Mi amiga, la doctora de Barrio Adentro

El sábado 15 de noviembre estaba haciendo un retiro de mí cuenta en el Banco de Venezuela, aún, Grupo Santander. En el cajero contiguo, detecté la presencia de mi buena amiga Mireya, quien con cara de disgusto y frustración, se retiraba del mismo.

Mireya es una de esas mujeres, mujeres patrióticas, médica, que creyó en el llamado del Sistema Barrio Adentro. Mireya, es cursante del denominado Post Grado de Medicina General Integral; Mireya aspira ser una médica comunitaria; de esas que el proceso llama revolucionarias porque han creído en el mismo y porque además chico, tiene un cuadro de hijos, tres, que mantener y alimentar.

No obstante, Mireya acudió al cajero del Banco creyendo que encontraría algo vital allí: Su quincena.

Mi amiga Mireya, la futura médica comunitaria, esa que según Aristóbulo Iztúriz opina que desde ya deben renunciar a toda aspiración de crecimiento social porque el médico no debe pensar en ello, era la tercera vez que, desesperada, consultaba su saldo en el día con la esperanza de encontrar ahí depositado el fruto de su trabajo, el fruto de su abnegación. Pero que decepción; nada de nada.

Me comentaba mi amiga, la médica de Barrio Adentro, que en su entorno, deprimida, veía como otros venezolanos, salían con sus compras de alimentos, por ser día de quincena, en tanto que ella no sabía a quién acudir, con su impotencia reflejada en su rosto y su pesada carga sobre los hombros, para llevar el sustento a su hogar.

Mi amiga, la médica de Barrio Adentro, no hace medicina privada. Mi amiga, la médica de Barrio Adentro, no es uno de esos especímenes de médicos cuarto republicanos, indolentes, mercantilistas y peseteros que trabajan en las clínicas privadas, no; mí amiga Mireya, labora honrosamente para el Sistema Barrio Adentro; ese que ni paga las quincenas a sus médicos, mucho menos bonos nocturnos, cesta tickets, ni aguinaldos; aguinaldos que para la fecha, los ya patriotas trabajadores de PDVSA han cobrado y están disfrutando.

Para la fecha en la cual redacto esta nota, sentí curiosidad por saber de mí amiga Mireya, la doctora de Barrio Adentro. La ubiqué en el cajero del Banco de Venezuela, aún Grupo Santander, en espera de un depósito que no termina por llegar.

Así marcha nuestra revolución.

¡El que tenga oídos, que oiga!

*Médico

elieceralvarado@hotmail.com



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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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