Pensar la Salud Mental Colectiva y Decolonial desde Abya Yale, es seguir la senda trazada a principios de la mitad del Siglo XX por los compatriotas martiniqueños, caribeños Cesare Aimé y Frantz Fanón, vanguardistas en la crítica de la “cuestión colonial” Aimé con su ensayo: “El discurso sobre el colonialismo (1950)”, es fundamental para entender los impactos del colonialismo y las luchas por la descolonización, critica al colonialismo como fuerza deshumanizadora, la civilización occidental europea como falsa y mentirosa, vinculación entre colonialismo y racismo, negritud como resistencia. Fanon su discípulo dilecto y psiquiatra, que luego de haberse enrolado en el ejército francés, como francés marquiniqueño “colonial” y haber participado en la II Guerra Europea (colonialmente denominada II Guerra Mundial), finalizada la misma, vio como era marginado, subalternizado, inferiorizado por ser negro y francés de la colonia caribeña y no francés metropolitano, eso le produjo personalmente una gran decepción y depresión, que fue el inicio de su decolonización personal, que lo condujo a trabajar como psiquiatra en Argelia, una de las colonias francesas en el África y participar en el Ejército Nacional de Liberación de Argelia. Escribe el libro: “Piel negra, máscaras blancas (1952)”, donde explora en forma profunda la experiencia personal y de otros seres humanos que viven y conviven en sociedades con valores y estándares europeos. Esta obra revela como el racismo internalizado y la búsqueda de la “blanquitud”, como solemos decir popularmente en Venezuela, “mejorar la raza”, como ideal de belleza y superioridad tiene efectos desvastadores en la psique de las personas negras, agregariamos nosotros y en los subalternizados, inferiorizados y colonializados.
Siguiendo este sendero de críticas al colonialismo en búsqueda de la liberación, nos encontramos con Enrique Dussel (1934-2024) prolijo Filósofo de la liberación argentino mexicano: desde 1973 en un trabajo colectivo, comenzó a hablar de una Filosofía de la liberación, en 1996 publica Filosofía de la Liberación y sus categorías centrales: crítica eurocéntrica, la periferia como lugar de conocimiento, importancia de la historia, la liberación como proyecto político y ético, importancia de la praxis y los conceptos de la Anadialéctica como método filosófico, la exterioridad como experiencia de ser excluido y marginado, el “otro” no simplemente como un “diferente”, sino sistemáticamente oprimido y explotado, el pobre no solo desde lo económico, sino como encarnación y víctima de injusticia social, desigualdad y exclusión. La Política de la Liberación (2009) como crítica al colonialismo y la colonialidad, Ética de la Liberación, decolonización del pensamiento, poder popular, alternativas de desarrollo. La Ética de la Liberación (2006) tienen el propósito de construir un mundo más justo y equitativo, enfatizando la experiencia de los oprimidos, a través de una opción por los pobres (Teología de la Liberación), crítica a las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad, injusticia y exclusión, praxis como reflexión teórica y acción concreta transformadora de la realidad, la vida como valor supremo y diálogo intercultural. Para Dussel la Filosofía de la Liberación, Política de la Liberación y Ética de la Liberación constituyen un “todo estructurado”, no puede haber liberación, sin toma de conciencia del oprimido de que es oprimido y quien es su opresor, para mediante una acción estratégica como política, construya un proyecto de liberación ético y político.
Desde la década de los 90 del siglo XX, se conformó un grupo de intelectuales nuestroamericanos, alguno de ellos profesores de la Universidad de Berkeley California, como Ramón Grosfroguel, Walter Mignolo Universidad de Duke, Carolina del Norte; Aníbal Quijano, Edgardo Lander, Nelson Maldonado Torres, Enrique Dussel y otros más, que han desarrollado la Teoría de la Colonialidad del Poder (Aníbal Quijano, 1990), Colonialidad del Saber (Walter Mignolo y Edgardo Lander, 2000), Colonialidad del Ser (Nelson Torres Maldonado, 2005), como patrones ideológicos de poder político como dominación, poder académico eurocéntrico como imposición de conocimientos y saberes, Colonialidad del Ser como alienación ideológica de la subjetividad. Entendiendo lo ideológico desde Marx y Engels como falsa conciencia.
