Hemos podido observar, como en las últimas horas, se ha suscitado una nueva escalada de agresiones contra el Estado-Nación venezolano, esto a través del sistema de Naciones Unidas, y en particular del Consejo de Derechos Humanos y de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dirigida por la inefable Michelle Bachelet.
Pero, vayamos por partes y en estricto orden cronológico de cómo se fueron dando los hechos y luego formular mis apreciaciones sobre estos nuevos ataques contra la República Bolivariana de Venezuela.
Primero, la denominada Misión de Determinación de Hechos, integrada y presidida por Marta Valiñas (Portugal), Francisco Cox Vial (Chile) y Pauls Seils (Reino Unido), ratificó lo expresado por ellos en el año 2020 referido a nuevas detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y supuestos casos de abuso sexual a personas en custodia.
La "represión continúa (...) contra las personas percibidas como 'enemigos internos' u opositores al gobierno" de Nicolás Maduro, advirtió Marta Valiñas, presidenta de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU sobre Venezuela, quien presentó ante el Consejo de Derechos Humanos una actualización de su trabajo en el país sudamericano.
Importante es de destacar que esta Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos de la ONU realizó su trabajo basados en más de un 80% de reportes tomados de páginas web abiertamente adversas al gobierno que encabeza Nicolás Maduro, además de que su referidos integrantes (Valiñas, Cox Vial y Seils) en ningún momento pisaron suelo venezolano para realizar el referido estudio, lo que ya de por sí refleja un sesgo en el mismo.
Otro dato a considerar es que Cox Vial fue funcionario del gobierno de Sebastián Piñera y de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, es decir, un enemigo abiertamente declarado de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual también ya demuestra el sesgo que posee el referido informe.
También cabe destacar, y como lo señalan los portales web ensartaos.com.ve y lechuguinos.com en un buen trabajo de investigación de nuestra misión diplomática en la ONU, este trío de actores políticos enemigos de la Patria de Bolívar y Chávez, cobraron aproximadamente 5 millones de dólares por la realización del informe que busca apuntalar la escalada de agresiones contra Venezuela. Otro elemento adicional para la desechar e invalidar la validez de este informe.
Pero, al día siguiente, y como lo estoy señalando, en reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, procedió a la actualización oral de su informe sobre la situación en Venezuela, donde reforzó lo expresado por la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos de la ONU. Algo a mi juicio sumamente grave, al revelar una abierta politización y uso irresponsable en la terminología del Derecho Internacional Humanitario y en el tema de Derechos Humanos en el caso de Venezuela.
Bachelet en su intervención, coordinada y articulada con esta supuesta Misión Independiente de Determinación de Hechos de la ONU, pidió investigar las supuestas ejecuciones extrajudiciales que a su juicio ocurren en Venezuela, esto a propósito de los hechos ocurridos a comienzos de año en La Vega, donde en un operativo policial, 14 personas habrían muerto por el accionar de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, popularmente conocida como FAES, fuerza ésta que tanto Bachelet como la referida Misión "Independiente" solicitan su eliminación.
Importante es de destacar que desde la llegada de la Revolución Bolivariana al gobierno en 1999, no es política de Estado practicar ejecuciones extrajudiciales. Sin duda no niego que puedan haber aún funcionarios policiales y de cuerpos especiales que puedan tener este tipo de prácticas, pero en la República Bolivariana de Venezuela, de acuerdo a nuestra Constitución y las leyes, la responsabilidad penal es individualizada.
También Bachelet pidió la libertad incondicional de todas las personas que fueron detenidas "arbitrariamente" y acogió el nuevo acceso de su oficina a los centros de detención policial.
Bachelet denunció que en Venezuela se «ha agravado la situación humanitaria» ante las limitaciones para acceder a los servicios básicos, asistencia médica, agua, gas, alimentos y gasolina.
En su su discurso, Bachelet denunció que según algunas organizaciones el salario actual está por debajo de 1 dólar estadounidense al mes, lo que deja al venezolano alejado de la canasta básica alimentaria que ha aumentado un 1.800 % en el último año.
Sostuvo que en estos momentos la asistencia humanitaria se ha vuelto «más esencial» por lo que le inquieta las iniciativas que han surgido recientemente para imponer «restricciones indebidas» a la capacidad de actuación de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
En cuanto a los dos primeros ítems, es cierto el agravamiento de la situación humanitaria en el país, pero producto de las medidas de bloqueo y políticas de asedio y persecución económica y financiera por parte de la administración Trump y de alguna manera continuadas por Biden. Sin duda el salario en Venezuela está muy bajo y el poder adquisitivo de la familia venezolana está muy precarizado, producto de esas medidas coercitivas unilaterales de EEUU.
Y esto está reflejado claramente en el Informe Preliminar que realizó la Relatora Especial ONU para la Evaluación del Impacto que han tenido las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) en el disfrute de Derechos Humanos en Venezuela, Alena Douhan, en su reciente visita a la República Bolivariana de Venezuela. También lo hizo así el experto Alfred De Zayas en una evaluación similar realizada en el año 2017-2018 cuando éste estuvo en nuestro país también.
¿Será casualidad el artículo de William Dávila, alineado con la solicitud de Feliciano Reina, de que otras relatorías de la ONU como la de detenciones arbitrarias y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes vengan al país, y qué pocas semanas después se produzca el pronunciamiento de esta "Misión" y de la inefable Bachelet? Juzgué usted amigo lector y lectora.
Lo peligroso de esto no es que Venezuela sea condenada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, porque no lo hará ni es su competencia. Pero sí podría darse que este tema pase al Consejo de Seguridad para tratar de aprobar una resolución que si legitime una intervención militar en nuestro país, tal y como ocurrió en Libia en 2011.
Aun cuando contamos con el apoyo de países con poder de veto en el Consejo de Seguridad como Rusia y China, EEUU a veces ha realizado este tipo de agresiones armadas sin la autorización de su parlamento ni mucho menos de la propia ONU.
Por lo que habrá que estar muy atentos de esta nueva escalada de agresiones que se ciernen sobre nuestra Patria, sobre todo cuando se pretenden construir canales de entendimiento para resolver los problemas que afectan al venezolano y venezolana de a pie.
Diría nuestro eterno Comandante Chávez: ¡Ojo Pelao!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!