La droga ya es el gran negocio, el cartel imperial

Hoy ya es una transnacional regentada por el pentágono, la enorme caja chica imperial, tanto Colombia y su gobierno lacayo, como desde Afganistán invadido y el mismo suelo norteamericano, se convirtieron en las bases productivas de mayor elaboración de mariguana, cocaína y heroína a nivel mundial. Tras años de supuesta lucha contra los carteles el imperio se apropio del mercado, hoy protegido por la supuesta lucha antiterrorista, esta es solo la máscara para su traslado y comercialización. Una quinta parte del dinero del mundo se produce con la fabricación de estos tóxicos y casi un 10% de la población mundial es su target de consumo, una invasión silente y cruel que termina siendo la más deplorable forma de dominación.

A la fecha actual, se supone, puesto que no hay ninguna forma de cuantificarlo científicamente, que en

cada familia en Venezuela y en el mundo, uno de sus miembros es un consumidor de drogas. La desatención a este problema nos coloca en una situación de inminente calamidad al no poseer como dar atención, no solo desde la infraestructura sino desde el mismo modelo para abordar la situación. Lo que sucede en Venezuela es similar al resto de los países a nivel mundial. La adicción a las drogas no es un problema de salud, es mucho más que eso, lamentablemente. Quienes pretendan que se aborde desde el modelo de problema de salud pública solo representarán a las fuerzas de resistencia al cambio. El problema es un problema no solo médico, es social, es político, es educativo, es de seguridad nacional. Hay una guerra, una invasión, las drogas son misiles silenciosos que apuntan desde Colombia a nuestras mejores generaciones. Por lo tanto el abordaje revolucionario debe ser integral, con la misma intensidad desde lo sanitario, como desde lo social, como desde lo militar y político hasta lo comunal.

Veo, que en la secuencia que se nos enseña sobre los modelos de abordaje al problema de la droga, la evolución de los conceptos va de la mano con el desarrollo social y nunca deja de estar ligado al contexto socio-.económico. Así cuando el patrón jurídico-legal, no pudo con el problema y dice: no, esto no es conmigo, esto deben manejarlo los médicos en los hospitales; estos, a su vez, asumen la tarea y cuando ven que no pueden resolverla satisfactoriamente, vuelve a pasar lo mismo, dicen no, este problema es mas bien de los psiquiatras y los psicólogos y estos cuando colapsan, dicen también que el problema es más grande y que quien debe asumir la responsabilidad de darle solución, es el Estado.

La única conclusión que saco de esta secuencia es que nadie, en todos estas instancias, fue capaz de entender que lo que estaba pasando, era que un gran negocio crecía y seguía creciendo, sin que ninguno de ellos lo denunciara o lo detuviera, hasta hoy, que ya es una de las más grandes transnacionales, el imperio de la droga. Como siempre, el valor supremo, el de la ganancia, se abrió paso, a través de todo el camino. ¿Qué viene ahora? Creo que la mesa está servida, para que estos mismos señores, nos digan ahora que como el problema es tan grande sólo hay una solución: legalizarlo.

Bueno, así pasan muchas veces las cosas en nuestra historia. Pero es necesario aprender a ser críticos y a interpretar, porque si seguimos la cadena, no sonará nada extraño que un sexto modelo plantee que, como el problema es geopolíticamente tan grande, será mejor que se legalice el uso de las drogas y por supuesto se estará legalizando el imperio de la destrucción. Es aquí a donde quería llegar. El nuevo modelo de vida del hombre, planteado para salvarnos de la destrucción del planeta mismo, el socialismo, tiene que fijar una posición tajantemente radical que impida este camino hacia el abismo.

LOS TRES MÁS RENTABLES NEGOCIOS DEL MUNDO:

¿Cuáles son los tres más grandes negocios del mundo?, esto no es muy difícil que lo podamos responder: LA GUERRA, LA DROGA Y EL PETRÓLEO.

Estas tres industrias están relacionadas. Yo no sé de cifras exactas, pero en lo que respecta a drogas dicen que en el tráfico de estupefacientes hacia los Estados Unidos del norte de América, se mueven aproximadamente 500.000 millones de dólares al año, suma que excede bastante a las reservas internacionales de Venezuela o cualquier otro país del continente. ¿A dónde van esa sumas millonarias?: al sistema financiero internacional por supuesto ¿pero a las cuentas de quien?, ese es un secreto muy bien guardado. Pero si se pudiera descubrir, estoy seguro de que encontraríamos los nombres de muchos que se regodean en los medios de comunicación como los más acérrimos combatientes de la droga.

