Algún día tenía que pasar lo que está pasando en Pdvsa. Casualmente, sucede cuando Luisa Marvelia, ya no está en la fiscalía general de la república. Por años, ¡quién sabe cuántos!, fue armando su gran negocio: Esconder casos de corrupción a cambio de dólares. Hoy, después de saber que, inicialmente, existen 65 gerentes detenidos por corrupción, queda claro que lo que tenía Luisa era una agencia de salvación de corruptos de Pdvsa, lo que deja margen para pensar que ella era la mamá de las corruptas. Era la madrina de la promoción.
Imagino que a través del ejecutor de sus órdenes, solía decir a sus víctimas: ¡Quédate con lo tuyo, pero dame lo mío, tú libertad está en mis manos! Bájate de la mula, no tienes escapatoria” Todo eso supone un silencio mutuo, reciproco. ¡Que ganga consiguió Luisa! ¿Cuánto puede dejar de ganancias, sin invertir nada, 65 clientes dispuestos a pagar lo que fuera con tal de no ser enjuiciados por corrupción? Luisa se llenó, como dicen en mi pueblo.
¿Qué dirá, cada vez que Tarek Willian se encadena para mantener al pueblo en tensión, para nombrar a cualquiera que haya caído en desgracia por su amor a la vida fácil? En verdad, este fiscal no ha perdido el tiempo. Se comenta que no se le va a salvar ningún chivo; hasta los chivos de perforación son sospechosos.
Asimismo, se comenta que los corruptos pasan de 65 gerentes, pero quedan otros que están calladitos, esperando que les caiga el Sebin, por lo que están durmiendo vestidos de una vez, con el tipo de uniforme que impuso Iris Varela en las cárceles venezolanas. Así no pierden tiempo y se incorporan rápidamente a las actividades del penal.
Mientras tanto, los trabajadores de Pdvsa con su consigna de “Limpieza en Pdvsa” lograron dos cosas sin proponérselo: Por un lado, Tarek hace su trabajo de investigación; y por el otro, al presidente no le quedó más nada que decir a Will: Revisemos el contrato colectivo a los trabajadores. Es decir, se mataron dos pájaros de un solo tiro.