La corrupción en Petróleos de Venezuela (Pdvsa) es gigantesca. Prácticamente es una empresa inauditable que no solamente ha sido quebrada por el madurismo, sino que el chavismo desde los tiempos en que Rafael Ramírez fue su presidente, más allá de que se hayan mantenido sus niveles de producción eso no lo exculpa de la gran cantidad de recursos que fueron dilapidados, malversados y robados durante su gestión.
Por ello, si en algo ha sido especialista el gobierno – desde tiempos de Chávez – ha sido en crear una permanente diadococinesia política, es decir, la facultad de realizar con rapidez movimientos opuestos, en este caso en el espacio de la diatriba contra el adversario que le disputa el poder, o que busca por alguna causa investigar sus andanzas dentro de la estructura del Estado, siendo una forma de mantener bajo control cualquier posibilidad de amenaza en contra de su estabilidad hegemónica en el ámbito de ese poder. Esa es la única razón por la cual, cuando Diosdado Cabello observa que Maduro pudiera colapsar en el dominio de Miraflores, no le importa unirse con éste, aunque ello implique que deba pactar con cualquier otro demonio.
Maduro comenzando su nefasto período en 2013 destituyó a Rafael Ramírez de la presidencia de la Pdvsa y lo envió como embajador de Venezuela en la Organización de Naciones Unidas (ONU), y lo hizo tratando de limar asperezas, no tanto con el propio Ramírez sino con Diosdado Cabello. ¿Y por qué? Porque en la repartición del país en la manera de gobernar, Maduro se quedaría con el control absoluto de los ingresos petroleros, y Cabello con lo generado por impuestos, allí la existencia de que su hermano sea inamovible del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria y Aduanera (Seniat).
No obstante, las fichas de Rafael Ramírez en Pdvsa también eran apéndices de Diosdado Cabello, y eso explica el encarcelamiento de altos funcionarios de la petrolera estatal que cayeron en desgracia, posterior a la salida de Ramírez como el magnate del petróleo en nuestro país. En consecuencia, no es casualidad que el expresidente de Pdvsa se haya referido a las conversaciones que habría sostenido con Cabello¹ como forma de presión política. En esencia, tales diálogos son una simple muestra que Ramírez guarda enormes secretos por el presidente de la fraudulenta "constituyente"; y éste a su vez nunca recibe acusaciones en su contra en las narrativas biográficas que nos escribe quien fungiera como una especie de jeque árabe en el contexto del crudo venezolano.
En tal sentido, al aparecer informaciones relacionadas con el lavado de capitales provenientes de Pdvsa, entre ellas, la detención de ex – gerentes de la petrolera en el exterior, como el caso de Luis Bastidas Ramírez², primo de Rafael Ramírez, no puede venir éste a excusarse diciendo que nada sabía, porque conforme el expresidente de Pdvsa acusa, y con toda la razón a Maduro de hechos de corrupción, pues quien pudiera creer que el susodicho alto funcionario de nuestra industria petrolera, desconocía los movimientos fraudulentos de sus colaboradores que cumplían importantes responsabilidades operativas y financieras. También es curioso que a pesar de las acusaciones mutuas que se generan entre Maduro y Ramírez, el "presidente" de la ilegítima "constituyente" no haya ordenado un decreto, pronunciamiento o cualquier documento escrito en el cual se condene a Rafael Ramírez no sólo como prófugo de la justicia, sino como "traidor a la patria".
Y si lo anterior, sólo es una pequeña muestra de la corrupción que ha campeado en Pdvsa, tenemos hechos en donde un banquero alemán, vicepresidente de un banco suizo se declara culpable de blanqueo de capitales provenientes de nuestra malograda industria petrolera³, en donde incluso se habla de una "conspiración" que habría comenzado en 2014. Esa es una de las razones que nos hacen concluir que desde hace tiempo Cabello prepara un golpe en contra de Maduro⁴, en caso extremo que tenga que salvar su pellejo.
Rafael Ramírez y Diosdado Cabello son piezas fundamentales en el contexto de la corrupción de Pdvsa. Por supuesto, que Nicolás Maduro destruyó completamente a la industria, pero eso no exonera a los dos primeros de los grandes escándalos de robos, sobreprecios, comisiones, "coimas", y desviaciones presupuestarias en contra de Pdvsa, y por ende de los venezolanos.
¿Será capaz Diosdado Cabello de denunciar a Rafael Ramírez como parte del clan de la corrupción petrolera, o será que su silencio sobre las actuaciones del expresidente de Pdvsa, tienen en Ramírez el mejor secreto guardado de la corrupción "revolucionaria" y madurista?
Sin duda que existe una corrupción compartida de Pdvsa entre Rafael Ramírez y Diosdado Cabello ¿Quién es más culpable? ¿Por qué Maduro señala a Ramírez como corrupto de Pdvsa, pero Cabello nada dice sobre el particular? O viceversa ¿Por qué Ramírez señala como corrupto a Maduro, pero niega la existencia de corrupción en Cabello? Como dice el refrán: entre bomberos no se pisan la manguera. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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