Vamos a sacar cuentas otra vez, ¿ustedes creen que un imperio tan poderoso en tecnología, en armas, que puede ver con satélites desde el cosmos la misma casa donde yo estoy escribiendo, de verdad ustedes creen que no puede controlar el tráfico de drogas? Ah! No pueden, le echan ese muerto a los países productores y peor que esto, a los países “de tránsito” como el nuestro. El imperio se convierte de nuevo en el juez supremo del mundo y es él quien “certifica” que países son buenos y cuales no en la lucha contra las drogas. Señores! Estados Unidos es el país con más consumidores de drogas en el mundo, ellos son los peores en esta calificación; vamos a ver, ojalá alguno de estos técnicos en mercadotecnia nos ayudaran para poder tener en gráficas los siguientes cuadros, pero, mientras tanto, vamos a hacer el ejercicio con nuestra imaginación, imaginémonos cuantos miles de kilos de drogas son cincuenta mil millones de dólares, ¿una vainita, no?; imaginémonos el espacio que ocupan en metros cúbicos, en container, en donde lo quieras poner, ahora divide esa enormidad entre 365 días del año, cada parte no dejara de ser abismalmente grande ¿verdad?, y entonces preguntémonos: ¿SERÁ VERDAD QUE ESTE IMPERIO NO SABE COMO NI POR DONDE ENTRAN ESTAS SOPOTOCIENTAS TONELADAS A SU PAÍS?

¿No será mas bien que al imperio no le interesa que se acabe este negocio, porque está ganando muchos millones, como tampoco le puede interesar al sistema financiero que dejen de llegar a sus bóvedas esos 50.000 millones de dólares? como tampoco le interesa que se acaben las guerras, porque mientras haya que vender y comprar armas el imperio gana, igual pasa con la droga, muchos de esos millones de dólares que asignan los gobiernos para la lucha contra el narcotráfico seguramente terminan depositados en cuentas bancarias de particulares. Por supuesto que si el imperio tomara la decisión de acabar definitivamente con la resistencia en Irán, cuenta con el poder bélico para lograrlo en un breve tiempo, pero ¿Cómo justificaría ante el congreso americano todas las partidas de millones de dólares para comprar armas o transportar más soldados?

Igualmente podría detener el ingreso de ese tonelaje de drogas a su territorio, pero estaría cerrando un negocio demasiado jugoso. La guerra, la droga y el petróleo son los negocios más rentables del capitalismo y éste antes que combatirlo, los defiende.

Recomiendo a todos que lean un libro de George Orwell, que se llama 1.984, y que es una novela de socio-ficción, diría yo, que se aproxima demasiado a lo que vivimos hoy día, donde un poder imperial, apoyado por grandes medios de comunicación, en un mundo dividido ya no en países sino en continentes, inventa guerras en las que cree todo el mundo y que realmente ni siquiera existen, la realidad “mediática” creada en enormes laboratorios es el medio de dominación de aquellos imperios. Algo similar es lo que podemos apreciar en nuestro tiempo, aquí el Estado más terrorista se presenta como el defensor de la libertad y bajo esa bandera invade, masacra y destruye al hombre y además sale a atacar a los terroristas, etiquetando de esto a cuantos se le puedan oponer, pero lo peor es que un porcentaje importante de la población es hipnotizada y dominada por estos manejos mediáticos; de igual forma, planteo yo, que el imperio es el magnate del cartel de la droga, se presenta como el héroe que lucha contra ella, sin que nos demos cuenta, de que aquellas persecuciones y asesinatos como el caso de Pablo Escobar Gaviria y las extradiciones a cárceles americanas, no eran ninguna lucha contra la droga, sino probablemente la lucha para obtener el control del cartel mundial de la droga. Somos engañados descaradamente y mantenidos en la ignorancia para poder seguir siendo engañados y esto es lo único que puede resultar de la sociedad capitalista, porque en ella lo que prevalece es la avaricia y la búsqueda desmedida de ganancia, pisoteando sin ningún tipo de escrúpulos la dignidad de los pueblos.

Por todo esto, me atrevería a replantear el modelo de abordaje al problema de la droga, yo quisiera ver si es posible orientar más bien el modelo a algo más exacto de lo que pasa, enfocarlo como un problema SOCIOECONÓMICO PSICO-CULTURAL GLOBAL de la SOCIEDAD CAPITALISTA, que no se va a acabar hasta que no se transforme esta sociedad. La solución más idónea es cambiar hacia una sociedad socialista que impida la presencia del negocio de la droga y de la guerra. Será un cambo lento, pero el único capaz de darle una solución global.

