Con "…el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación a la justicia social y a la igualdad, sin discriminación ni subordinación alguna", como dice el Preámbulo constitucional
Hay una manga en Venezuela, en la que están algunos seres humanos que integran partidos, grupos y hasta organizaciones devaluadas que viven del dinero extranjero; otros mienten a diario descaradamente, unos más escriben sandeces, más allá otros no obtuvieron cargos con los que soñaran, unos cuantos fueron ignorados, los más torpedean el funcionamiento de muchas instituciones ,también hay quienes manejan maliciosamente la distribución de productos y tienen imágenes quienes se visten con trajes de decencia aunque en el fondo son inmorales de espíritu que buscan fracturar las finanzas del país.
Como se aprecia, hay una gama de individuos hediondos al conocido azufre, que recibe instrucciones y dólares además de la promesa de cargos en un presunto gobierno donde ellos serían instalados y otros estarán pendientes por las altas comisiones que recibirían por la privatización de las empresas del Estado venezolano, es decir, de todos los ciudadanos y por darle entrada al Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial para que endeuden sin necesidad a Venezuela.
Esa manga se mantiene activa porque muchos de sus integrantes carecen de mentalidad para la creación y solo aprendieron a manejarse en la envidia, con la zancadilla al alcance de su mano y el traspié siempre cerca de unas vidas caracterizadas por impetuosa doblez.
La alta proliferación de mentiras, montajes, noticias, videos y fotos falsas han llegado al interior de las familias, donde suelen repetirse y ocasionar hasta fisuras entre sus miembros, mientras quienes se encargan de la aplicación de los libretos se regodean contando el dinero que, por lo general, proviene de las drogas, la especulación de las finanzas y las ventas transnacionales de las petroleras, las empresas de alimentos y las farmacéuticas.
La planificada maniobra para hacerse con las riquezas de los venezolanos, después las del resto de Latinoamérica, ha engendrado el clan mediático que repite cada día los montajes falsos y las mentiras contra Venezuela, mientras en sus propios países las oligarquías y sus gobiernos tienen a sus ciudadanos nadando en la pobreza y las injusticias, como ocurre en los países cercanos a Venezuela.
Los venezolanos, preocupados por sus hermanos latinoamericanos, confían en la fuerza con que les ha dotado la naturaleza y la impronta que han dejado Simón Bolívar, sus seguidores y Hugo Chávez, que es como una genética poderosas que está en la sangre de todos las ciudadanas y ciudadanos.
