Justo aquí, hay la necesidad de hacer un alto. Sociológica y políticamente hablando, Luisa Ortega Díaz ya no es una ex fiscal o una ex psuvista revolucionaria. No; Luisa Ortega Díaz, es la más clara evidencia de una enfermedad que corre las extrañas y el cuerpo de la sociedad venezolana.
Luisa Ortega Díaz es la prueba contundente de una sociedad enferma. Una sociedad que con mucho cuello blanco, corbata, bufanda y perfume exquisito, se encuentra irremediablemente enferma.
Este jueves 14 de septiembre en cadena nacional, el fiscal Tarek William Saab nos comunicó lo que ya de alguna manera se sabía. CADIVI en estrecha alianza con "empresarios" nos jodieron con montañas y montañas de dólares, que luego, una parte de esa inmensa cantidad, convirtieron en jugosas ganancias porque los pocos productos que importaron y comercializaban lo vendieron con altos sobre precios. Los más "pendejos" le ganaban un 20.000%
Lo cuestionable hoy, no es que Luisa Ortega Díaz haya servido como bisagra para producir todo este entramado de robo y corruptelas. Lo cuestionable, es que ese hecho haya acontecido bajo la cantaleta de la guerra económica. Lo cuestionable hoy, es el tratamiento que se recomienda para supuestamente salir este culebrón. Luisa Ortega Díaz es simplemente una pieza de este macabro suceso que tuvo lugar desde el ministerio público. Una parte importante de la pieza está en la revolución que abandonó muy tempranamente la ética, la moral y las buenas costumbres.
Lo cuestionable hoy, es una "revolución" enferma, que comete el error de ver sesgadamente al extorsionador. Fue CADIVI, es PDVSA, es la Faja Petrolífera del Orinoco y no hay razones, para que el arco minero no sea un caso de doble corrupción y doble extorsión.
No puede ser una sociedad sana, si la otra mitad política de la sociedad tuvo y tiene a Luisa Ortega Díaz como una heroína y una referencia política importante en Venezuela y la pone a rodar por todo el mundo. Para esta otra parte del espectro político venezolano, no importa nada de lo que hizo Luisa Ortega Díaz; importa la utilidad y el dividendo que se le pueda obtener de ella.
El PSUV ha cuestionado a Luisa Ortega Díaz porque abandonó las filas de la revolución. Si no hubiese marcado distancia, aún fuera fiscal y con poder. Para la MUD, Luisa Ortega es útil por corrupta y porque facilita afincar una matriz de opinión.
No he tenido la oportunidad hasta ahora, de oír pronunciamientos de fondo sobre el punto. Únicamente se han oído quejas porque ya no está donde debía estar y porque traicionó.
La enfermedad está ahí; Luisa Ortega Díaz es como el dato que refiere la enfermedad que sufrimos.