Paraísos fiscales

La denominación proviene de una traducción mal intencionada de la palabra "hacen", que en Inglés puede significar tanto "refugio" como "guarida".

En algún momento la palabra Haven se transformó en la traducción, convirtiéndose muy convenientemente en Heaven, cielo o paraíso, lo que le quita el carácter corrupto de su verdadera razón de ser: una simple guarida para la acumulación del capital, la mayoría de las veces de procedencia muy dudosa, de las élites financieras.

Veamos, un poco al vuelo, de que se trata este peculiar, y nada decente, fenómeno financiero.

El proceso de la "Banca Off Shore", tiene ya siglos. Era usado en el pasado por piratas y corsarios quienes escondían los botines producto del robo y el saqueo en sus guaridas en el Caribe.

Los banqueros de Génova y Zurich fueron quienes inventaron eso del secreto bancario para proteger los bienes de las élites hace ya siglos, pero fué con la creación de la Confederación Suiza en 1848, que se organizó lo que podemos identificar ya como un paraíso fiscal hecho y derecho.

Los "Barones Ladrones" quienes representan como nadie al salvaje capitalismo norteamericano no se quedaron atrás y crearon lo propio en los Estados de New Jersey

y Delaware, donde podían entonces (y todavía pueden) acumular sus exageradas riquezas, casi nunca conseguidas jugando limpio, lejos de los colectores de impuestos del Estado Federal.

Después de 1945, hubo un aumento general en las tasas de impositivas de muchos países, esto junto al ya acelerado derrumbe del Imperio Británico y el comienzo de las luchas anticolonialistas e independentistas de muchas de sus colonias, forzó a las autoridades del Reino Unido, a sus corporaciones y a los grandes terratenientes colonizadores a crear una red de bancos donde pudieran guardar y proteger sus exorbitantes ganancias producto de la explotación descarada y el trabajo esclavo en sus colonias.

En uno de sus libros, el economista e historiador Michael Hudson cuenta como en 1965 mientras trabajaba en el Chase Manhattan Bank en Wall St., el Departamento de Estado se dió cuenta que debido a sus guerras en Asia ya no tenían cómo seguir cubriendo el inmenso déficit en el gasto militar, así que un funcionario se acercó al banco y se comisionó al profesor Hudson para que calculara cual era aproximadamente el capital que poseía el crimen organizado en el mundo, preguntaron que, siendo los criminales los personajes más "líquidos" del planeta cuánto dinero producían, también querían saber cuanto escondían en bancos off shore los dictadores y otros políticos corruptos, cuánto dinero se guardaba en Suiza y cuánto se podría atraer hacia Los Estados Unidos.

El resultado final del estudio, en palabras del profesor Hudson, fué que "el gobierno de de EEUU le pidió al Chase Manhattan y a otros bancos importantes que fueran buenos ciudadanos y convirtieran a USA en un lugar seguro para que los criminales guardarán su dinero y así de paso ayudar a mantener estable al dólar".

Comenzaron entonces los simpáticos y decentes banqueros, en alianza con la administración del imperio (USA) y otros estados cómplices, a crear una especie de red subterránea de paraísos fiscales en muchos sitios diferentes, desde Hong Kong hasta las Islas Vírgenes, incluyendo varios Estados dentro del país del Norte. Aquí permítanme aclarar que el gran Banco lavandero de Hong Kong, el famoso H.S.B.C, ya había comenzado sus no muy sanas actividades durante las guerras del opío desatadas por el Imperio Britanico para someter a China en el siglo XVIII.

Describir cómo funciona el complejo entramado de ese sistema mafioso da para un artículo completo, pero trataré de resumir y simplificar un poco.

Los corruptos interesados, sean estos políticos, militares, magnates financieros o de la construcción, traficantes de armas o jefes de mafias de cualquier tipo, crean compañías que a su vez registran otras compañías en los países o estados considerados "paraísos fiscales". Algunos de estos países fueron creados de la nada por los gringos casi exclusivamente para estos fines, Como Liberia en África y Panamá, este último un territorio arrebatado a Colombia por los gringos, que además de tener al dólar como moneda de curso legal, está en una locación estratégicamente muy útil.

Recordemos que muchos de los cargueros de las compañías privadas transportistas de petróleo, creadas paralelamente a las grandes compañías petroleras por ellas mismas, navegan con "banderas de conveniencia" de estos dos países. La compañía petrolera paga el precio que le pida el país productor, luego se lo vende casi al costo a la empresa transportista, que también les pertenece, pero que no declara ni paga impuestos pues navega y comercia con una "bandera de conveniencia", luego el petróleo se revende a lo que diga el mercado, las millonarias ganancias producto de la evasión de impuestos van a bancos en paraísos fiscales donde permanecen depositadas o regresan, con su carita bien lavada, a las arcas de estas grandes transnacionales.

Algo parecido pasa con el tráfico de armas, de drogas, el dinero de la inevitable corrupción interna presente en todos los Estados burgueses liberales y de otras no muy decentes actividades.

Ahora bien, no sé ustedes, pero ninguno de mis amigos, familiares o conocidos tiene dinero escondido en estos paraísos fiscales ni necesita lavar el dinero de sus empresas en estos paraísos mafiosos.

Esto me hace pensar si en realidad, la existencia de estas sofisticadas guaridas de los piratas modernos son necesarias para el bienestar de las grandes mayorías y el progreso de las Naciones. Si decimos estar sinceramente en contra de la corrupción y el ladronaje, ¿no sería mejor eliminar de un plumazo estos supuestos paraísos y utilizar todo el gran capital escondido y estancado en ellos para solucionar los inmensos problemas que enfrentamos como humanidad?.

¿Quién dice que un puñado de oligarcas corruptos y mafiosos tienen el derecho de poseer el mayor porcentaje de las riquezas producidas en el mundo, mientras millones mueren de hambre y de enfermedades prevenibles y curables?

¿Quien ha decretado que un puñado de oligarcas, elegidos por nadie y que impunemente no responden ante nada ni nadie, puedan decidir el destino de la humanidad y que en complicidad con sus lacayos en muchos gobiernos del mundo, poco a poco puedan implantar y legalizar todo un sistema vertical totalmente corrupto?.

Este sistema mundo podrido y amañado en que vivimos no ha sido impuesto por extrañas e incomprensibles leyes cósmicas ni es una evolución natural e inexpugnable de la Naturaleza. Es sin lugar a dudas un constructo del ser humano, específicamente de unas élites gobernantes que nunca se han preocupado, ni se preocuparon, por el bienestar de las grandes mayorías y para quienes absolutamente todo debe ser sacrificado ante el altar del lucro excesivo, por lo tanto, PUEDE Y DEBE SER CAMBIADO!



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Gustavo Corma


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