Una de las principales causas de la corrupción a todo nivel, aquí y en cualquier otro país, es sin lugar a dudas la impunidad, pero otro factor que influye muy fuertemente es la falta de información, el silencio cómplice, el esconder bajo la alfombra la basura corrupta para evitar un costo político, para proteger a alguien o por la razón que sea.
La impunidad no existe simplemente por la mala actuación de una fiscal corrupta como la luisa Marbella, en esos procesos se involucran abogados tramposos, jueces sucios y complacientes y funcionarios de todo nivel. Todos actuando siempre bajo el disfraz de la "legalidad" buscándole siempre la vuelta a los asuntos para con tecnicismos y marramuncias salvar pellejos y hacerse con buena parte del botín. Casi siempre estos abogados y jueces mafiosos son personas elegantes, muy bien habladas y educadas en las mejores universidades. Todos por supuesto son el producto de años de dominio hegemónico de la mala cultura patriarcal autoritaria y corrupta instalada desde hace siglos por las elites dominantes, y en estos últimos tiempos del capitalismo salvaje, por las fuerzas capitalistas tanto de derecha como de "izquierda", (y la pongo entre comillas porque muchos de los verdaderos revolucionarios son casi siempre tildados de radicales, buscapleitos o simplemente extremistas y muchos gobiernos supuestamente de izquierda terminan entregados al poder corporativo). Estos abogados, jueces y funcionarios podridos son fácil presa de las fuerzas imperiales y son usados por estas para perseguir, criminalizar y castigar sin pruebas a sus contrincantes, crear cortes de justicia ilegales que actúan extraterritorialmente, sistemas de justicia totalmente corrompidos como los de Perú, Argentina y Panamá y ni hablar del de Brasil. Siempre por supuesto apoyados por los prostituidos medios de comunicación al servicio de las corporaciones que se encargan de condenar a priori a sus enemigos, defendiendo a quien les conviene y como siempre ocultando sus fechorías hasta que puedan ser olvidadas por el público. Así desaparecen verdades incomodas, como los asesinatos de presidentes y otros líderes y las mentiras con las que han llevado al mundo a cruentas guerras( recordemos las armas de destrucción masiva en Irak o el caso de las torres gemelas por solo nombrar dos), los abusos de los curas pedófilos y demás atrocidades.
En el mundo entero la corrupción se pasea impunemente y muchas veces hasta es premiada por los dueños del poder. Así podemos ver como a los banqueros mafiosos que causaron con sus fraudes la crisis financiera del 2008, se les premio con miles de millones de dólares del pueblo gringo y muchos de ellos recibieron bonos multimillonarios, mientras miles de ciudadanos comunes perdían sus casas y sus empleos, eso también sucedió en Europa y sobre todo en el reino de España, donde los desahucios a causa del fraude bancario son hoy cosa de todos los días.
Aquí en nuestra Venezuela tenemos una larga historia de ladronismo y corrupción, y es memorable la frase de Gonzalo Barrios uno de los grandes "demócratas" adecos: "en Venezuela se roba porque no existe razón para no hacerlo". Ya en época De Cipriano Castro, los banqueros y comerciantes corruptos, endeudaron a la nación con la banca internacional y causaron el infame bloqueo naval de las elites imperiales de entonces alcahueteadas por el naciente imperio gringo.
Recordemos también el discurso del supuesto "padre de la democracia" (según el cuento adeco): "que se me quemen las manos si alguna vez me he apoderado de los recursos del pueblo…." Días después un fallido intento de magnicidio a don Rómulo, efectivamente le quemo únicamente sus sucias manos, por la boca muere el pez, dicen algunos. Caldera no solo perdono a los banqueros corruptos que quebraron la banca privada nacional robándose el dinero de sus ahorristas, sino que además les entrego más dinero para disque salvar los bancos, dinero que también se robaron y con el cual muchos viven cómodamente en el exterior. Y otro adeco famoso el tal lusinchi, dejo la presidencia con la célebre frase "me engañaron", hablando sobre la conversión de la deuda privada en deuda pública, haciendo que todos los venezolanos tuviéramos que pagar por los fraudes de las elites que siempre gobernaron el país, y además por haber hecho que invirtiéramos en refinerías en el extranjero que solo nos trajeron gastos.
