El pueblo identifica al corrupto y espera con impaciencias, acciones contra el corrompido

El Creador dotó a Latinoamérica y El Caribe de inmensos recursos económicos para el disfrute de los pueblos. Se puede inferir, que tuvo tiempos y espacios para un desarrollo floreciente, donde prevalezca la felicidad interna y la paz entre los vecinos. Sin embargo, al comienzo del Siglo XXI con amplia ausencia de un liderazgo positivo, se encuentra a merced de los más versados intereses económico, que en el afán de acumular; compran conciencia para ponerlo al servicio en crear facilidades que permita acrecentar las arcas de los poderosos, sin oportunidad de compartir. Y mucho menos la oportunidad de un legado digno, que pueda fortalecer la personalidad y el futuro de los descendientes.

En algún rincón de la historia, hay evidencias de que Europa sabía, que en esas tierras lejanas había civilizaciones y que no tenían los recursos necesarios para impedir una intromisión y sin oposición a cualquier aventura. Solo faltaba encontrar un argumento, que pudiera callar en otras partes del mundo, los vestigios de injusticia en complicidad con la Iglesia. La demanda, era la fortaleza financiera y las evidencias para conseguirla, había que fabricarla; hacer saber al mundo que se estaban en presencia de unos salvajes, que había que convertirlo a la religión católica como garantía, para salvar el alma. Calificada por personajes con rangos aristocráticos.

Aunado a esto las confrontaciones entre sucesiones aristocráticas que exigían entre ellos fortalezas financieras. El Imperio español le fue puesta en bandeja de plata, las posibilidades de apropiarse de la riqueza fundamentada en el mito del dorado; diezmando y aniquilando una gran parte de los pueblos originarios Latinoamericano y del Caribe. Esto confirma, la inocencia e impotencia de lo que realmente pasó, en el continente. Y confirma, que, gracias a las iniciativas de empresarios criollos, en crisis y a la resistencia en sentido patrio; la oligarquía criolla aprovechó el momento y supo convencer a la resistencia, para lograr la Independencia. Y en la actualidad, pretende hacer lo mismo, para revertirla.

Han transcurridos 200 años y los personajes son los mismos, los descendientes, que han heredados las mismas incapacidades: dificultades en el dialogo, improvisadores, infiel a los principios, desamor a la patria, ansias de poder sin merecerlos, rechazo al trabajo digno, desconocer al hermano en las dificultades, envidia del bienestar del hermano y otros. Son razones, para demandar la fidelidad que es difícil de encontrar en los rincones de la patria. Y muchos pretenden conseguirlos en el entorno, donde a pesar que todos se conocen; hay quiénes prenden velas, para rezar para que el Creador ayude, a evitar que el hermano, vecino, padre, hijo, flaqueen antes las adversidades, con ofertas engañosas.

Antes de señalar a cualquier ciudadano de actos indebidos, sin analizar al menos someramente, las facilidades que hay que darle al funcionario para que cumpla eficientemente, con las responsabilidades. Seudo-lideres, que quieren sustentar logros, en base a los sacrificios de otros. Y al llegar a gobernar, la excusas de rodearse de leales, se señala el camino de la corrupción. Un camino, sin control, fundamentado en la palabra del amigo, o del amigo del amigo, del hijo del amigo, del compañero de lucha, del compañero de infancia. Solo valorando las comprensiones, al tomar como base años de lucha y experiencias. Sin valorar el entendimiento, de que cualquier acto o decisiones, tienen que crear felicidades.

Para los que manejan el poder, solo existe un solo camino y no es el que se aproxima a la verdad. Es aquel, el que señala el gobernante afectado y solo falta conseguir al que es capaz de hacerlo, sin importarle quien caiga y como caiga; que como un gran mazo que aplasta, dejando un sello como si fuese verdad. Despreciando las capacidades de defenderse y sin visualizar, la capacidad de entendimiento de los pueblos. Casos que repite la historia, con un nuevo mito, para alcanzar el poder, con el dominio de "La Energía"

El planear en las actividades públicas y privadas, brilla por doquier, por la ausencia. A caso, el iniciar un proyecto sin una planificación adecuada, no es señalar el camino de la corrupción. Son muchos los profesionales que saben que el planear es facilitar el control, para lograr la eficacia financiera. Nada justifica que la planificación y las finanzas, estén en la misma acera, porque se pagan y se dan el vuelto, y propicia la corrupción. No es el momento de perseguir al corrupto, es el momento de estudiar al sistema, para determinar las entradas, los riesgos, los factores de controles y asegurar que las salidas sean confiables.

Los factores de corrupción están en los objetos conceptuales. Una adecuada planificación impide que una actividad quede inconclusa y de oportunidad para que se pare la obra y se justifique perdidas innecesarias, que motiva a la corrupción. Un trabajador que no cumpla con las responsabilidades programadas y dependiendo quien lo recomiende, justifica la corrupción, por actividades no ejecutadas o mal ejecutadas.

No es solo al corrompido hay que perseguir, también al que propicia la corrupción; fácil de reconocer. Es aquel que siempre quiere estar en el cuadro de dirección, sin merecerlos. Y es puesto a dedo, priorizándose la lealtad sobre la capacidad y la honestidad. Líderes protectores, que se alejan del protegido y todo lo consulta por teléfono o en coincidencias en los sitios de fiestas, dándole sensación al corrompido de impunidad. El que actúa, sin dar valor agregado, es el que sueña con el pueblo, para engordar los negocios. Es el que despide al funcionario, sin empatía. Es el que cree todo lo que le dicen y hacen de oídos sordos a los lamentos de los pueblos. Porque son ellos que identifican al corrupto y espera con impaciencia; acciones prometedoras contra el corrompido.



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Basilio Lezama


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