser drástico, falta de tiempo para revisar capacidades en nuestros dirigentes.
Una muestra sin parámetros es la evidenciada en el video mostrado por el camarada Mario Silva en el programa de televisión La Hojilla, sobre el Director del Centro de Arte Estancia (a menos que dicho señor tenga un doble, de ser así mil disculpas y anticipadas por mi error de forma)
Un lugar que debería ser un bastión en la ayuda de formación ideológica para una resiente Revolución, convertida en foco de ideología conspirativa, porque lo evidenciado en el video por el personaje señalado no es nada patriótico y mucho menos revolucionario como para que este ocupando tal Dirección.
Y así como este caso tenemos instituciones donde los directores reciben las propuestas y sin leerlas ponen objeciones en la mayoría de los casos, sin enterarse del contenido expuesto y basta que llegue alguien recomendado, aun sin conocer el personaje, para que entonces lo tomen en cuenta por un compromiso que podría dudarse su procedencia, ya que no es estudiado para analizar su conveniencia o no, en el fortalecimiento de una verdadera propuesta que valla en beneficio de una formación ideológica que en el fondo debe estar comprometida con el proceso.
Otro error es cuando los infiltrados descubren que la idea puede ser funcional, para aparentar ante los superiores que se esta haciendo algo; Como suponen el compromiso ideológico del creador, lo desechan diplomáticamente con palabras reconfortantes para que desista de un proyecto sin importancia, pero deslizándose como ratas roban la idea y como es obvio, al ser robada no se puede desarrollar por el ladrón, ya que este carece del los fundamentos principales que se utilizaron para construir la propuesta, por lo tanto se trastoca el fondo y objetivo del proyecto.
En esta disyuntiva que anda el pueblo y yo con ellos, seria ideal establecer las diferencia del error y poderlo explicar con practicas verdaderamente comprometidas, por mi parte se que EL HOMBRE QUE EMPUJA no es el que escoge los traidores, de eso el pueblo da fe, pero es necesario revisar las líneas donde se pierden los poderes creadores del pueblo en burócratas que me hacen dudar si el sentido de mi denuncia es un error de FORMA o de FONDO.
Me gustaría que fuera de forma, para tener la certeza que todos los traidores enquistado en las oficinas que pertenecen al pueblo, tengan el tiempo contado y que sepan que cuando las (COMUNIDADES ORGANIZADAS o sea EL PODER POPULAR) sean los verdaderos dueños de su destino, saldrán de nuestras vidas como una necesidad de fondo.
