“A quien se robó la verdad que la devuelva”, pinta caraqueña, 1972.

Un editorial los compromete

Desde el momento en que comencé a tratar de crear una particular visión sobre nuestra realidad, tuve en el Nacional una referencia de sólido valor. Sobre todo sus editoriales, había en sus contenidos, casi siempre, indiscutible fondo y una elegante construcción, sin duda, pues así se lo escuché a Miguel Otero Silva, que “eran piezas cuidadas directa y comprometidamente por él”. Difícilmente alojaban mentiritas o materia que no fuera de probada densidad. Así fue.

Hoy este sello del periódico pareciera materia realizada con animo de confundir, y por que no, de inducir a lectores desprevenidos al engaño. Sino, como explicar, la ya larga y lamentable cadena de horrores que allí leemos, y de los cuales, su mismo director ha tenido en varias oportunidades que pedir disculpas a su lectoría por las infamias e inexactitudes que allí escritas. El colmo para un periódico serio. Muestra flagrante de cuanto hablamos está en el editorial del 5 de diciembre de 2009. De su contenido compartimos, no hay duda, que aquellos que compraron los bancos y luego hicieron de las mismos verdaderos nidos de hampones son culpables y por eso están presos. Igualmente quienes los hallan podido apoyar deben ser objeto de investigación.

Sin duda que estos “nuevos banqueros” no están haciendo otra cosa que lo que siempre han hecho la mayoría de los banqueros venezolanos, especular con dineros del poder publico. ¿Desde cuando esos banqueros que el editorial cita como “serios” han iniciado con dinero propio, sus negocios?. Estimo que nunca. Eso de “banquero” y “serio” es una flagrante contradicción de términos. No es fácil conectar en una frase que tenga sentido y pueda tener sustentabilidad, el sustantivo banquero, con el adjetivo serio. No acoplan. No rima. No tiene mínima consonancia ni consistencia. Semántica y lógicamente son antípodas.

No leí ningún editorial de ese periódico cuando se produjo la crisis bancaria de Wall Street, hubo silencio. Por que allí, se delataron, se revelaron en su mas profunda esencia las materias corruptibles de que está estructurado el mundo de la Banca. Se desvistió al rey en pleno Ave. Broadway. Eran sus héroes, con pomposos nombres muy “wasp” (W)Blanco, (A)Anglo- (S)Sajón y (P)Protestante, quienes se desnudaban ante la verdad inmoral que alimenta eso que el Presidente del Banco Mundial llamó la “voracidad indomable del capitalismo salvaje financiero”.

Eso sí fue una crisis, peor que la venezolana de 1994. Recordemos, el Estado auxilió, a los banqueros, no a los ahorristas, y estos se robaron cuanto se le dio como “auxilio”. Situación que llevó a realidades dantescas como la que conocí de un Gerente de Seguridad de uno de esos banco intervenidos, contando la forma cómo los directivos del Banco, pasaban por los pisos para robarse las computadoras y llenar sus camionetas de estas piezas de la rapiña.

En el “editorial” habla que los banqueros “auxiliaron a Chávez” para sacarlo de la crisis. Infamia sobre mentira e inconsistente idea, ¿quién ha visto a un banquero o usurero que ayude a alguien?, no, es imposible, eso sabemos desde la época de Moshe ben Maimón y también retratará Shakespeare en el banquero del Mercader de Venecia, capaz de quitarle a cuchillo medio kilo de carne del cuerpo de alguien que no honró a tiempo un pago. ¡¡ Eso es un banquero¡¡, lo otro es uso político y ganas agitar el su eterna conspiración¿. Crearle mas angustia a la gente que en ellos confía. Burla y sarcasmo y engaño destila la letra del editorial y luego empapa a todo el periódico.

Sin embargo es lógico reconocer que los órganos de control bancario no actuaron con la debida oportunidad, pero al final actuaron. Los culpables están presos, como nunca estuvieron ninguno de los cacos de la crisis del 94. Muchos de estos “banqueros” y “aseguradores” andan aún por allí agazapados, esperando que Chávez caiga y ellos puedan consumar su ansia eterna, constituir el gobierno de la TRANSICIÓN y volver de nuevo a un poder, quimera, fantasía, delirio, que cada día se les desvanece mas. Frustración

Leyendo este pseudo documento viene a mi memoria un pasaje de la Opera de Tres Centavos de Brecht en ella el bandido Polly Peachum le dice a sus socios: “Sereis caníbales, pero jamás hombres de la banca”, claro él los estaba entrenando, y sabia que aún no estaban en su punto.

También el mismo autor dijo: “mejor negocio que asaltar a un banco es fundar un banco”. De modo, que poco probable suponer que un banquero auxilie alguien, y menos, si esta gente no tiene nada que embargarle. El caso de las personas a quien los “Bancos Serios” lo único que va a hacer es entregarles el dinero que Fogade les va a depositar. Sobre el cual, sin duda, le van a cobrar un porcentaje por la “operación”, ellos en todo ven el lucro, el Business, el billete …. e allí su seriedad. Les importa menos que un carajo si la gente recibe o no su dinero antes de la navidad

Miremos algo de historia vieja para mejor entender la de hoy, el 12 de junio de 1971 publica la Revista Reventón su numero17, allí delata otra trampa de los Banqueros Serios. Es el caso del fraude que montaron a través de Central Hipotecaria, con el “instrumento financiero” de las Cédulas Hipotecarias, cuyo fin es: “permitir que los bancos hipotecarios hagan negocio con el dinero del publico y el respaldo del Estado”. Cómo siempre, sin invertir nada, salvo, su mala intención, haciendo pasar todo como un “programa social”.

Otro, el 1º de septiembre 1971 en su No 9 la Revista Reventón propone en su articulo que se llama “La macolla de los Bancos” un subtitulo cuya vigencia es palmaria: “UD deposita sus ahorros para que el Banco se los preste a Eugenio Mendoza”. “ Ud. necesita, certificado de salud, libreta militar, carta de buena conducta, solvencia y paciencia para obtener un préstamo….. Gustavo Vollmer solo necesita pedirlo” . “El gobierno deposita en los bancos y los bancos le prestan al gobierno la misma plata depositada por este. Los bancos ganan y el gobierno pierde”. Noticias conocidas hace cuarenta años, sobre la forma como operan los “BANCOS SERIOS” de ayer y de hoy; sabiendo que son lo mismo, pues los dueños y sus Juntas Directivas de hoy son casi las mismas o sino de sus familiares cercanos. Cuanto desprestigio habrá acumulado la “profesión de banquero” que el director Robert Zemeckis (Forrest Gump, Naufrago etc.) le ha dedicado a los “bancos serios” su ultima película en la persona de ese viejo usurero, malvado y tacaño, dickeniano, Ebeneezer; indigno y apto de cualquier atentado, mr. Scrogge. El film retrata los detestables personajes de la banca de Wall Street y todos los del sector financiero.

Caramba, hay que ser bien falto de criterio para dibujar un Editorial que defienda a esa casta de repudiados “serios banqueros”. Verdadera pelada de bola.

No hay duda la banca, el hurto, la nocturnidad y el robo andan de la mano en dolorosa verbena.


tuliomon@gmail.com


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Tulio Monsalve


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