Lo de a mil se acabó, ahora es a millón

¡Que locura, los demonios de la inflación, se inflaron más! La economía como ciencia, no tiene cabida en nuestro país para explicar esta perversión. Llamar a esto que pasa en Venezuela "capitalismo salvaje", es algo encantador, es un apelativo muy sugestivo. Esto no tiene parangón ya que la grandilocuencia para expresar la magnitud de este contexto nacional, se empequeñece ante la realidad de lo que pasa. Es mas, la inflación y la hiperinflación están conceptualizadas y tienen su explicación dentro del glosario económico, pero en nuestro caso, tenemos que consultar un vademecum económico, porque nuestra economía está enferma. Y lo peor, es que el pueblo expectante procura buscar información entre los sesudos economistas de las diferentes tendencias que hay en nuestro país y todos nos quieren dar una "aclaración acomodada" de lo que pasa, pero ninguno, ninguno nos da una escapatoria a esta depravación. Se pelotean las culpas y no procuran dar la vía para lastrar este desenfreno, que nos está embargando hasta los sueños. Además, este es un tema prohibitivo de preguntar o exponer públicamente, a riesgo de ser sometido a la "excomunión revolucionaria".

Hace 9 años y diez meses, amanecimos sin tres ceros en la moneda y de pronto el bolívar sin poder adquisitivo y debilucho se convirtió en el bolívar fuerte. Hoy amanecimos con el rostro de Bolívar impreso en el papel moneda, con un uno acompañada de cinco ceros: el billete de 100.000 bolívares. En el 2008 un "juguito" que costaba mil bolívares "pasó a valer" un bolívar fuerte. Un salario de doscientos mil, a partir de enero de ese mismo año se convirtió en 200 bolívares fuertes. Hasta el nombre y las siglas de esta renacida moneda, le insuflaba a la gente cierto poder: bolívar fuerte, BsF. Pero nada es eterno en este mundo y la eternidad en nuestro país tiene fecha. La historia económica venezolana ha sido dilapidada y las explicaciones han sobrado: desde la caída de la economía mundial hasta la presidencia de Donald Trump pronosticada por los Simpson.

Estamos en el entendido que como país petrolero hemos sufrido una merma ostensible de nuestras arcas, producto de la baja de los precios. Además, estamos ante embates y aislamientos económicos por parte del imperio, aunado a que las "fuerzas productivas" internas especulan con los precios y el inventario de los renglones de primera necesidad. Contra lo primero (el petróleo) y lo segundo (ataque económico) la situación es difícil, a pesar de que Venezuela tiene un amplio respaldo internacional, en especial el respaldo político, de seguridad nacional y sobre todo económico, de dos grandes superpotencias como China y Rusia para contrarrestar el acoso gringo. Creo que el problema es a lo interno, que a pesar de que tenemos casi todo el poder político y aun se apetece mas, no hay gobernabilidad. El interés está centrado de manera obsesiva en el control geopolítico nacional, "descuidando" de manera perniciosa (y no se si voluntaria) el interés económico que nos aprisiona hasta el ahogo. Con todos los aumentos decretados, inclusive el de ayer, la gente ya no sabe cuanto gana, pero si sabe cuanto gasta en sus necesidades diarias que nunca son suplidas. Es decir, el desbalance entre lo que entra con respecto a lo que realmente necesita una familia venezolana, es amplio.

Venezuela debería aparecer en la lista Forbes, como el país en Suramérica con más millonarios, ya que la gente no solo habla de millones, sino que necesita millones para dejar de hablar. Con el nuevo billete de "cien palos" cargar varios millones en el bolsillo ya no se notará. Pasarlos por la frontera les va ha resultar mas fácil a los contrabandistas y hará mas felices a los que extienden la mano para que los puedan llevar del otro lado de manera mas tranquila, ya que "harán menos bulto". Na´ Guará como diría la compañera Yohaly por allá en Barquisimeto. Pero de igual manera, las utilidades de seis cifras se evaporaran tan rápido como aumentos hallan sido decretados, con zapatos como los de Manacho (se me cayó la cédula) de 500.000 Bs. en adelante de mala calidad. Pantalones, camisas, vestidos y cualquier prenda que ni siquiera la famosa y desaparecida cadena de tiendas Pepe Ganga se atrevería a vender, pero a precios de boutique y vaya ustedes a ver los espumantes precios en todos los renglones. Todo ahora se cotiza en millones, ya lo de a mil es histórico en una historia nuestra que va a mil.

En este contexto los venezolanos no entendemos como el maldito oráculo digital denominado Dólar Today, nos tiene vuelto verga y no se ve forma de pararlo. No entendemos como es posible que llegue miles y miles de toneladas de alimentos por el puerto de la Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo y otros más y al mismo tiempo salgan caravanas y caravanas de eso mismos alimentos de manera descarada por la frontera colombiana, "resguardada" por la Guardia Nacional Bolivariana. No entendemos la escasez de papel moneda en los bancos y del otro lado de la frontera hay tarantines tras tarantines con bultos de billetes venezolanos, tirados como vil mercancía. No entendemos que exista largas colas en las estaciones de gasolina y que en las carreteras fronterizas del Táchira y Zulia, haya largas colas de "pimpineros" y camiones llevando gasolina para Colombia a la vista de todos, No entendemos como los miles y miles de millones de dólares robados a nuestra primordial empresa estadal petrolera durante tanto tiempo y "nadie se dio cuenta" y solo haya responsables bajos y medios "juzgados en ausencia" disfrutando en el exterior y además no exista investigado ningún gran responsable de este gran desfalco nacional. No entendemos porque la corrupción no ha sido controlada y los corruptos que aun operan dentro de ella, no son capturados y "sus haberes habidos" confiscados, antes que se vayan como perseguidos políticos. Si sumamos todo esto, vemos que esta mil millonaria cifra que se va del país diariamente, es la que genera el desbalance de nuestra economía y aun sigue este sangría sin vestigios de control gubernamental.

Ojala el estado y nuestro gobierno entendiera que si interviene en lo antes descrito, con cuerpos de seguridad del estado honestos y jueces probos aplicando las leyes existentes, la mayor parte de la situación de crisis socioeconómica del país tendería hacia una estabilización y tranquilidad. ¿Qué país del mundo levanta cabeza, cuando casi toda su población se acuesta y amanece, pensando en el día de a día de su sobrevivencia? Ninguno. Tenemos casi todo el control político del país y cada día sale un vocero del oficialismo ufanándose de esta "victoria" y ahora ¿En que se han revertido estas victorias en la mejora vivencial del pueblo? ¿Qué va ha pasar con el tema socioeconómico? ¿Cuántas elecciones mas faltan para ocuparse prioritariamente de el? ¿Cuándo nuestra economía sangrante portuaria, se convierte en una economía productiva real y deja de ser potencial? Son interrogantes que se han planteado en un valle de sordos, donde solo el eco de lo que se pregunta, es lo que se devuelve. Por eso, ya controlado todo el estamento geopolitico nacional el pueblo se pregunta ¿A quien le echamos la culpa de lo que pasa de ahora en adelante, ya que tenemos casi todo el control de las entidades gubernamentales a nivel nacional? Sin ningún pretexto, sin ninguna excusa, la respuesta esta ahí.



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Carlos Contreras


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