Pimpinas de todos los tamaños, con contenido de gasolina, a diferentes precios, especialmente en dólares y pesos, se expende a la vista de todos, a lo largo y ancho de los estados fronterizos entre Venezuela y Colombia y hablo especialmente del estado Zulia, lo digo, porque estuve por esos lados, con unos parientes, miren, estos señores, tienen en su poder más de ese combustible que las mismísimas estaciones de servicio de nuestro país, pero me pregunto, de a dónde provienen ese derivado del petróleo, me respondo yo mismo, de a donde más va hacer, de Venezuela y hago otra pregunta, como va a parar allá, Bueno, aquí les digo, como decía aquel gran cómico, “ Allí está el detalle”…
Vivimos en nuestro país, en una sociedad de cómplices y que podemos decir del país vecino, llenos de mafias y mafiosos, pero no es eso solamente, también está el casito de la cambiadera o compras de dinero en efectivo, oí gritar, a uno de los tantos muchachos de 10 y 12 años, con fajones de billetes en mano, entre verdes, pesos y los de aquí, “ Cuanto quiere, cuanto le vendo, cuanto le cambio”, válgame Dios y yo, me hago otra pregunta, de donde esos muchachitos sacan esa cantidad de billetes, es que en esa zona fronteriza se ve de todo, en muchas de esas alcabalas que hay unas cuantas, digo, de las oficiales, sin meter las que están por las trochas, otro negocio más, tenéis que bajarte de la mula contante y sonante y si echáis la rogadita posiblemente pagues poco y si tienes suerte y les caes bien a los custodios posiblemente, no pagáis nada, posiblemente, pero algo de quitan.
Los transportistas y valga la redundancia, que transportan pasajeros y productos de todas clases, de aquí para allá y de allá para acá, tienen que ingeniárselas para que no les escurran el bolsillo tanto, por lo que los viajeros que van a esa zona tienen que llevar un fajón de billetes, para poder cruzar y llegar a su destino...
Y esto no termina aquí, si vamos más allá, al centro de la ciudad de Maracaibo, nos encontramos con otros antros de corrupción, entre estos esta, el del Mercado de las Pulgas, de todos conocidos, por cierto amigos, si va por esos lugares, mucho cuidado y no lleve nada de valor a la vista, porque lo tumba de una vez…Me recuerdo, que el actual Gobernador de esta entidad, prometió acabar con todo ese nido de alacranes venenoso y así lo comenzó hacer, hasta que le leyeron la cartilla y hasta allí llego..