Es curioso, pero apenas Diosdado Cabello denunció que seis líderes sociales, o sea, agricultores y trabajadores del campo del estado Barinas habrían sido "asesinados" por supuestos paramilitares colombianos, e inmediatamente salió el "defensor del pueblo" el mismo que nunca ha mencionado una palabra ante la muerte de un militar venezolano por tortura en los calabozos de la policía política, o que su afasia llegó al infinito cuando el adolescente Rufo Chacón perdió su visión al recibir 52 perdigonazos en su rostro por órdenes de quienes controlan la intervenida policía del Táchira, en donde tienen hasta un "protector", apareció un video de un grupo de criminales, en su mayoría jóvenes cuyas edades deben promediar unos 20 años, quienes en la zona geográfica de Altagracia de Orituco, estado Guárico, disparaban a placer con pistolas y ametralladoras a plena luz del día.
Ahora bien, más allá de las consideraciones psicológicas, sociológicas, políticas y jurídicas que tiene un evento de esta naturaleza debemos preguntarnos ¿Por qué Diosdado Cabello, o cualquier otro miembro de la cúpula madurista, incluyendo al gobernador del estado Guárico no salieron de una vez a condenar y ordenar una investigación de semejante acto? ¿Cómo es posible que un país que acaba de ser altamente cuestionado en un informe sobre violación de Derechos Humanos emitido por la oficina de esa dependencia en la Organización de Naciones Unidas (ONU), ni la fiscalía y menos tribunal penal alguno se haya manifestado ante tal barbarie? ¿Cuál es la posición del ministro de la defensa y el alto mando militar ante un hecho que a todas luces demuestra que las armas que deben estar en manos de la Fuerza Armada estén poseídas por este tipo de individuos?
Las respuestas son obvias. Nada dirán hasta que Nicolás Maduro en compañía de su ministrillo de mentiras y propaganda inventen alguna historia de ciencia-ficción, o en su defecto puedan buscar el mínimo elemento de confusión mediática para "justificar" lo injustificable. Así tenemos que dirán que esas son imágenes de una especie de versión contemporánea de una nueva película, la cual han llamado "guarimberos", y que ese fue el adelanto de un "sketch" para ir promocionando la película. O en su defecto, cómo nos dijeron en una ocasión cuando unos niños aparecieron en el sector del 23 de enero portando armas de guerra, que este es el ensayo de una obra de "teatro". Y los más panegíricos y bradifrénicos nos dirán que ese es un "montaje" de la oposición que fue realizado desde el exterior con mercenarios paramilitares colombianos buscando desacreditar al régimen "humanista" de Nicolás Maduro.
Aquí es poco lo que se puede seguir diciendo en términos de ver la destrucción de una sociedad y un país. Cuando el madurismo ha llegado hasta la obscenidad de permitir que éstos delincuentes se adueñen de los espacios geográficos de Venezuela, marcando sus "territorios" sin que exista Fuerza Armada, ni cuerpos policiales, y menos instituciones que investiguen semejantes hechos, es porque estamos en presencia de un Estado totalmente fallido, o controlado por criminales.
Si aquí existiera Estado de Derecho, el bocón del presidente de la ilegal e ilegítima "constituyente", o quien usurpa Miraflores, ya hubiesen dado la muerte de aprehender "vivos o muertos" a los protagonistas de un video con tales características¹ ¡Pero, no! Lo que prela es una especie de bazofia criminal en donde la única lucha existente es ver quien tiene más fuerza desde una concepción absoluta del poder tanto en lo político como en lo social, porque el poder militar sólo quedó para generar actos de contrabando, robo a los ciudadanos, torturas a los presos políticos, y sumisión al neototalitarismo.
La sangre sigue llegando al río. Tal vez, por ello, los asesinos que aparecen disparando en tal video cargan en sus espaldas morrales "educativos" del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), siendo probable que se busca terminar de teñirlos totalmente con sangre, o sea el rojo como único color preferido de aquellos "comunistas" que buscan dominar al mundo.
En síntesis, no sería descabellado decir, que estos colectivos armados plenamente identificados como paramilitares – que supongo son considerados "buenos" por Diosdado Cabello y la mayoría de los maduristas – que a decir por las imágenes, es casi seguro que reciban sus pistolas y armas en morrales del MPPE ¿Qué dirá Aristóbulo Istúriz? Que son clases de "premilitar" a posibles "bachilleres" o miembros de las milicias. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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