Así
estamos
consternados
rabiosos
aunque esta(s) muerte(s) sea(n)
otro de los absurdos previsibles.
Mario Benedetti.
¿Es legal que un Estado secuestre a toda una nación en su propio territorio?
¿Es legítimo que ese Estado invada, colonice y masacre al pueblo invadido y a sus dirigentes cada vez que le da la gana?
¿Tiene alguna lógica que un Estado exija ser reconocido y al mismo tiempo le niegue el reconocimiento de Estado a la nación que estaba antes en el mismo territorio?
¿Se puede amenazar impunemente a una flota de barcos cargados de medicinas, alimentos, ladrillos y cemento destinados a brindar ayuda humanitaria?
¿Si alguien aborda por la fuerza un barco que navega en aguas internacionales y mata sus tripulantes puede alegar que lo hizo “en defensa propia”?
¿A cuál de las partes le corresponde alegar “defensa propia”, al agresor o al agredido?
¿Tiene un Estado el derecho de secuestrar una flota de barcos que navega en aguas internacionales?
¿Se puede expulsar de un país con el status de “inmigrante ilegal” a alguien que fue ingresado por la fuerza a ese mismo país?
¿Si un Estado comete un crimen violando todos los tratados internacionales no merece, como mínimo, una condena contundente de las Naciones Unidas?
¿Es aceptable que un matón diga que nadie tiene autoridad moral para investigarlo porque hay otros matones en el mundo?
¿Es razonable que un asesino se investigue a sí mismo?
¿Se puede creer que un asesino realizará una investigación "rápida, imparcial, creíble y transparente” de su propio delito?
¿Incluso si el matón se declarara culpable, alguien puede creer que pagará su delito?
¿Qué será de aquel Presidente negro al que le otorgaron un desconcertante premio Nobel de la Paz?
¿Se puede condenar y librar una guerra contra el “terrorismo internacional” y seguir siendo amigo íntimo de un Estado terrorista?
¿Después del gobierno
nazi, ha existido en el Viejo Mundo otro asesino en serie más despiadado
que el que se ha ensañado contra el pueblo palestino?
Uno no sabe qué es más
indignante, si los crímenes sistemáticos e impunes de Israel o la
respuesta indolente y prepotente de sus dirigentes a toda condena o
solicitud de justicia internacional.