Aquí estoy amigo mío, tratando de encontrar una justificación para entender, ¿qué esta pasando en este proceso?, ¿a qué se debe este torrente de amnesia manifiesta en algunos de nuestros compatriotas?.
Este informe es vergonzoso, por compromiso revolucionario hay que pasarlo, a riesgo que los enemigos del proceso aprovechen esta debilidad, para sacar ventaja a sus bajos instintos y descubran una verdad inocultable, que tenemos en nuestras líneas camuflados, cuarto republicanos con camisas de compatriotas y conciencia de traidores.
Tengo tiempo haciendo seguimiento a camaradas, que comieron candela con nosotros, estuvimos en luchas clandestinas donde compartimos el mismo pan, poco, con la idea de que alcanzara para todos y saciamos el hambre juntos como hermanos, nuestras luchas clandestinas estaban cargadas de sentimientos revolucionarios, que nos hacían visualizar un futuro justo, sin exclusión, donde los privilegios no permanecieran un dia más después que obtuvimos el triunfo, que hoy logramos para el pueblo.
La contraloría social ha arrojado evidencias inconfesables, que producen decepciones en nuestras comunidades, los funcionarios de la revolución en muchos casos dejaron de ser trabajadores sociales, para convertirse en exhibidores de marcas y un lujo que puede competir con cualquier magnate deformado del capitalismo salvaje.
La incertidumbre se ha ido apoderando de nosotros, cuando vigilamos en la puerta de los ministerios, como en tiempos anteriores, nos damos cuenta que los esperados no pasan por donde el pueblo espera y siempre hay alguien que te dice, no ha llegado, y si está, es en una reunión que dura justo hasta donde tu no puedes esperar, porque hay otra puerta para hacerte saber que la reunión es eterna.
Si un dia por tu insistencia logras verlo a una distancia alcanzable, los guardaespaldas te hacen un cerco tan perfecto que el esperado se desvanece ante tus ojos, con una habilidad que no practicamos cuando andábamos huyendo a los esbirros de la época, porque de haberlo hecho seguramente no hubiésemos tenido tantos compañeros muertos, ni torturados, hoy ellos saben como despistar “al enemigo” que todavía cree que el esperado puede atenderlo mañana.
Esperar en la puerta del estacionamiento se hace humillante, porque no sabes, con los vidrios ahumados de las camionetotas en cual entra y te ves ridículo saludando a todas las que entran, a ver si de alguna te conocen y le dicen al chofer, baje el vidrio, CONOZCO A ESE SER, fue un combatiente honesto en luchas de juventud.
Después de la guardia de toda la mañana, a las doce cuando pega el hambre y la angustia se hace insoportable, te das cuenta que ese dia tampoco entró el esperado y entonces decides volver mañana, que es el dia que la providencia te va conceder la suerte, que tu amigo de lucha te va a encontrar en la entrada y sin que haya guardaespaldas, ni nadie que lo impida, te dará un abrazo, te preguntará, ¿por qué has estado perdido tanto tiempo? y te invitará a que hables con uno de sus directores para que le digas que es lo que quieres, o para que puedes ser útil, ya que cuando estábamos en guerrilla urbana, nunca se dio cuenta para que servia alguien que lo único que ha sabido hacer en su vida es revolución.
SI LA MUERTE LLEGA A SORPRENDERME SIN HABER HECHO NADA EN ESTE DIA, ME DARÍA MUCHA PENA Y MORIRÍA DE VERGÜENZA.
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