En 2002 y 2003, antes, durante y después del golpe de estado en contra de Chávez el 11 de abril del 2002, hubo muchísima violencia, con muertos y heridos, mandados y dirigidos por los lideres vende patrias de la oposición derechista venezolana, y que incluyo como dirigentes, entre otras, las siguientes personas: Carlos Fernández, Juan Fernández, Carlos Ortega, Leopoldo López, Alfredo Peña, y por supuesto, Capriles Radonski.
Entre los medios de comunicación que directamente contribuyeron a instigar a la violencia (en contra de los chavistas y el gobierno de Chávez), fueron los siguientes: El Nacional, El Universal, Globovision, Televen, RCTV, y Venevision. También hubieron algunos periodistas que se montaron al llamado al uso de la violencia para derrocara a Chávez y perseguir y matar a chavistas.
De todos estos actores, varios salieron del país para no tener que enfrentar la justicia venezolana, y allí siguen. Pero muchos otros nunca fueron a juicio, y los pocos autores intelectuales, como Capriles Radonski, que sí fueron a juicio, pagaron pocos días en cárcel y/o penas de liberación condicional. Es decir, y al parecer, se puso preso a los que dispararon las armas, pero no a los que los mandaron/pagaron para disparar.
Aunque la situación es muy compleja, y no se puede juzgar desde afuera, muchos tuvimos la impresión de que al no enjuiciar a líderes de la oposición, como a Capriles Radonski y Leopoldo López, quienes abiertamente llamaron a la violencia, siendo ellos, entre otros, responsables por los resultados de dicha violencia, estábamos permitiendo que esas mafias violentas derechistas resurjan en cualquier momento cuando a la derecha violenta les dé la gana, y ha ocurrido casi cada año desde entonces, con masacres, guarimbas, asesinatos selectivos, etc. En un sentido se pudiera decir que el gobierno/Chávez en aquel tiempo, fue demasiado indulgente al “perdonar” a muchas de estas ratas de la autoría intelectual, incluso a la gente que participó en el golpe, y que firmaron el decreto dictatorial de Pedro Carmona.
Lo que quiero decir aquí, hoy, es que espero que Nicolás Maduro y el resto del gobierno tomen las acciones jurídicas y criminalísticas necesarias para enjuiciar, condenar y poner preso por mucho tiempo a este grupo de malandros ricachones y sifrinas que lideran la violenta oposición derechista, es decir, no solo a los que lanzan las balas, pero a los autores intelectuales.
Creo que sería interesante de ver qué existe como materia de jurisprudencia en Venezuela sobre la insurrección, la incitación a la violencia, la traición, y la sedición. ¿Será qué las decisiones y condenas en esta materia datan de los años de Gómez? Si no existe jurisprudencia en esta materia, entonces ahorita seria el tiempo ideal para desarrollarla, ¿verdad?
¿Cuántos muertos más, cuantos heridos? ¡Qué vayan presos ya!
oscarheck111@yahoo.com