Ignoro si ocurre lo mismo en el resto del país, pero en las
entidades bancarias de Margarita al que no lo roban adentro, le quitan sus
reales al no más pisar la calle.
Existen triquiñuelas de todas las clases. Con apego a la ética
institucional cualquier banco audaz inventará rifas, tarifas, comisiones,
porcentajes y otras exacciones que se alimentarán de los depósitos que usted
se atreva a poner en sus manos. Cada día ofrecen más pendejadas innecesarias
y si usted no se las ingenia para contestar con un ¡NO! tajante, le
encasquetarán un seguro para su perro o alguna vaina similarmente inútil.
Lo curioso es que todos los recargos y servicios extras son
aprobados por la Superintendencia de Bancos, quien se supone que existe para
defendernos de la voracidad usurera y no para premiar el mal servicio.
Demás está decir que la clonación de tarjetas, en particular las de
débito, se hace mediante acceso a la información confidencial que solo el
banco posee sobre los movimientos de su cuenta. Alguien investiga sus
hábitos y los montos que usualmente maneja, y le zampa cargos por varios
cientos de miles de bolívares, si es que no le raspan millones. Se trata de
una estafa puertas adentro, que refleja complicidad o inoperancia de quienes
ejercen la "seguridad interna".
Otra forma de robo es la que ocurre cuando algún empleado del banco
está en connivencia con una banda de asaltantes independientes, así
denominados para diferenciarlos de los propios banqueros. El empleado de
marras vigila a los clientes y cuando algún desprevenido retira una suma
considerable le avisa mediante cualquier artilugio (llamada por teléfono
celular o señas) a sus cómplices callejeros. Éstos procederán entonces a
seguir a su víctima para atracarla a mano armada en algún paraje
conveniente, si es que no lo siguen hasta su propia casa. En este último
caso, por cierto, pueden intentar un "secuestro express" para redondear la
jornada ruleteándolo por varios cajeros automáticos hasta agotar los
depósitos.
Todo esto lo saben los banqueros, Sudeban y las demás autoridades,
pero están demasiado ocupados, ganando dinero como nunca antes.
augusther@cantv.net
