¿La administración pública está construyendo una gerencia socialista? Pienso que no. Muchos quedamos atónitos al ver una recién legión de nuevos “Gerentes” ocupando en rebatiña, diversos cargos de relevada trascendencia.
Muchos de ellos jóvenes y otros no tanto, pero ambos conservan frescos recuerdos de sus andadas opositoras, primero se pasearon por AD, Copei, Convergencia, MAS y Primero Justicia.
Atrevidos defensores de cualquier acuerdo, elección, prebenda, contrato, quienes sin ninguna sorpresa o vergüenza llegaban a ocupar cargos, bien sea por apoyo electoral de gremios, nombramientos, pactos, y cuanta otra triquiñuela utilizada.
Hoy tenemos un nuevo burócrata, Max Weber, nos enseño desde sus escritos que no toda la burocracia de un Estado puede ser mala, que las estructuras de poder donde se toman y generan importantes decisiones, tienen que moverse sobre las serpientes de los avatares burocráticos.
Pero hoy muchos significativos cargos están siendo ocupados por una generación creada al amparo del disfrute gubernamental, quienes no han luchado, ni saben de sacrificios sociales, jamás podrán ser los nuevos gerentes socialistas que tanto reclama este país, para el cambio en las estructuras de servicios del Estado.
Ahora, que perfil observamos en el nuevo gerente Boliburgues, jóvenes con ostentados cargos, montando estructuras de comodidades, con chofer, camionetas último modelo, señalan que la oposición los persigue, por eso es necesario la compra de varias motos y la asignación de escoltas, armados y con chalecos antibalas.
Adornan las entradas a sus oficinas con una antesala de dos y tres secretarias, un vigilante instalado en la puerta quien escribe en un papelito quien busca al “Señor Gerente”, es quien anuncia de la manera más descarada que el gerente no está, o que sencillamente no puede atenderlo.
Cuando logras entrar a sus despampanantes oficinas están adornadas con computadoras encendidas que nadie utiliza, gigantes televisores LCD, laptops, teléfonos, celulares, cuadros, nevera, bebidas, mesa para almorzar, sillas de cuero, mobiliario lujoso y hasta una acomodada cama o sofá para las siestas.
Entonces, lo primero que te enseña el “Revolucionario Gerente” para sorprender al visitante y dejarlo boquiabierto, es una gigante fotografía donde posa junto al Presidente Hugo Chávez.
Después de ofrecer todos los tipos de café, té y jugos, enciende un habano comprado cuando van a “importantes” reuniones en La Isla, o los provenientes de lujosos centros comerciales.
Inmediatamente te señalan, Chávez está equivocado, yo tengo la fórmula para tantos problemas, ¡mira, me voy a lanzar a la Asamblea Nacional!, ¡tengo ganas de ser Alcalde de mi pueblo!, ¡quizás mejor Gobernador o Diputado!, cuando aspiran por lo más bajito están esperando una postulación de su padrino para un cargo en el alto gobierno, seguro vice ministro o hasta ministro.
Esta es la nueva casta gerencial que se forma en el país, defensores de la propiedad privada, nuevos reyes, perdidos representantes del socialismo, verdaderos “Burócratas Magistrales”.
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