Ver el problema de la droga desde este nuevo modelo aquí propuesto, nos permitirá ver al traficante callejero y al consumidor del mismo lado, ambos son víctimas del gran negocio, ¿o no vamos a ver como víctimas a las personas, que por perseguir una ganancia desmedida, se tragan treinta o más dediles contentivos de drogas para pasarla de una frontera a otra?, ¿no son enfermos ellos también? ¿No son adictos a la “droga madre”, el dinero? Como lo son los jíbaros de igual manera.

Esto permitirá, que aunque nos propongamos soluciones muy puntuales, como es el caso que se propondrá en este libro, nunca se podrá tener una óptica adecuada si se pierde esta visión del problema en su globalidad.

Toda esta tarea que hemos desarrollado hasta aquí nos da a entender que el problema de las drogas no se va a solucionar de manera tajante sino con el cambio de la sociedad, que este viraje de la humanidad hacia un modelo socialista será lento, que el problema subsistirá y que dentro de esos parámetros debemos crear estrategias de acción. ¿Qué hacer, es la pregunta?

Yo diría que se están haciendo cosas sumamente importantes en Venezuela contra el daño causado por la droga y a lo mejor son pocos quienes lo pueden ver. Yo pienso que soluciones a mediato plazo de tiempo, se están haciendo, creo firmemente, que los esfuerzos de la revolución Bolivariana por ofrecer posibilidades de estudios a la población de bajos recursos, hasta niveles universitarios, evitará que muchos jóvenes caigan en las drogas en su futuro, como ha pasado hasta hoy en nuestras barriadas. La falta de futuro, de posibilidades de desarrollo personal ha ocasionado que muchos terminen frustrados, derrotados y desesperados y que lleguen a la vida delincuencial y al consumo de distintos tipos de drogas.

Este panorama tiene que cambiar toda vez que el nuevo gobierno revolucionario está brindando reales posibilidades de inserción social, que deben cuidarse que sean asumidas por todos los jóvenes. Así también cuando se le dan cada vez más viviendas dignas a la población, cuando se enseña a leer a todos, cuando a todos se le brinda atención de salud; en resumidas cuentas, cuando se va creando una sociedad socialista se va dando a la vez, una solución importante al problema de la droga, pero esta solución será a mediano plazo, nos queda trabajar el inmediato plazo, atender a las personas que están sufriendo actualmente. Ya se está haciendo un trabajo preventivo al mejorar la vida de los colectivos, falta también una estrategia final, una vez que se logre unificar una política de Estado que reimpulse la maquinaria que existe y se pongan todas en marcha para atender a toda la población y cuando los resultados a mediano plazo empiecen a verse, estará llegando el momento en que estemos preparados para dar un golpe final, no sólo nacional, sino a nivel de Latinoamérica al flagelo de la droga. Esto debería empezar a planificarse desde ahora.

Ya se está enmarcando a nivel latinoamericano, cuando se firma el convenio con Cuba, el enfoque de la lucha internacional contra este mal, el Convenio Cuba Venezuela es el principio, esto deberá proyectarse a los otros países que se han integrado al camino bolivariano a través del ALBA así como deberá integrarse nuestra propuesta.

Regresemos ahora, de ésta visión global que hemos desarrollado a hablar ya menos de política y a enfocarnos en cosas más puntuales, pero que quede claro que ya partimos de una base general que nos abrirá los ojos para entender mejor las cosas pequeñas:

EL PROBLEMA DEL TRÁFICO Y EL CONSUMO DE DROGAS EN EL MUNDO, ES UN PROBLEMA PRODUCTO DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO, CREADO POR EL CAPITALISMO, PUES ES UN GRAN NEGOCIO, QUE FUNCIONA SIN IMPORTARLE EL DAÑO SOCIAL Y PSICOLÓGICO QUE ESTÁ PRODUCIENDO.

La gran solución a este problema será lenta y debemos hacerla entre todos tomados de la mano y en el diario vivir de cada uno de nosotros, dedicándonos a denunciar y combatir el tráfico de drogas y creando o fortaleciendo nuevas estructuras para apoyar a quienes son víctimas de la adicción y apoyarlos en sus caminos de desintoxicación y reinserción a la sociedad. Todos los programas de prevención posibles deberían ponerse en práctica y el apoyo financiero del Estado a esta problemática, no deberá ser nunca la razón para que éste deje de avanzar.

brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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