Toda la historia contemporánea de Venezuela está plagada de corrupción aprovechamiento de la cosa pública y muchos de los apellidos se repiten en toda la cuarta república, Mendoza, tinoco, Delfino, Mezzerani, Zuluaga y tantos otros que conformarían una lista interminable. Todos se enriquecieron inmensamente a la sombra del estado venezolano, depositando e invirtiendo sus mal habidas fortunas en la mafia de la banca internacional, en vez de utilizarlas, con un sentido nacionalista, para el verdadero desarrollo industrial del país.
Pero este entramado de corrupción, ladronismo y usufructo de los bienes públicos ha sido prácticamente legalizado por el capitalismo, sobre todo en su encarnación neoliberal. Todo el sistema mundo creado desde la revolución industrial y el desarrollo capitalista, sus instituciones sus formas de gobierno y por supuesto sus escuelas de economía fueron diseñadas para "amañar el juego", un juego macabro donde una minoría se apodera le las riquezas de las grandes mayorías por medio de un sistema económico diseñado especialmente para ese fin.
En Venezuela supuestamente estamos tratando de construir algo distinto, y es quizás por eso que los ataques son tan despiadados, pero la tarea de cambiar doscientos años de traiciones a las causas de los pueblos, de corrupción y ladronismo no es ni será fácil, sobre todo cuando ese sistema podrido es el que las elites han instalado a sangre y fuego en casi todo el planeta. Pero no es imposible y aquí no se rinde nadie.
Debemos seguir trabajando, sobre todo en nosotros mismos, como alguna vez nos dijo el comandante Chávez: "debemos exorcizar de nuestro interior el egoísmo y otros males capitalistas". Hay mucho que corregir y todos tenemos que poner nuestro mejor esfuerzo para cambiarnos profundamente y lograr cambiar todo a nuestro alrededor y así seguir construyendo la patria y el mundo que soñamos.
Volviendo a la falta de información algunos consideramos muy importante que el gobierno nos mantenga informados continuamente sobre la lucha contra la corrupción que debe ser a todo nivel. Aunque el fiscal se preocupa por darnos algo de información, pasamos días sin tener noticias sobre casos importantes y muchas veces la información viene bastante incompleta. Sería bueno que cuando se acusa a los "presuntos" implicados en los grandes casos de corrupción, sus nombres y rostros sean mostrados públicamente, que se nos mantuviera informado del desarrollo de los juicios y por supuesto del resultado final de estos y que tipos de condenas se le han dictado a los culpables. El pueblo debe conocer a sus enemigos y a los traidores y debe saber que no existe ni perdón ni impunidad para estos delincuentes. Las penas deben ser ejemplarizantes, y además ya es hora de crear una estricta ley contra el enriquecimiento ilícito en casos de corrupción, dolo y traición a la patria (que son prácticamente lo mismo) para que las autoridades puedan decomisar fortunas, expropiar propiedades en Venezuela y el extranjero, porque además de la cárcel para los corruptos, es necesario para el beneficio de todos que la nación recupere lo robado.
Cuando el huracán revolucionario llevó al comandante Chávez a Miraflores, lo hizo con la intención de acabar con tanta corrupción, desigualdad y la falta de verdadera libertad y eso no es ni será tarea fácil, pero estamos en la obligación de demostrarle a todos a los pueblos oprimidos y alienados del mundo, que otra forma de gobernar es posible, que se puede inventar un sistema diferente al que nos han mal acostumbrado las elites gobernantes, que entre todos, si nos lo proponemos, podemos crear un sistema mundo mejor, con más prosperidad para todos, y en armonía con la naturaleza, un sistema económico que tenga al ser humano como centro y no al capital.
Para lograr este objetivo, como nos dijo el comandante Chávez, debemos empezar con nosotros mismos, desechar el egoísmo inducido por la mala cultura, cultivar la solidaridad y la tolerancia y siempre mantenernos fieles a nuestros ideales combatiendo la injusticia y la opresión.
No será fácil, y ahora es que empieza la verdadera lucha. ¡Hasta la victoria siempre!
¡Viviremos y venceremos!