Doce años después de aquel recordado discurso del Comandante Chávez, donde anunció un golpe de timón que profundizara los cambios necesarios para revolucionar una revolución bajo ataques constantes -desde afuera por los poderes facticos imperiales y desde adentro por las oligarquías de siempre y por esas nuevas elites que inevitablemente se forman en cualquier gobierno revolucionario, o para utilizar una palabra muy de moda, progresista- el Presidente Maduro llama a su pueblo a consulta para una reforma constitucional. Algo que, por cierto, nunca hacen los muñecos de torta impuestos en las elecciones "libres" de los asi llamados países ultra democraticos de occidente.
Chávez ordenó aquel día profundizar y acelerar la trasferencia del poder al pueblo organizado, agudizar la critica y la autocrítica para, como nos aconsejó el comandante Fidel "cambiar todo lo que tenga que ser cambiado". Y aquí tendríamos que agregar: en cada uno de nosotros, para colaborar con la construcción del país y el mundo que necesitamos. Los cambios empiezan por casa!
Han pasado doce años donde hemos tenido que sufrir lo que muchos pensamos y no sin razones suficientes, fue el asesinato del Comandante y la vorágine contra revolucionaria que seguidamente y de forma brutal, desató una oposición apátrida al servicio de los poderes corporativos del norte global.
Han sido doce años de guarimbas, desabastecimiento programado, ataque despiadado a nuestra moneda, guerra mediática indiscriminada, intentos de golpes de estado, de magnicidio, sanciones de todo tipo y bloqueos directos e indirectos.
En medio de todo esto fuimos declarados una "amenaza inusual y extraordinaria" para la nación mas poderosa del continente y hasta no hace mucho del planeta. Fuimos desconectados del sistema de pagos SWIFT, lo que dificulta enormemente nuestro comercio con otras naciones y obliga a la tercerisación de nuestras actividades de importación y exportación, algo que no solo complica las cosas, sino que aumenta las oportunidades para la corrupción, el desvió de capitales y demas negocios turbios.
No pretendo con esto ocultar ni disminuir los muchos errores cometidos por el gobierno, mucho menos defender a los traidores que vendieron su dignidad por un puñado de dólares. Solo quiero poner en claro para quienes no lo recuerden, o no quieren recordar, todo lo que ha sucedido en estos largos y convulsos doce años.
El mundo de hoy esta cambiando en formas que muchos de nosotros jamas nos hubiéramos imaginado hace una década, y estos tiempos de crisis globales presentan tanto desafíos como oportunidades para una nación como Venezuela que, queramoslo o no, esta en el centro del huracán.
En el 2007 el Presidente Putin dio su extraordinario discurso en el foro de Berlín, hoy 18 años después los acontecimientos le han dado la razón y podemos observar incrédulos a un presidente gringo manejando o al menos tratando de manejar el inevitable derrumbe del mundo unipolar, la hegemonía occidental y la total derrota de los planes guerreristas para vencer a la federación Rusa, balcanizarla y apoderarse de sus recursos.
Maduro, al parecer, también se ha sabido manejar en este complicado juego de la geopolítica internacional y 12 años después del golpe de timón del Comandante Chávez decide profundizar los cambios necesarios para seguir revolucionando a la revolución Bolivariana, tal y como se lo encomendó el Comandante.
A pesar de que seguimos y seguiremos siendo para las fuerzas imperiales una "amenaza inusual y extraordinaria", Venezuela es hoy mas que nunca una nación muy necesaria dentro de los planes políticos y económicos del Presidente Trump. Tal vez en otro articulo profundice un poco en esto, por ahora solo pensemos en la importancia de las inmensas riquezas del país, nuestra localización estratégica y la excelente relación que mantiene el gobierno Bolivariano con Rusia, China y Bharat (India) las tres potencias mas importantes del BRICS y con otras no menos determinantes en la nueva arquitectura naciente del mundo multicéntrico -o multinodal como lo llaman algunos- Irán, Indonesia y Turquía. No menciono a Brasil pues todos conocemos la delicada situación política del vecino país y las inmensas presiones internas y externas a las que está siendo sometido el Presidente Lula.
Aclarado esto y con la poca humildad que me queda, me atrevo a sugerir algunas cosas.
Al negociar con las mafias imperiales occidentales nunca debemos olvidar las palabras de Ernesto Che Guevara : "al imperialismo no se le puede creer ni tantico así".
En las discusiones que se lleven a cabo hay que estar muy pendientes de aquellos reformistas que pretenden cambiar todo para que todo siga igual.
Recordemos las palabras del viejo ultra derechista francés Jean Marie Le Penn : "Voten por el original, no por la fotocopia". Al aplicar o anunciar las mismas medidas económicas que utiliza el capitalismo financiero se logra decepcionar a mucha gente en las bases populares y se producen fenómenos monstruosos como Laso, Novoa, Boric y el impresentable Miley.
Tengamos mucho cuidado con las palabras y los conceptos. El Presidente debería cambiar de una vez el termino sociedad por comunidad. Una sociedad es un grupo de socios que buscan solo intereses individualistas, una comunidad busca el bien común de todos. Tengamos siempre en cuenta las palabras de la compañera Mexicana Katya Colmenares "debemos cambiar de una sociedad de muerte a una comunidad de vida".
Es necesario recordar que este nuevo proceso de reforma constitucional puede transformar a nuestra nación o retrocedernos al siglo pasado y volvernos otra vez colonia.
He notado que el Presidente habla sobre modernidad y luego agrega la palabra "nueva", o sea habla de una nueva modernidad. Me parece muy apropiada esa corrección, pues es esa vieja modernidad eurocéntrica la que ha instalado todas las jerarquías de dominación impuestas por el imperialismo colonialista como el patriarcado, el racismo, los conceptos supremacistas, las políticas de apropiación por despojo siempre seguidas del genocidio y la limpieza étnica de los pueblos colonizados.
Recordemos siempre, para nosotros : "COMUNA O NADA"