Todo este sendero de propuestas críticas a nuestra impronta como pueblos conquistados, colonizados y colonializados hasta hoy, tienen otro mentor en Juan José Bautista, Filósofo boliviano, recientemente fallecido y su obra ganadora del premio al Pensamiento Crítico Simón Bolívar, “Pensar desde América Latina (2014) cuyas ideas principales son: Descolonización del pensamiento, Crítica a la modernidad occidental, racionalidad transmoderna, pluralismo epistémico, proyecto de Vivir bien o Buen vivir de nuestros pueblos originarios Quechua y Aymará.
Todo es recuento histórico, da sustento al “Pensar la Salud Colectiva y Decolonial desde Venezuela y Abya Yala, como he sostenido en artículos en este año continuo de publicaciones sobre mi concepción categorial de la Salud Mental Colectiva y De colonial, no como la cara positiva, de la cara negativa como enfermedad mental del paradigma patogenético de las Ciencias Médicas, sino como disciplina de la vida humana y de las Ciencias Sociales, es decir, la Salud Mental Colectiva y De colonial, como el encuentro entre tres grandes subjetividades, la subjetividad del Ser, las intersubjetividades del Amar y del Tener-Estar, enunciadas desde Venezuela y Abuya Yale (tierra de prosperidad, tierra madura), el conquistador español no se encontró con pueblos atrasados, sino que desde 1492 encubrió (Dussel, 1994), grandes civilizaciones Inca, Azteca, Maya y Sociedades caribes de grandes navegantes, guerreros y comerciantes interregionales.
Lo colectivo tiene que ver con la Salud Colectiva y sus principales categorías: Determinación Social de los procesos de salud/enfermedad, la Garantía del Derecho a la Salud, el desarrollo de Sistemas Públicos de Salud, el Territorio, como escenario de realización de la vida, la salud y la convivencia comunitaria, Participación protagónica y corresponsable, Pueblo para sí, como sujeto colectivo, histórico y socio-cultural, Cuidados Integrales a la Salud y la Subjetividad/Intersubjetividad.
Lo Decolonial, se refiere a una “mirada otra”, que supere la mirada colonial y colonializadora desde el poder político constituído, el poder académico eurocéntrico como imposición de conocimientos y el ser como subjetividad alienada ideológicamente, que desde hace 532 años, nos ha tratado como “diferentes”, diferencia colonial, nos ha desconocido como seres humanos, subalternizándonos e interiorizándonos, sin comprender que somos “distintos” (Dussel), por nuestra historia, cultura y cosmovisiones, forma de organizarnos y concebir el poder político, que emana de la comunidad humana originaria, como poder constituyente/poder constituído, en par dialéctico de opuestos, de conflictividad, por divisiones raciales y sociales desde el momento de la conquista.
Por lo tanto, el “Pensar de la Salud Mental Colectiva y Decolonial es multidimensional: Pensar Subjetivo e Intersubjetivo, porque se centra en la experiencia, vivencia y conocimientos subjetivos e intersubjetivos, somos pluriversos en cosmovisiones, cultura, etnias, clases sociales y valoración de lo comunitario. Pensar categorial, porque organiza categorialmente la realidad compleja, contradictoria, conflictiva y heterogénea, devela dialécticamente las cartografías territoriales de igualdad, justicia e inclusión vs cartografías de desigualdad, injusticia y exclusiones. Finalmente, pensar desde Venezuela y Abya Yala, es tener presente, que nuestro norte es el sur y nuestra realidad tiene una impronta histórica, cultural y social, que debe privilegiar el pensamiento crítico liberador y transformador, que fomente una praxis decolonial, desde una acción estratégica, como proyecto político y ético que nos permita una soberanía política territorial, epistemológica y mental.